Sherpa – Guerrero En El Desierto (2004)
Publicado por elchayi
Además de la acumulación de lanzamientos de las primeras espadas del heavy metal del país (Mägo de Oz, Leo Jiménez, Avalanch (en breve), José Andrea, Legado de Una Tragedia IV…) este primer trimestre del año nos trajo como grandes ‘bombas’ informativas, parafraseando al ‘butanito’, la despedida de Barón Rojo para el año 2020 y la irrupción de Los Barones. Que Barón Rojo lo deje me parece una decisión de lo más inteligente, teniendo en cuenta que los últimos años el ‘mínimo común aceptable’ ha bajado considerablemente. Viendo los derroteros, es normal que Armando de Castro haya dotado de mayor entidad a su proyecto Armando Rock, del que hablamos a comienzos de semana. Curiosamente, Los Barones (esto es, la otra mitad de la mítica y legendaria alineación: Sherpa y Hermes Calabria) tomaron la determinación de volver con el legado del Barón (y con temas nuevos, todavía por descubrir) a los escenarios casi de manera coincidente. Además del inconfundible vocalista y bajista y el baterista carismático, el cuarteto se completará con el inquieto y siempre recomendable Marcelo Valdés y Sergio Rivas a las guitarras. Aprovechando la semana heavy que llevamos y la dosis de actualidad, me apetece recuperar este Guerrero En El Desierto, que fue el primer disco de Sherpa tras quince años alejado de la primera línea.
Teniendo en cuenta que Caín y Abel serían, casi con toda seguridad, españoles, porque no hay país tan dado a la confrontación como el nuestro (ejemplos en la música: Avalanch o Warcry, Txus o Jose Andrea, Lendakaris o El Noi del Sucre, La Polla o Eskorbuto, Obús o Barón, Barón o Sherpa, Bisbal o Bustamante…), la irrupción de Sherpa con este álbum fue para mí una auténtica revelación, teniendo en cuenta que la época dorada de Barón Rojo me pilló, por edad, más preocupado de las chapas que de la música.
‘Guerrero En El Desierto’, la canción que da título al disco, me entró como cuchillo en mantequilla caliente. El riff entrecortado, el puente creciente y el estribillo bailable y diabólicamente encadenado me tuvo enganchado muchos años y hoy, que lo reescucho, me genera las mismas sensaciones de superación del abatimiento, de querer seguir adelante siendo consciente de los momentos bajos… solo para ser más fuerte. Todo ello a partir de textos de Carlos Castaneda y sus ‘Enseñanzas de Don Juan’. Solo con esa canción se justificaría el disco entero. Pero hay otros buenos momentos, marcados por una forma de narrar, entre lo cándido y lo resabiado, bastante querible.
En pleno boom de Operación Triunfo (el de los Davides) ‘Flor de Invernadero’ es una canción de aquel tiempo, como lo fue ‘Sueños de Papel’ de La Fuga, con Fito, en una versión, por cierto, 2.0 del ‘No Hierve Tu Sangre’. Pero lo mejor del tema, además de unas formas solventes, es la reunión de voces. A Sherpa se le suma Fortu Sánchez (el rivalísimo de los De Castro) y Julio Castejón, el superclase, con Carlos Escobedo como guinda. ‘Cómico Cósmico’ juega con el retruécano de esdrújulas con protagonismo de la línea de bajo, para destilar una sutil crítica a las relaciones entre artistas, parte declamada incluida.
Jugando con la referencia de su nombre y abriendo los sonidos a otras texturas, ‘Mi Everest’ es una balada con formas acústicas y de cuidada percusión, mientras que ‘Con Pies De Plomo’ desarrolla un medio tiempo creciente e intenso donde destaca la referencia/homenaje a Ringo Star, que no será el único Beatle del disco. En ‘Dura Condena’ llega una dura y casi experimental canción que, ‘unpopular opinion’ entre el progresismo, critica los derroteros de Cuba con Fidel Castro. (“La revolución es una canción que si dura demasiado se vuelve marcha fúnebre”).
‘Al Centro del Corazón’ se inicia con una batería machacona y un riff muy hermanos Young, influencia que se hace explícita con la alusión del ‘Highway To Hell’. El tema vuelve a rotar sobre el eje gravitatorio del mundo Barón. Como si de un Medina Azahara se tratara, Sherpa tira de arabescos en ‘Sueños Ahogados’, previsible tema sobre la crueldad de la inmigración en patera. Los tiempos no han cambiado por más que pasen los años.
Tras Ringo, ‘John’ es una nueva alusión a The Beatles, esta vez con letra de Carolina Cortés que, por cierto, también esta ‘confirmada’ para la nueva etapa artística de Sherpa y Hermes. Más descarnada y desnuda si cabe que ‘Mi Everest’, ‘Dos Mil Años Tristes’ sorprende con arreglos de piano en una canción que parece grabada en una sola toma. El álbum se cierra con una versión góspel de la celebérrima ‘House of the Rising Sun’, que popularizaran The Animals y que en España bordaran los amigos de Lone Star en ‘La Casa del Sol Naciente’. Además de respetar su clasicismo en la base rítmica, también añade la magia de las teclas. Un tema que supone mucho para Sherpa, puesto que dicen que fue la primera canción que sacó con la guitarra. Un broche personal a un muy buen disco.
Estaremos atentos a lo que puedan darnos Los Barones.
Lista de canciones – tracklist:
- Guerrero En El Desierto
- Flor de Invernadero
- Cómico Cósmico
- Mi Everest
- Con Pies de Plomo
- Dura Condena
- Al Centro del Corazón
- Sueños Ahogados
- John
- Dos Mil Años Tristes
- House Of The Rising Sun
Publicado el marzo 29, 2019 en Críticas Remember y etiquetado en Barón Rojo, Críticas Remember, Guerrero En El Desierto, Los Barones, Sherpa. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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Que agradable es este rock, muy diferente a los imitadores de Iron Maiden y Judas Priest….Los anteriores post me refiero. Ya tengo para esta semana….