Dragonfly – Domine XV

De las múltiples formas que tienen las bandas de celebrar los aniversarios de sus respectivas fundaciones, de sus discos o de cualquier otro aspecto, es elogiable y poco frecuente la elegida por Dragonfly para conmemorar el decimoquinto cumpleaños del lanzamiento de su debut, Domine. Aquello fue un bello ejercicio de power metal sinfónico de estribillos corales y arreglos neoclásicos. Si en estos tiempos la comunidad valenciana se ha convertido en cuna de grupos que aglutinan vientos, teclados y bases electrónicas, en la primera de siglo era una importante fuente de grupos de heavy metal. Ahí están Ópera Magna, Wurdalak, Crisis de Fe… Y por supuesto Dragonfly, que además sumaba esa aura bien trabado de guitarras del metal argentino (ascendencia Rata Blanca) y también marcado en el golpeo. A todo ello se sumaban las bombásticas colaboraciones del propio Adrián Barilari de Rata Blanca o Leo Jiménez, con uno de los mejores cameos que ha realizado en toda su carrera. De aquel imprescindible disco os traje crítica remember allá por abril de 2016. Ahora, la banda celebra su efeméride con un doble cedé igual de espectacular. Uno con la versión regrabada con los medios y templaza de hoy y un segundo con una fiesta de voces y músicos que suman a la gran fiesta. Es absurdo plantearse si uno es mejor que otro porque los dos tienen suficientes elementos para disfrutarlos (como ocurrió con proyectos de revisión de S.A., Extremoduro, Hora Zulú, Saratoga, Mägo de Oz y un largo etcétera).

No deja de tener algo de guasa y también coincidencia casi para clavar los mismos tempos, que si el debut de Dragonfly tuviera que esperar algo más de un año para ver la luz, también su homólogo de quince años más tarde haya padecido casi un año de retraso en su publicación definitiva. De cualquier modo, ambos casos demuestran que la espera bien ha valido la pena.

De aquel debut repiten en la formación Pablo Solano a la voz, Juanba Nadal al bajo y voces, Isauro Aljaro a los teclados, mientras que incorporan a Víctor González a la guitarra y Jorge Alcázar a la batería, que sustituyen a los entonces guitarrista y baterista, Ariel Mittica y Chris ‘El Vikingo’ Scornaienchi, que se marcharía a Argentina poco después de que se grabara aquel álbum.

La lista de colaboraciones es casi infinita. En los vocalistas: Tete Novoa (Saratoga), Pacho Brea (Ankhara), Ivan Giannini (Vision Divine), Ezequiel Wiurnos (Dream Master), Joaquín Padilla (Legado de una Tragedia), Ferrán Quiles (Theragon), Olaya Alcázar, Narci Tenorio (Jupiter), Mark Basile (DGM), Anna Fiori, José Cano (Centinela) y Miguel Ángel Franco (Saurom). En los instrumentistas: Manuel Ibáñez y Paco Ventura (Medina Azahara), Carlitos y Frank (Runa Llena), Niko del Hierro (Saratoga), Santi Novoa y Pablo García (Warcry), Alberto Marín (Ankhara), David G. Álvarez (Angelus Apatrida), Narci Lara (Saurom), Simone Mularoni, Andrea Arcangeli y Mark Basile (DGM), Olaf Thorsen y Andrea Tower (Vision Divine), Paulo Morete (Inmune), Ezequiel Wiurnos (Dream Master), Yeray López (Ayra), Austin Slack, Jose Barta (Júpiter), Alessio Lucatti, Ivan Martí (Ignis Anima), Luis Díaz (Aztlan) y el ex Dragonfly citado más arriba, Ariel Mittica.

Con todo el mundo remando a favor de la causa no es extraño que la escucha de este disco, como esbozaba más arriba, se presente como un gran acto de celebración en sí mismo. Si podemos establecer un marco diferencial entre el álbum de 2006 y esta nueva versión es la del refinamiento de los arreglos, que son menos abrasivos y metálicos en una producción mucho más equilibrada y pulida, más cercana al gusto del power italiano o nórdico, más alejado del golpeo más contundente de la escuela alemana.

“Solo Depende De Ti” es una canción que atrapa desde su fraseo inicial musical, en el que los coros y el riff se fusionan de manera explosiva. La entrada, algo engolada y señorial de Solano es del todo hipnótica. El estribillo es un acelerón donde el doble bombo y una melodía vocal aprehensible encienden la chispa, aquí reforzada por las voces invitadas. Reconozco que tengo tan metida en la cabeza “Entre El Odio y La Pasión”, que me ha costado quitar de mi mente esa capa fusiosa de Leo en la segunda parte del fraseo. El puente, sinfónico y clásico, es un engarce perfecto a un estribillo fantástico. No hay ninguna duda, por más que pasen los años, de que la canción es excepcional.

Al viejo protagonismo del bajo en la entrada de “Delirio Eterno” le sucede en esta ocasión un papel estelar de teclas. Es un medio tiempo que permite respirar en el fraseo. Por su parte, el estribillo tiene un toque hard muy logrado. La colaboración de Olaya Alcázar es sobresaliente. “El Nuevo Judas” es otra de las joyas de la corona. Aquí arranca con un buen solo de batería, que tiene su crescendo con bajo (Niko del Hierro, claro) y después teclados. El riff es pura épica de power metal que crece en agudos con un desatado Pacho Brea.

Estrella” mantiene su larga presentación instrumental pero con un resultado mucho más conseguido y notable. La canción se mueve entre un opresivo movimiento oscuro, fruto del arrepentimiento, y un estribillo sinfónico sencillo pero efectivo. A modo de interludio, “Aries” es una pieza instrumental donde las teclas suenan limpias. Muy en la línea de lo que hacía Manuel Ramil en los tiempos de Warcry, y en Sauze, y en Adventus, y en Avalanch otro tiempo, ahora también en Delalma con Ramón Lage (tremendo single, ganas de disco entero), y con Mägo de Oz, es increíble lo suyo. Así, sin perder la continuidad, “Regresa a Mí” continúa con el preciosismo de blancas y negras en lo que es el tema más largo de la lista, pero esta vez con el añadido de arreglos de cuerdas de violín. Una balada de grandes hechuras de casi ocho minutos de duración donde las añejas guitarras acústicas y arpegios de piano han mutado en un bestial crescendo instrumental con grandes solos de eléctrica y la delicada voz de Anna Fiori. Una nueva joya para la lista.

Volviendo a las partes más potentes, “En Los Confines del Infierno” sigue sonando corsaria y de accesibilidad notoria con ese power metal de bandas del subgénero. La nueva versión cuenta con la voz de José Cano de Centinela y eso siempre es un valor irrefutable. Más interesante me resulta su sucesora “Guárdame En Ti”, que conserva la entrada de teclados ochenteros más que resultones. Si en la versión de hace quince años contaban con Leo, aquí es Tete Novoa quien aporta ese tesitura tan familiar y similar. El porte neoclásico italiano reluce brillante con la instrumental “Paganini Suite”, que tiene ese simbolismo de contar con el viejo compañero.

Llegando al final tenemos la creciente “Sin Salida”, donde el fraseo, más lineal en la original, se enriquece con el inconfundible Miguel Ángel Franco de Saurom, para llegar finalmente a un buen estribillo. Por último, “Dragonfly” es un cañón con toques de delirio sinfónico donde casi se esbozan terrenos similares al motivo principal del inicio del disco. Un broche a toda velocidad a la altura para la concepción orquestal de la formación en aquel momento… y ahora.

Lista de canciones – tracklist (en ambos discos, el primero a solas, el segundo con las colaboraciones):

  1. Domine
  2. Solo Depende De Ti
  3. Entre El Odio y La Pasión
  4. Delirio Eterno
  5. El Nuevo Judas
  6. Estrella
  7. Aries
  8. Regresa A Mí
  9. En Los Confines Del Infierno
  10. Guárdame En Ti
  11. Paganini Suite
  12. Sin Salida
  13. Dragonfly

Publicado el noviembre 14, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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