Saratoga – 22/10/22… La Historia Continúa
De las múltiples formas que hay de celebrar una efeméride tan significativa como la del trigésimo aniversario, Saratoga escogió la de regrabar temas de distintas épocas de su carrera, adaptados a los nuevos tiempos y hechuras de alineación en el disco XXX. Decíamos entonces caso de la banda de la iguana es excepcional. Con el denominador común constante de Niko del Hierro, al pie del cañón durante las tres décadas salvo por un año escaso de ‘parón indefinido’, pocos grupos hay en nuestra escena que pese a contar con cinco vocalistas y cinco bateristas distintos (en la guitarra solo Tony Hernando tiene el honor de haber estado los años que Jero Ramiro se centró en Santelmo) su poder de convicción y de atracción jamás ha disminuido. Tampoco su calidad, que siempre se cimenta en un heavy metal de corte clásico, sin zarandajas, afilado en las seis cuerdas, machacón en la batería y bajos cuando hay que darle al power metal y esos agudos mágicos desde el micrófono. Es por eso que ese tipo de grabaciones adquieren más sentido por ello, sobre teniendo en cuenta que aquel disco representó también la entrada a las baquetas de El Estepario Siberiano sustituyendo a Dani Pérez. Una muy buena piedra de toque que vino aparejada de una gira de festejos que tuvo en la noche del 22 de octubre en la madrileña sala de La Riviera su cénit, con la grabación de este cedé y deuvedé que, como es habitual en estos casos, contó con invitados como Pablo y Víctor García de WarCry, Carlos y Jorge Escobedo de Sôber y Leo Jiménez, ex de la formación. Un directo atronador, como no podría esperarse de otra forma del grupo más canónicamente heavy de la escena nacional, capaz de mantener esa magia del ‘fenómeno fan’ a la vieja usanza. Por muchos años más.
A Saratoga hay que reconocerles como se merecen. No quiero en este caso citar a otras formaciones coetáneas a su trayectoria pero la constancia y empeño con la que se han manejado a lo largo de los años es brutal, encabezando ese empecinamiento su bajista, Niko del Hierro, que tuvo el valor de seguir adelante en un momento en el que se vio de repente sin la guitarra de Jero Ramiro y la voz de un Leo Jiménez pletórico, ambos poco después de la salida de Dani Pérez. Contra todo pronóstico y pese a que los pájaros agoreros ya rondaban esperando la defunción, salió adelante de forma progresiva con tres discos de estudio con un Tete Novoa que tuvo la suficiente fortaleza para no cesar en su empeño.
Por todo ello, afrontar un directo como este que viene a celebrar ese trigésimo aniversario sirve para enamorarse una vez más de un sonido inconfundible y con escasas concesiones a lo que pudiera estar más o menos de moda dentro de la escena metalera. Si ese modus operandi de Niko, sujetado por la tesitura cada vez más rotunda de Tete y el regreso de Jero, sumamos la entrada de un animal como Jorge Estepario, tenemos como resultado una banda que ofrece un directo con la misma energía y entrega de chavales que empiezan.
Quien conoce a Saratoga sabe que Dani era uno de los mejores bateristas del país. Cualquier se hubiese conformado con igualarlo, pero claro, con Saratoga igualar una apuesta nunca es suficiente (valga como ejemplo el tema de los agudos y escalas imposibles) y Estepario consigue dar otra vuelta de tuerca. Quienes le han venido siguiendo en su canal de YouTube en los últimos años lo saben, es una mala bestia a la vez que bastante preciso y seco en el golpeo. Comparte con Dani la capacidad de generar melodías propias sobre el tempo de la canción, aunque si aquel tenía un cariz más melódico o refinado, Estepario muestra todas sus cartas llevándolas a primera línea y rellenando huecos imposibles con una velocidad endiablada. Y, claro, cuando hablamos de canciones bombásticas como “Vientos De Guerra”, “Tras Las Rejas” o “Resurrección”, el resultado solo puede ser explosivo.
De hecho es que prácticamente todo el concierto lo es, con particularidades específicas. Como denominadores comunes hay que significar que Tete, como ya apuntaba, está realmente excelso, jugando en distintas tesituras, de lo más naturalizadas y cómodas a jugar a deconstruir algunas líneas melódicas que todos tenemos en la cabeza y con las que el juega ya sea tirando de voz ronca, de tempos medios y cómodos o rozando lo imposible, entre melismas, arengas al público y un sinfín de recursos. Siempre me llamó la atención (y me encanta) cómo los coros cazalleros o funcionales de Niko y Jero funcionan a la perfección como complemento sobrio.
En las canciones más exigentes se notan las tablas aunque es una delicia absoluta ver la pelea cuerpo a cuerpo en temas como “Maldito Corazón”, donde las respiraciones y los lógicos fallos o silencios son recuperados con brío y maestría. Por cierto, unas tablas que también se agradecen y de qué manera en la más que mejorable colaboración de Víctor García en “Mi Ciudad”. No engañamos a nadie cuando decimos que a Víctor se le quiere en esta casa desde el principio de los tiempos, pero la grabación, aunque mejorada de lo que se vivió in situ en la sala, es bastante deficiente. Solo la épica final y los capotazos de Tete (majestuoso ese “«¡es Warcry!») salvan el clásico.
Mención contraria para Carlos, que me sorprende en la furia y exigencia de “Perro Traidor”, saliéndose de sus registros más comunes para brillar en la hostilidad de los momentos vocalmente más complejos. En cuanto a la doble colaboración de Leo Jiménez, en “Vientos De Guerra” regala un momento épico e histórico donde las dos fuerzas vocales se complementan para deleite absoluto del personal. Ya con Pepe Herrero al piano, más previsible, aunque gratificante, se desarrollará la balada “Si Amaneciera”, junto al medio tiempo “Lejos De Ti” la única concesión a la bajada de pistón del concierto que, por otro lado, confirma la recuperación de ese «A Sangre y Fuego», sucio y demoledor.
Como consideraciones personales, que se le notan las costuras y no estar a la altura el tema “Morir En El Bien, Vivir En El Mal” en este repertorio y que se hace francamente corto para lo excepcional de la cita. También podríamos haber ensoñado la presencia de todos los vocalistas como reconocimiento a toda la trayectoria, pero eso ya elementos exógenos para perfeccionar la propuesta.
La Historia Continúa con Saratoga y el nivel no decae por más que pase el tiempo. Larga vida.
Más de Saratoga en RockSesión:
Saratoga y Nocturnia. Madchester Club. Noviembre 2019
Saratoga. Madchester Club. Noviembre 2017
Saratoga – Morir En El Bien, Vivir En El Mal
Saratoga. Tierra Santa. La Skala de Richter.Agosto 2015
Saratoga – Vientos De Guerra (1999)
Lista de canciones – tracklist:
- Intro
- Tras Las Rejas
- A Morir
- No Sufriré Jamás Por Ti
- Maldito Corazón
- A Sangre y Fuego
- El Vuelo Del Halcón
- Morir En El Bien, Vivir En El Mal
- Perro Traidor (con Carlos y Jorge Escobedo de Sôber)
- Lejos De Ti
- Las Puertas Del Cielo
- Mi Ciudad (con Víctor y Pablo García de WarCry)
- Solo De Bajo
- Si Tú No Estás
- Vientos De Guerra (con Leo Jiménez)
- Si Amaneciera (con Pepe Herrero y Leo Jiménez)
- El Olvidado De Dios
- Como El Viento
- Rojo Fuego
- Resurrección
Publicado el enero 11, 2023 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, La Historia Continúa, Saratoga. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
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