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Rosendo – De Escalde y Trinchera
La gerusía era un órgano de gobierno de la antigua Esparta en la que un comité de sabios ancianos (más de sesenta años, cifra nada desdeñable en la época) eran los encargados del poder legislativo. El concepto de consejo de ancianos se ha repetido a lo largo de la Historia, por ejemplo tras la revolución francesa, y en numerosas civilizaciones, como la maya. Si extrapoláramos esto al mundo del rocanrol patrio, Rosendo es de pleno derecho un gurú de sabiduría ante el que todos escuchan cuando habla y canta. Y es así porque se lo ha ganado manteniendo una constancia implacable desde los tiempos de Leño hasta con la inicial incomprensión hacia su carrera en solitaria y la posterior consolidación y ganarse la pleitesía absoluta de más de una generación de rockeros, más allá de aquello de rock urbano. Una etiqueta que hace tiempo que le quedó pequeña por lo encorsetado del calificativo. Rosendo reflexiona y apunta sin tener que dar nombres, juega con las palabras como un gran maestro de las letras. Si unos lo hacen con las emociones, el jefe Mercado tira de retruécanos, expresiones castizas, refranero, juegos de palabras… Muy meritorio tras más de 200 canciones en la espalda.
Rosendo. Auditorio Maestro Padilla. 20 de diciembre 2013
Cuando uno ha visto a un artista o grupo una decena de veces, el factor sorpresa es relativo. Más aún en estos tiempos en los que los setlist de gira proliferan por los portales y redes sociales y cuando youtube ya está repleto de temas en directo de cada gira de presentación. Por suerte, la magia de la música hace que uno siga teniendo inquietud por verlo y escucharlo con sus propios ojos. Aunque el pasado viernes era fácil encontrar motivación extra: ver cómo reaccionaría el gran jefe Rosendo actuando en un Auditorio, con el público (supuestamente) sentado y con una acústica mucho más orgánica que cualquier otro escenario de sala. Así fue el último concierto de 2013 de Rosendo Mercado.