Bloque – Hombre, Tierra y Alma (1979)
Como si de una conexión neuronal se tratara, escribir ayer de Topo y recordar a Asfalto y aquel final de la década de los setenta me trajo a la mente que casi diez años después de que abriéramos la persiana, todavía no había traído a la crítica remember de los viernes a esta excelente formación cántabra. Lo que dice mucho y bien, aproximándonos a las trescientas críticas en esta sección del inabarcable número de ‘meritorios’ que tiene nuestro rock y nuestra música. A Bloque se le ha encuadrado habitualmente en el mismo movimiento que dichas bandas y aunque es cierto que comparten muchos elementos en común, como el mensaje humanista y ecologista, lo cierto es que el paso del tiempo les ha conferido un punto de rock primigenio y callejero (sumándolo a Leño, Coz y compañía) que no termina de ser correcto. Los de Torrelavega vinieron a ser la respuesta santanderina a las influencias de nombres como The Allman Brothers Band y también Yes o King Crimson. Pero, claro, cuando ellos empezaron a publicar el disco el género ya había declinado en el mundo anglosajón y España no les acompañó en demasía porque, por ese retraso cultural de la dictadura, aquí a principios de los 80 la cosa se sectorizó entre movida y rock urbano o hard rock macarra. Jose Carlos Molina y Ñu sí supieron adoptar esa actitud a su propuesta más compleja, pero Bloque se quedó un tanto descabalgado y acabaría sucumbiendo en 1983, tras despachar cuatro discos. Este Hombre, Tierra y Alma fue su segunda entrega, apenas un año después de su debut epónimo. Y es que venían muy rodados puesto que ya tocaban para grandes auditorios desde 1975. Hoy nos acordamos de ellos.
Luis Pastor a la voz (también en este álbum haría las veces de técnico de sonido), Juan José Respuela y Sixto Ruiz a las guitarras eléctricas, acústicas y voz y Juan Carlos Gutiérrez a la voz y teclados son el núcleo duro de una formación que para este disco contarían también con Carlos Terán a la batería (sustituyendo a Paco Baños) y Tivo M. Salmón a los efectos. En aquellos años contaban con Javier G. Tazón como bajista en directo.
El disco fue grabado en los Estudios Kirios de Madrid del 11 al 19 de enero de 1979 y mezclado en el mismo sitio los días 23, 29 y 30 del mismo mes tal y como reza la carpeta del álbum. La producción ejecutiva es de Luis Soler (al que agradecen ‘dejarles hacer’), con Luis Calleja como ingeniero de grabación y portada de Juan Cagigas. El disco saldría, como su debut el año anterior, con el sello Chapa, división de discos Zafiro, pero en este caso prescindieron de la producción de Vicente Mariscal Romero.
La lista del disco, con una importante aura conceptual, se abre con los cristales rotos y llanto de bebé de ‘Humanidad Indefensa’. Todo un ejercicio simbólico de la fragilidad del ser humano ante los desmanes de un poder incorpóreo pero contundente. “Busco amistad sobre la tierra. Espero aquí para aclarar este absurdo estado de vivir. No te conozco amigo, mas vives en mí, solitario con distintas formas”. Puro vacío y un sentido de la vida que no encuentra respuesta. Arpegios de guitarras engarzadas y teclados suenan con bisoñez optimista en el tramo instrumental de un tema realmente hermoso.
Ese viaje interno lleno de dudas e incomprensión tiene continuidad en ‘Ya No Hay Nada En La Calle’, que entre teclas y acústicas dibuja una lírica entrada. “Si he nacido aquí por algo debe ser, por algo será, quizás para amar” llora en el dolor de la ausencia y de “un mundo de destrucción”. El nivel de la lírica se eleva todavía más con ‘El Llanto Del Poeta’, un corte que, guardando cierta distancia, presenta ciertos aires de Triana, grupo amante del progresivo, como bien es conocido. El tema, como un mantra, se pregunta una y otra vez “¿por qué están haciendo llorar al poeta?”, con el poderío de la frase reforzada por unos coros de voces infantiles. Fantástico.
A continuación se desarrollan tres temas divididos en movimientos, con una entrada y salida similar, ‘¿El Infierno Está Aquí?’, ‘Meditación’, ‘El Verdadero Silencio’; pero con un interludio diferencial en su parte central, ‘Una Posibilidad’, ‘Descubrir El Sentido Terrible De La Vida’ y ‘La Muerte Renacida’, respectivamente.
El miedo y la ignorancia se hacen carne en el primero de los tramos, ‘¿El Infierno Está Aquí?’, que se presenta más enérgica y agresiva que sus predecesoras. El bloque de ‘Meditación’, por su parte, nos advierte en su parte central, ‘Descubrir El Sentido Terrible De La Vida’, apenas dos años después de las elecciones del 77 con aquello de “tened cuidado con el poder, van cambiando de color”. De nuevo una base rítmica y una melodía oscura y tensa nos acompañan en el pasaje más denso del álbum. Pero es el tercero el que ofrece mayores dosis de emoción con guitarras dobladas a tempo de vals, con un fragmento recitado y la comunión del ser humano que nos guía por el disco por una nueva y final visión de la realidad.
El final llegará de la mano de ‘Por Fin He Vuelto A Ti’. Un corte con unos teclados iniciados y un crescendo junto a la batería que nos recuerdan a algunos de los momentos más ‘power’ de los años 90 de Medina Azahara. Un tema instrumental que nos regala a una banda en pleno estado de forma artístico, culminando así un disco que hoy podemos considerar ‘casi oculto’ y que esconde el tesoro de la música imperecedera de abrumadora calidad.
Lista de canciones – tracklist:
- Humanidad Indefensa
- Ya No Hay Nada En La Calle
- El Llanto Del Poeta
- ¿El Infierno Está Aquí? parte 1, Una Posibilidad, ¿El Infierno Está Aquí? parte 2
- Meditación parte 1, Descubrir El Sentido Terrible De La Vida, Meditación parte 2
- El Verdadero Silencio parte 1, La Muerte Renacida, El Verdadero Silencio parte 2
- Por Fin He Vuelto A Ti
Publicado el enero 21, 2022 en Críticas Remember y etiquetado en Bloque, Críticas Remember, Hombre Tierra y Alma. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
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