Santelmo – Santelmo (2010)

Santelmo SantelmoNo es fácil abrirse camino en ningún género del Rock, así, con mayúsculas, de nuestro país. Pasa en el punk, en el metal, en el rock… y también en el heavy. A los Obús y Barón Rojo de hace varias décadas, podemos añadir grandes nombres que, unos con más merecimiento que otros, siguen inamovibles de la primera línea: Warcry, Mägo de Oz, en su día Avalanch (no así Alquimia, que le está contando entrar), Tierra Santa, Saurom, Medina Azahara, Lujuria, Saratoga… Así por ejemplo, Dark Moor vio claro que era más fácil el reconocimiento fuera que dentro. Ahí queda una supuesta segunda fila con nombres meritorios como Ópera Magna, Zenobia, DunedainSantelmo ha muerto. Lo han anunciado hace escasos días. No han trascendido los motivos porque no se especifican en el comunicado, pero sin duda que sembrar mucho y recoger poco tiene siempre una dosis de influencia. La banda deja tres discos, este Santelmo, El Alma Del Verdugo y Mamífero, para el recuerdo, publicados en apenas siete años de una vida con demasiados cambios de formación significativos. La crítica remember de hoy valga como reconocimiento a tantas bandas que se han quedado atrás. Como diría Warcry, “brindo por ellos”.

Santelmo nace en 2009. Jero Ramiro, toda una institución de las seis cuerdas, (Santa, Ñu, Saratoga, discos con Los Suaves…) convence rápidamente a Manuel Escudero (segunda voz de Medina Azahara durante muchos años y ahora al frente de Sacramento) para enrolarse en su nuevo proyecto, tras salir de Saratoga, casi al mismo tiempo que Leo Jiménez. Luisma Hernández en el bajo y coros, Jaime Olivares (que entraría y saldría de la banda posteriormente) en la batería y José Manuel Paz en los teclados completan el quinteto que daría forma al debut epónimo de la formación. Grabado en la segunda mitad de 2009 en los estudios New Life de Madrid, vio la luz al comenzar el año 2010. En la grabación también participaron dos importantes nombres aportados por Escudero y Ramiro: el teclista de Medina Azahara, Manuel Ibáñez y Leo Jiménez. También aportó su violín Sergio Ramírez y Narci Tercero y José Garrido echaron coros.

Tras una ‘Intro’ realmente desubicada, pues contiene una base de percusión y ciertos aires acústico-sureños que no se repetirán en el álbum, el disco golpea con ‘Los Creyentes’. Un corte de entrada contenida, derroche de poder, el fraseo es aguerrido y más potente que melódico. El puente se torna más melódico con presencia de teclados, mientras que el estribillo se torna en un medio tiempo armónico, extenso y de paladeo pausado. Tiene una estructura similar ‘Bosque De Hojas Muertas’, si bien el estribillo es mucho más potente gracias a la mayor presencia de bombo y una rítmica corta y certera. ‘Si Tu Quisieras’ es un puñal de vieja escuela. Una base dura sobre la que Escudero desgarra desde el fraseo, muy en la línea de lo que hacía Azuzena con Santa en los tiempos jóvenes de Ramiro. Por su parte, ‘Ángel y Demonio’ pasa por ser la canción ‘más Saratoga’ del álbum, sobre todo de la época del brutal Tierra de Lobos. Es el tema en el que por primera vez se deja de forma clara un protagonismo notorio a un solo de guitarra limpio (aunque corto) y, sobre todo, de teclados.

Continuando por el álbum, ‘Fuego Negro’ es puro hard rock grasiento y empacado. De nuevo vieja escuela sin artificios. Así, llegamos a ‘Junio del 44’, una de las joyas del disco que, además, se puede disfrutar en versión doble, gracias al flamante bonus track final. Inspirada en el desembarco de Normandía (6 de junio de 1944), la canción juega con cierto toque celta (sin abusar) para desplegar una canción épica certera, sin dragones, sin grandilocuencias… solo un hombre acordándose de su tierra y reflejando sin reparos el miedo. El estribillo es igualmente festivo que emocionante. Un auténtico cañón que suelo pinchar con frecuencia. ‘Lo Que Fuera’ mantiene el alto nivel con una balada de melodía vocal soberbia, con un estribillo cadencioso (muy Manolo Martínez, de Medina, pero sin los arabescos). Buenos deseos, recuerdo al 11-M, arreglos de violín… El músculo regresa en ‘Pídeselo a Dios’, de nuevo con marcado sabor hardrockero, algo más discreto para mi gusto, sobre todo por el texto del estribillo. Medio tiempo lleno de guitarras y teclas engarzadas en ‘Esta Vez No’, ampulosa y creciente con un Manuel Escudero haciendo una de las mejores interpretaciones del álbum.

Ya para el tramo final, ‘Años De Plomo y Fuego’ apunta a un veloz traqueteo de batería. Un gran fraseo bien hilvanado para una canción sobre crisis alarmantemente vigente, seis años después. Tras ella, ‘Hijos De La Madre’ es el otro gran pelotazo de este disco, por todos los motivos y hechuras de la canción. Por un lado por la presentación del primer fraseo, percutida, por las guitarras y teclados integrados en un puente altivo y un estribillo desafiante, taimado pero seguro y un coro adictivo que se repite sin remisión en tu cabeza. Por no hablar del texto… El cierre lo echa ‘Rey Gitano’, otro tema veloz y atronador desde la base, cruenta historia de fuego y purismo, si bien en las formas no logran darle el ‘sentío’ necesario. Como guinda, la citada segunda versión de ‘Junio del 44’ con el siempre gigante Leo Jiménez acompañando en las voces a Escudero, aunque yo me quedo con la versión original.

Ronald Romero se haría cargo de las voces después de la salida de Escudero, poco tiempo hasta la llegada definitiva de Nacho Ruiz. También Iván Ramírez estuvo en las baquetas en un interludio de Jaime Olivares. Y, tras la salida de Jero Ramiro, Fran Soler pondría su joven talento a una banda que no tuvo suerte.

Larga vida Santelmo. Aquí siempre tendrás un recuerdo.

 

En Spotify.

Tracklist:

  1. Intro
  2. Los Creyentes
  3. Bosque De Hojas Muertas
  4. Si Tú Quisieras
  5. Ángel y Demonio
  6. Fuego Negro
  7. Junio Del 44
  8. Lo Que Fuera
  9. Pídeselo a Dios
  10. Esta Vez No
  11. Años De Plomo y Fuego
  12. Hijos De La Madre Tierra
  13. Rey Gitano
  14. Junio Del 44 (bonus track con Leo Jiménez)

 

 

 

 

Publicado el febrero 26, 2016 en Críticas Remember y etiquetado en , , , , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

  1. Es una pena que tantos grupos con calidad y buenas ideas se hundan antes de llegar a ningún sitio. El «mercado» está fatal, pero creo que hay una impaciencia en el músico y en el oyente por tener siempre y de inmediato un producto perfecto. Los grandes grupos necesitaron (casi siempre) tiempo, cosa que en nuestra época no permitimos. En fin, como bien dices «brindo por ellos» y por los discos que nos dejaron. Salud.

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