Alquimia – Alquimia
Después de varios devaneos estilísticos con su cabecera madre, Avalanch, Alberto Rionda decidió parar la maquinaria y respirar. Considerado con justicia como uno de los mejores guitarristas del heavy metal patrio, poco a poco se fue alejando de aquel estilo que glorificó su nombre y con ello casi perdió el enganche con su propio público. Ahora, con la libertad que le otorga una nueva cabecera y una nueva formación, Rionda regresa al power metal más poderoso y bombástico. Un sonido inconfundible que maravilló a todos en su día en el excepcional El Ángel Caído (álbum que, más pronto que tarde, pasará inevitablemente por nuestras críticas de discos remember algún viernes) y que ahora retoma en este Alquimia, extenso (en exceso) y repleto de solos veloces, épica, doble bombo y poderosas armonías de guitarra. La potencia y los cuernos al viento han vuelto en toda su expresión.
Tras una intro orquestal muy apropiada, el álbum coge nervio con una intensa ‘El Lobo y El Arca’ que tiene todos los ingredientes necesarios para cogerte de la pechera y no soltarte durante sus más de siete minutos. Una entrada lúgubre que se anima poco a poco hasta desembocar a uno de esos riffs inconfundibles. La entrada de Israel Ramos, por mucho que se empeñe Rionda, recuerda inevitablemente a Ramón Lage. Es cierto que con el paso de las escuchas y de las canciones uno va descubriendo más cosas en su voz, pero la primera impresión es la de una similitud considerable. La canción destaca por un brillante y poderoso muro de sonido en casi todo el fraseo, que deriva a un coro melódico que contrasta con maestría. Una carta de presentación que deja las cosas claras e interpretada con una intensidad vocal elogiable.
Una de las joyas del álbum está en la tercera pista, ‘Dama Oscura’. Con una entrada de piano que recuerda (demasiado) a ‘The Riddle’ de Nik Kershaw, se desarrolla una canción pegadiza sin llegar al exceso de azúcar, con riff doblado y con una de esas letras amorosas que Rionda genera como pocos, cimentada en un fraseo muy bien hilvanado, con voces dobladas y un estribillo que, con su épica, termina metiéndose dentro al estilo ‘Xana’ o ‘Lucero’ con alguno de los mejores versos del álbum: “Cuánto tiempo tendrás que suplicar, cuánto más has de llorar, si ya no tienes ni una lágrima. Tanto odio sentiste por amor y hoy tienes que pagar, llora como alma en pena”. Es una de esas canciones regalo de Rionda, que convierten a su vocalista en estrella.
En la misma línea de potencia, pero algo más pausada, entra ‘La Cuna De Arce’ con una base de piano luminosa en el fraseo, otra buena melodía de guitarra termina de redondear un contrapunto notable con un puente de nuevo con gran protagonismo de los coros, mientras que el estribillo rompe la canción con un ritmo de power metal optimista. Si parecía con esto que el nivel descendía, todo lo contrario, ‘La Penitencia Del Noble’ tiene una de las entradas más salvajes de todo el álbum, veloz y furibunda. Un ritmo machacón no da tregua mientras que lo más emocionante del tema viene de la mano del puente, previo a un estribillo con gran protagonismo de teclas. Un cañón sin lugar a dudas solo para el sector más duro. Termina de despejar las dudas: Rionda ha vuelto.
‘Divina Providencia’ es un medio tiempo de corte clásico, con un estribillo largo y bien azuzado por unos teclados muy rítmicos (Chez García, el único de Avalanch en la banda). Es otra de esas canciones donde el destino, la voluntad personal y la mística de lo épico y los dioses se mezclan en la causalidad. Por su parte, ‘Claro De Luna’ viene a ser ‘la balada oficial’ de este Alquimia. Una prologada entrada instrumental va cogiendo cuerpo hasta la entrada de Isra Ramos. Una canción muy armoniosa que no termina de alcanzar cotas alcanzadas en otras composiciones similares hasta la última repetición del estribillo con unos quiebros vocales muy interesantes y uno de los agudos más altos de todo el metraje.
La segunda parte del álbum se abre con el ritmo marcial y pomposo de ‘Lagunas De Sal’, que recupera el tono de la potencia sin lustre, pero con solvencia. Por su parte, ‘Aliento’ es otra de las canciones optimistas del álbum, con una de las estructuras más abiertas de la lista, cercana casi al hard rock en su estribillo y en el solo de guitarra principal y con bastante respiro instrumental en el fraseo.
‘Fuente Dorada’ coquetea ligeramente con las melodías orientales y vuelve a retraer historias sobre espadas, alma y sangre, dioses y batallas. Todo antes de que el estribillo termine de cerrar el tópico: un doble bombo veloz con un “bloques de metal en mi corazón”. Más canónico imposible. Solo para muy amantes del género, está claro. ‘Sacrificio’ tiene uno de esos diálogos instrumentales entre guitarra, teclados y batería que enganchan desde la primera escucha. También la armonía vocal. De nuevo un estribillo veloz termina de darle fuego al asunto, en otro de los temas más sobresalientes del álbum.
Para cerrar, ‘La Morada Del Alquimista’ arranca con una melodía de clara inspiración medieval y que viene a sintetizar todo lo que ofrece Alquimia y por lo que le ha valido nuestra medalla de plata en Nuestros Discos del Año 2013. Sonido intachable, poderoso, guitarreo y velocidad, estribillos, puentes y fraseos llenos de voces dobladas, juegos de batería y teclados que son gasolina y la ejecución de un guitarrista imprescindible. “Vive como si mañana fueras a morir”. Además, se cierra con un coreo festivo que es carne de voz en grito en los conciertos.
El epílogo lo pone ‘Cábala XIII’, una composición instrumental que recoge los rescoldos del fuego que Alberto Rionda demuestra, por si alguien tenía dudas, no se le ha olvidado provocar.
Tracklist:
- Mutus Liber
- El Lobo y El Arca
- Dama Oscura
- La Cuna De Arce
- La Penitencia Del Noble
- Divina Providencia
- Claro De Luna
- Lagunas De Sal
- Aliento
- La Fuente Dorada
- Sacrificio
- La Morada Del Alquimista
- Cábala XIII
Publicado el enero 16, 2014 en Críticas Discos y etiquetado en Alberto Rionda, Alquimia, Avalanch, Críticas Discos, Discos del año, El Ángel Caído, Israel Ramos, Víctor García. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
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