Silenciados – Cultura Irracional

SilenciadosDebut que no es un debut. Cultura Irracional es el primer disco de Silenciados, ligera mutación en el nombre de los siempre queridos Silencio Absoluto. Todavía recuerdo cómo el día que hice #Mis10de los riojanos (11 de mayo de 2013) muchos tuiteros se sorprendieron por la magnificencia de su rock de corte poeta, con ligeros toques crápulas y reflexivos. Un punto diferencial a lo que suele ser el perfil al uso de grupo de ese género. Año y medio después del fin de la gira de A Puñetazos Con Los Abrazos y, por tanto, su fin como grupo, Txinín y Joselito Apaleao, esto es, voz y bajo, letrista y compositor de aquellos, anuncian su trasmutación en Silenciados. Le acompaña otro músico de aquella gira, Samuel G. Ayuso. Así que, como Albertucho y Capitán Cobarde, Cultura Irracional es el primer disco de una nueva etapa. Diez cortes con el cuchillo entre los dientes.

Y es que esa es una de las principales bazas y debilidades del disco. Y empezaremos por lo que considero sombras. “Nosotros hacemos rokanrol, no nos gusta etiquetarnos mucho porque no tenemos ningún prejuicio a la hora de hacer música. Pero lo que sí buscamos es que nuestras canciones lleguen directas al corazón, que te remuevan por dentro”, aseguraban en la promoción previa del álbum. Escuchado el resultado, he de decir que hay mucha más velocidad que sentimiento. La falta de dinámica es acusada y el acelerador está pisado a fondo en casi la totalidad del álbum, salvo por alguna intro a capela o semi-acústica y el medio tiempo final que tiene también un arreón final, o sea que casi que tampoco.

Entiendo al grupo. Cuando hay muchas ganas de demostrar energía, de ir a por todas, evidenciar que la formación sigue tan viva y con ansias de comerse el escenario se puede pecar en una ‘vigorexia rockera compositiva’ bastante notoria. Además, las letras se contagian de la prolongada crisis y las referencias son constantes en buena parte de los cortes. Hay más rabia que emoción en las canciones y eso diluye el poder que tenía alguno de los maravillosos himnos que ellos mismos compusieron años atrás, como también se ha esfumado la capacidad críptica de otros textos. Además de esta crítica social recurrente, el gesto se tuerce aún más cuando hasta en cinco de los diez cortes hay referencias a empalmarse (‘vigorexia testicular’). Se me pone tieso el corazón (‘A Contracorriente’); a mí se me levanta (‘A Trancas y Barrancas’); me pongo palote (‘Entre Alfileres’); y se me pone dura (‘Borracho En Mi Cuna’ y ‘A Veces’). Que no tiene nada de malo tanta efusividad pero en menos de cuarenta minutos tanta evocación eréctil… cansa cuando se pide o se espera algo más.

En el lado positivo, la producción de un hombre de confianza del grupo como Javier San Martín ha dado como resultado un sonido perfecto. Destaca el imponente trabajo de guitarras que tiene el disco y la facilidad de generar estribillos de fácil encadenamiento y memorización, tal y como queda patente desde la entrada con ‘A Contracorriente’, el tema que abre el disco. También resalta el gran elenco de colaboraciones. En la canción que da título al disco la participación de Pablo y Pepo de Desakato permite una escalada en la intensidad vocal que le da su punto. En ‘Nunca Más’ brilla la melodía vocal de Txinín así como las guitarras tras el estribillo, solo incluido. En ‘La Ruleta Rusa’ encontramos otro corte incendiario, con coro efectista. La primera parte del álbum se cierra con ‘La Conjura de los Necios’, con cameo de Juankar de Boikot, con su virulencia vocal característica. Además, la coda musical se adapta a ciertos aires metaleros que mejoran el conjunto.

En el segundo tramo ‘A Trancas y Barrancas’ contiene otro de los estribillos adictivos, además muy azuzados por un brillante golpeo de batería. Uno de los mejores cortes, sin duda. En ‘Con El Humo Dibujando Calaveras’ encontramos las esencias más reconocibles de los viejos Silencio Absoluto, un buen puente “trece escalones y que suenen las campanas” y un nuevo coro principal destinado a ser cantado en grupo. Más oscura y doliente es ‘Entre Alfileres’, donde la resignación y la esperanza conviven. Otra sacudida nos presenta ‘Borracho En Mi Cuna’, otro de los cortes llamados a trascender en la carrera del grupo, muy por encima de la media. Por último, la canción más diferente es ‘A Veces’, que posee las colaboraciones de Rulo a la voz, Juanan San Martín (Tierra Santa), hammond y piano y Juan Zagalaz (Alhandal) con guitarra acústica. En su concepción de sonoridad más reposada, su extensa duración y con bella melodía de teclas, la primera parte (quizá por la necesidad del agotamiento anterior) es más que notable, aunque la crescendo guitarrero la homogeniza con el resto, quitándole algo de personalidad propia.

Celebramos que sigan vivos con este puñetazo encima de la mesa para una banda a la que siempre es un gusto ver en directo, en el que espero que sepa compensar la ‘zapatilla’ de este disco con la emoción intensa de viejas canciones.

 

En Spotify.

Tracklist:

  1. A Contracorriente
  2. Cultura Irracional
  3. Nunca Más
  4. La Ruleta Rusa
  5. La Conjura De Los Necios
  6. A Trancas y Barrancas
  7. Con El Humo Dibujando Calaveras
  8. Entre Alfileres
  9. Borracho En Mi Cuna
  10. A Veces

 

 

Publicado el noviembre 19, 2015 en Críticas Discos y etiquetado en , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

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