Costas – No Me Cuentes Tu Vida

Costas No Me Cuentes Tu VidaA pocas semanas de cumplir 55 tacos, al bueno de Miguel Costas ya no hay tiempo ni remedio que lo enderece. “Cada vez quiero tocar más rápido”, me decía con motivo del lanzamiento de su anterior Alguien Tenía Que Hacerlo. Y No Me Cuentes Tu Vida cumple su palabra. Además, se suma a que sea un disco algo más optimista y alegre que su antecesor y, de nuevo, otra producción que sí que le hace justicia, no como aquel Condenados a Costas que no ayudó demasiado a volver a recuperar el terreno perdido tras despistar a la gente bajo la firma de Los Feliz. El ex Siniestro Total (añorado todavía por una gran legión de seguidores que no han vuelto a considerar a la banda como la misma) despliega once cortes desenfadados, llenos de gracietas, de buenos riffs, de ascendencias que van de AC/DC a Nirvana, de The Toy Dolls a algún riff Motörhead, o a sus propios años mozos. Que Costas siga en forma nos revive un pasado glorioso y nos refuerza en aquello de que los viejos rockeros nunca mueren.

Con Juan Naya asentado en la guitarra desde los inicios de Costas, con la veteranía y solvencia de Coche Vil al bajo y la reciente incorporación de Colás Lage como encargado de las baquetas, Costas destila un cuarto disco que abrasa desde la primera escucha, y eso que algunos temas como ‘Botellón’ o ‘Yo Que Sé’ tienen más de tres años. Y es que once cortes en poco más de media hora no entienden de reservas. ‘Bestia’ abre el fuego con un rocanrol de fraseo veloz y guitarras simples pero efectivas. Los coros enérgicos repitiendo sin descanso la palabra que da título a la canción son la chispa para un estribillo más melódico. Dos minutos sin desperdicio. ‘Yo Que Sé’ es una de mis favoritas. Un tempo clásico para que luzca en su esplendor la acidez marca de la casa, en un texto dedicado a la estulticia inmóvil de quien presenta una falta de inquietud intelectual. Y ojo que no se va muy lejos para lanzar el dardo, porque el ‘recado’ se dirige también a los ‘enrollaos fuma-petas’.

La entrada de ‘Carne De Cañón’ recuerda sin lugar a dudas a la fase punk inicial de Siniestro Total. Con mejor sonido y más guitarreo, pero la esencia rítmica y el corte de la batería es bastante similar. Como regalo, se marcan un riff ‘Ace Of Spades’ en la parte central del tema (¿estaba ya ahí antes de la muerte de Lemmy?). ‘Diferente’ hace gala a su título y el corte más abierto del álbum. Un rock rudo de grandes hechuras que viene a ser una continuación contrapuesta al personaje del tercer corte. ‘Botellón’ es un corte en el que Costas de nuevo ironiza con una juventud a la que considera adormilada. Si bien el fondo del bosque se tapa con los árboles de un himno etílico en el que más de uno se quedará. También tiene su punto ese ‘Mau mau’ que se deja caer por la canción y que parece un toque sutil a esos que salen en los anuncios.

La autobiográfica y agradecida ‘De Palisandro’ es un pelotazo a lo AC/DC que nos deja un buen gusto en cada escucha. Un singlelazo en toda regla. Quizá por eso ‘Inmunízate’ chirría un tanto en las primeras escuchas. El corte es divertido y la enumeración de ‘productos reconstituyentes’ es acertada, pero uno se echa las manos a la cabeza la primera vez que escucha el estribillo. ¿Quién podría imaginarse cantando a grito “L Casei Inmunitas”? Pues a la tercera escucha te sale solo y te encuentras bailándolo. Así se las gasta Costas. En ‘Leonor’ encontramos otro rocanrol bien empacado con rechazo a la mujer que todos quieren. ¿Mensaje subliminal?

En el último tramo llega la apunkadaSálvame’, sobre todo en las guitarras afiladas a lo Sex Pistols en el fraseo, junto a una melodía vocal más sobria, si bien el estribillo retoma la esencia cantarina generalizada. En ‘Tal Para Cual’ encontramos un corte estruendoso, que nos recuerda al grunge nirvanero, incluso en la línea de bajo a solas que nos sorprende tras el primer estribillo. El álbum se cierra como comenzó, cabalgando veloz, esta vez con ‘Old Wild & Free’ con aires de The Toy Dolls o Dropkick Murphys en el estribillo. Ejemplo máximo de esa filosofía más hedonista que su disco predecesor.

Costas continúa así sacando nuevo temas creíbles y con buen armazón de guitarras. A ver si hay suerte ya de una vez y los grandes festivales comienzan a programarlo de nuevo porque, sin lugar a dudas, por pasado y presente, se lo merece.

 

En Spotify.

Tracklist:

  1. Bestia
  2. Yo Que Sé
  3. Carne De Cañón
  4. Diferente
  5. Botellón
  6. De Palisandro
  7. Inmunízate
  8. Leonor
  9. Sálvame
  10. Tal Para Cual
  11. Old Wild & Free

 

 

 

Publicado el febrero 9, 2016 en Críticas Discos y etiquetado en , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

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