Egon Soda – Egon Soda (2008)
Resulta sorprendente todavía que después de más de 250 críticas remembers, de otro casi medio centenar de nombres pendientes para ir trayendo aquí cada viernes, todavía alguien en twitter pregunte “¿De este grupo no tienes escrito nada?” y que pienses en cómo es posible que sea así. Es el caso de Egon Soda, grupo al que hemos mencionado en varias ocasiones, sobre todo hablando de Mi Capitán, banda a la que tenemos un aprecio y valor muy alto, ya que muchos de sus integrantes están también en esta cabecera. Ricky Falkner en la voz y bajo, Xavi Molero en la batería y Ferrán Potón en la guitarra eléctrica y las letras de la mayoría de las canciones son el ‘núcleo duro’ que forja Egon Soda. Lo curioso es que, por ejemplo, en Mi Capitán, Falkner se encarga de la batería y Potón del bajo. Y es que Falkner es uno de esos tótems especiales del rock, pop-art, indie español, puesto que le hemos visto también en Los Detectives de Quique González, Standstill (otra banda que debe pasar por aquí más pronto que tarde), The Rockdelux Experience, produciendo a Love Of Lesbian, Sidonie, Miss Caffeina, Iván Ferreiro, Zahara, Lori Meyers… e incluso Gatibu o Berri Txarrak. Y también a The New Raemon, el nombre artístico de Ramón Rodríguez, cuyo sello, Cydonia, fue el que editó este debut, firmado en 2008, grabado en 2007… unos 11 años después de que el grupo empezara a reunirse para hacer ruido. Como ven, muchas interconexiones bien avenidas que hacen patente aquello de que las cosas compartimentadas no casan con la libertad creativa que se le intuye a la música cuando nace como necesidad expresiva o por puro divertimento. Así, Egon Soda ha pasado a ser considera como una ‘banda de culto’ (término tan perversamente cercano a lo de ‘oculto’) con la que se han despachado ya cuatro discos, sin agobios, sin presiones, por el mero hecho de reunir a amigos-músicos, músicos-amigos para crear algo juntos en mitad de sus respectivos múltiples proyectos.
Egon Soda (el disco) fue grabado en verano de 2007 en estudios Infusiones Musicales bajo la producción de Falkner, mientras que la mezcla la realizó Jordi Corchs en Grabaciones Silvestres. Los siguientes discos (El Hambre, El Enfado Y La Respuesta. El Difícil Segundo Disco De Egon Soda (2013), Dadnos Precipicios (2015) y El Rojo Y El Negro (2018)) lo grabarían en La Casa Murada, otro nombre que ha ido ganando entidad propia para las producciones y grabaciones más elevadas de la corte independiente, entre ellos, por dar dos ejemplos de discos recientes de los que hayamos escrito, el de _Juno o parte del último trabajo de Bunbury.
13 años después de la publicación de este debut, considerado como uno de los mejores discos de 2008 en el circuito, su escucha se nos hace atemporal. Un sonido vigente gracias a que las canciones no pecan de cierto descarado vicio actual que es crear canciones de diseño con poca introducción, con un desarrollo que permita al minuto estar cantando estribillo (coros incluidos) en formato festival. Este disco, la banda en sí, huye de todo eso y esa es su principal belleza y lo que, como apuntaba, lo hace atemporal. Como ocurre con Standstill, Napoleón Solo y, de los que sí tiran a día de hoy, los mismos Love of Lesbian que, como ya habéis visto, interconectan.
No es extraño por tanto que el tema de apertura, ‘Tokio’, se inicie con una larga entrada calmada de batería a la que se irán sumando instrumentos, pero que no nos trae la parte vocal hasta rebasado la mitad del corte que se mueve en una sugerente atmósfera reposada. ‘Lear’ endurece el sonido de guitarras y el golpeo rítmico, haciéndola más nerviosa y rockera, pero deslizando por el pasaje una línea de bajo y de piano que le confieren cierto toque jazzy. Bombo y caja ganan peso en ‘El Arte De La Fuga’ que se desvela como un nuevo ejercicio de art-rock gracias una vez más a las teclas de Josep Ma. Baldom. El compás de la batería en el estribillo le da ese aire distinguido que tan bien identifica al grupo.
Entre contrastes se mueve el siguiente tercio de temas. ‘Bienvenidas Las Alarmas’ abre de nuevo el lado más circunspecto, con brillo semi acústico en las guitarras y una melodía vocal rutilante y directa. Al contrario, ‘Ctrl + Alt + Supr’ es uno de los cortes más directos y armados del conjunto, al igual que ‘¿Sueñan Las Ovejas Con Nosotros?’, que nos conecta sin quererlo con la obra ciberpunk de Philip K. Dick. Y algo de esa mala leche presenta esa intensidad de batería y bajo de la coda, que se despedirá con una melodía de guitarra y coros acompañando.
Algo de ironía y mucho desencanto costumbrista para ‘El Día Del Padre’, donde se mastica a la perfección esa ausencia entre la pérdida de la inocencia y la pérdida ante la muerte. ‘Pájaro’ también se enmarca en esa línea más confesional, pero con mayor rugido instrumental tras la primera parte vocal. ‘Zamora & Gomorra’ es la más accesible de la lista, además de por la agilidad del tempo, por la historia y por la coda tarareada (o lalareada) que se hace coral y festiva.
Para la dupla final, cadencia de medio tiempo delicado para la redentora ‘Victoria o Nada’, que ejemplifica la búsqueda literaria que perfeccionará la banda con el paso de los discos, con canciones repletas de imágenes poderosas, para terminar con ‘Adiós’, una despedida repleta de normalidad y sencillez, una vez más haciendo fácil lo que tantos otros hacen de manera tan difícil.
El gran valor de Egon Soda, una riqueza lírica e instrumental que se aleja de imposturas, tendencias o rimbombancias.
Lista de canciones – tracklist:
- Tokio
- Lear
- El Arte De La Fuga
- Bienvenidas Las Alarmas
- Crtl + Alt + Sup
- ¿Sueñas Las Ovejas Con Nosotros?
- El Día Del Padre
- Pájaro
- Zamora & Gomorra
- Victoria o Nada
- Adiós
Publicado el marzo 12, 2021 en Críticas Remember y etiquetado en Berri Txarrak, Bunbury, Críticas Remember, Egon Soda, Gatibu, Iván Ferreiro, Lori Meyers, Love Of Lesbian, Mi Capitán, Miss Caffeina, Napoleón Solo, Quique González, Sidonie, Standstill, The New Raemon, Zahara, _juno. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
Deja un comentario
Comments 0