Lunavieja – Lunavieja
Llevaba un tiempo sin dar estopa de la buena y esta semana se me ha cruzado por la escucha de novedades pendientes el debut de esta banda malagueña, que no por ello de músicos noveles, llamada Lunavieja, que viene con una propuesta que no es que derroche originalidad en su concepto, pero sí que conquista con la precisión y accesibilidad de una ejecución tan sombría. Cogiendo como preceptos todos los arquetipos básicos de la brujería, los aquelarres, las tradiciones oscuras, la botánica, el folclore y las narraciones antiguas con recitados solemnes y algún que otro alarido y hoguera por el camino, Lunavieja presenta una suerte invocación – introducción inicial y siete cortes en los que la melodía de guitarra y la base rítmica te lleva con bastante seguridad por tramos que, partiendo del doom, se mueven entre la psicodelia, el stoner o, sencillamente, un metal denso y opresivo. Por si fuera poco, a su alineación de power trío (bajo, guitarra y batería) sumaron a un cuarto elemento que se sumó para aportar teatralidad en las voces y, además, también se encarga de sintes llenos de penumbra y más atmósfera. Cuelguen de sus altavoces un poco de estramonio y beleño, o tómenla en infusión, que se sabe cómo se entra en el bosque simbólico y bestiario de Lunavieja pero otra cosa es encontrar la salida entre tanta turbiedad, surrealismo y mística. El pasadizo ya está abierto. Play.
Lunavieja, por tanto, viene conformado por Stefy Otero a la batería y voces, Javi Luque a la guitarra y Paco González al bajo y voces. El último en sumarse ha sido Javi Cereto, que empezó como elemento teatral en los directos y ha acabado siendo un músico más dentro del grupo. Luque viene de experiencias más viscerales (si cabe) en Coleóptero y Sagan, mientras que Paco y Stefy vienen de otras bandas por su cuenta y de Plague of Hate en común.
El álbum ha sido grabado, mezclado, masterizado y producido por Fran Corpas en Void Sound Studio, técnico habitual de bandas como The Dry Mouths (de quien mucho hemos escrito aquí), Chaos Before Gea, Verdugo o Elephant Riders. Las baterías del disco fueron registradas en Green Cross Studio con Jesús Gómez a los mandos. El diseño del álbum parte de la portada de Key Svn Kvit y el diseño es del propio Paco González. Por cierto, si veis fotos del grupo por ahí, la máscara demoniaca y cornuda es obra de Stefy y es que la intención es hacer que todo el merchandising y propuesta de la banda sea artesanal y propia. El álbum sale, como un eclipse lunar, de la confluencia de Spinda Records, La Rubia Producciones, Violence In The Veins, Quebranta Records, Ritval Prods & The Braves Records.
‘Unguentum Sabbati’, además de recordarnos que Therion tiene otro tema homónimo, nos adentra en la lista de temas como una invocación. Los coros que se deslizan antes de la entrada de Stefi ya nos coloca en una situación de recogimiento. El ‘Unguentum Sabbati’ es uno de los preceptos fundamentales de la senda de los venenos, como una iniciación para manejarse con los espíritus. Así llegará el primer rasgueo de ‘Mal De Luna’. Un tema de una base rítmica ligeramente saturada, acorde a la distorsión, un mazacote de guitarra que encontrará escasos respiros en unos cambios afilados sobre los que se escuchará la voz grave de Cereto.
Pero el primer trallazo perdurable en nuestra memoria es ‘La Güestia’. Un fantástico riff, hipnótico en el crecimiento de arrope de la banda, nos trae la leyenda asturiana de las almas en pena (como La Santa Compaña gallega), que se llevará el alma del moribundo sufriente. La canción incluirá una parte recitada que servirá para aumentar en varios grados la potencia de guitarra y batería para la segunda parte. ‘Desdoblamiento’ es otra de las más destacadas de la lista. Reincide en un corto pero efectivo riff de guitarra, pero destacan sobre todo los arreglos de sintetizadores, que parecen centellear durante toda la canción, muy apropiada para esa experiencia en el que el cuerpo astral abandona el cuerpo físico. Su videoclip está realizado a partir de imágenes de la película ‘Häxan’ (Benjamin Christensen, 1922).
La segunda parte del disco comienza furiosa con ‘Hécate’, que nos lleva con otro riff accesible y metalero y una entrada vocal que, de alguna manera, me recuerda a los primeros tiempos de los siempre venerados Mastodon. La diosa griega es el eje argumental de un corte que dará una vuelta de tuerca, más truculenta, a la parte hablada. Para la coda final, como si de un filo cortante se tratara, la guitarra brinda los agudos más acusados del conjunto. ‘Lunavieja’ es el aquelarre sonoro en su más ceñida expresión, con alaridos repletos de efectos vocales que entran y salen mientras la instrumental libera furiosa.
Con un tempo algo más lento, ‘Walpurgis’ viaja esta vez hacia la noche de brujas alemana, que se celebra en la noche del 30 de abril. Es una de las canciones más contemporizadas de la lista, aunque los sintes ayudarán a reforzar el lado oscuro de la fuerza. El cierre llegará con ‘La Quema’, la más extensa de la lista con sus ocho minutos de duración. El crepitar de la hoguera nos sobrecoge para la más stoner del disco. El desarrollo de la canción permitirá jugar con un solo de guitarra más psicodélico y hasta progresivo, que nos puede conectar a pasajes sonoros de los Toundra o Jardin De La Croix más contundentes.
Lunavieja remata así un debut de lo más notable que consigue que su concepto cale más allá del escucha, generando en el interior la inquietud pretendida. Marca de seguimiento para seguir con curiosidad lo que nos puedan ofrecer en el futuro.
Lista de canciones – tracklist:
- Unguentum Sabbati
- Mal De Luna
- La Güestia
- Desdoblamiento
- Hécate
- Lunavieja
- Walpurgis
- La Quema
Publicado el abril 6, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Lunavieja. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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