Barricada – Agur
Publicado por elchayi
Barricada se despedía, en principio para siempre, los pasados 16, 22 y 23 de noviembre llenando el Pabellón Anaitasuna de Pamplona en tres conciertos históricos y sudorosos. Nostálgicos, agridulces, pasionales. Esa mezcla de comunión mesiánica de saber que son los últimos acordes, los últimos brazos en alto y los últimos estribillos cantados a grito pelado. Agur recoge el directo de la banda navarra en la última de las tres citas. No es su mejor concierto, tiene algún que otro fallo, vocalmente puede ser mejorable en algunas canciones. Pero tiene la magia, el poder y la maldita sensación de que ya no habrá más. La que te hace entregarte y casi lubricar los ojos cuando le das al play al disco o al DVD. Y lo dice alguien que ni siquiera pudo estar allí. Pero las sensaciones sí que quedan reflejadas.
Y no especialmente porque Boni o Alfredo se prodiguen a los micros con discursos sobre el asunto. Tan solo un par de frases (en el disco) recogen alguna referencia a este final anunciado. Pero el sonido pabellonero está mucho más acentuado que en aquel Latidos y Mordiscos, ese sí, el mejor directo grabado por la banda, por entonces al completo, con El Drogas en sus filas. Hablar de Barricada y más desde la escisión y la posterior decisión de disolución definitiva es hablar de emociones y, por tanto, de una ligera pérdida de noción de la racionalidad. (Solo así se entiende que llegara a recibir amenazas por escribir una crónica del final en la que no le daba la razón ni a unos ni a otros). Es lógico y entendible. Barricada ha sido mucho para el rocanrol en castellano y solo hay que ver la colección de canciones (mal distribuidas, eso sí), que pueblan el disco. (Por no hablar de las que se quedan fuera: ‘Sofokao’, ‘El Mejor De Tus Días’, ‘Víctima’, ‘Como Yo A Ti’, ‘Bahía De Pasaia’, ‘Noche En La Ciudad’… y un largo etcétera).
El sonido es mucho más sucio que en Latidos, intencionadamente. La producción de aquel disco buscaba limpieza y perfección, aquí se busca la emoción de la significativa noche. Decisión acertada que trae a primera línea las voces del público y una distorsión muy presente. Las guitarras y las voces de hecho en el directo se comen completamente las líneas de bajo. Hay canciones que en casi un 50% son cantadas por el público: ‘Oveja Negra’, ‘En Blanco y Negro’, ‘Esta Noche No Es Para Andar Por Esas Calles’, ‘Pídemelo Otra Vez’… Himnos colectivos. En el resto del concierto encontramos a un Boni siempre rugoso y desbordante, con esa voz que parece que se va a romper desde la primera canción, pero que sin embargo aguanta hasta el final sin perder un ápice de potencia y entrega. Pura lija y rocanrol. En el caso de Alfredo, brilla en las canciones que él ha cantado siempre, como ‘Písale’ o ‘Quiero Perderme’ y se pierde un poco más en la difícil tarea de suplir la voz grave de El Drogas. Además su tendencia a dejar que el público cante, no está tan bien ajustada y en mulitud de ocasiones, con la escucha del disco, deja una sensación rara con esas palabras cortadas a la mitad o silencios inoportunos.
Además, y como apuntaba al principio, considero que el repertorio está algo descompensado. No sé si los asistentes al concierto tuvieron la misma impresión (os animo a que deis vuestro punto de vista en los comentarios), pero en las sucesivas escuchas la impronta es cada vez más fuerte. Hasta ‘Pon Esa Música De Nuevo’, el concierto vuela a una velocidad de vértigo. El final del disco uno, sin embargo, se hace algo cuesta arriba. Algo así, aunque menos acusado, ocurre con los bises. El agotamiento emotivo precisa sacudidas más grandes que las que se reservaron, si bien ‘Barrio Conflictivo’ y ‘En La Silla Eléctrica’ son las que mantienen el tipo.
Agur en cualquier caso es un testimonio necesario de tres valientes que optaron por lo más difícil, continuar sin el componente más carismático de la formación. Eso tiene su valor, eso es rocanrol y dejaron el pabellón muy alto, hasta que el hastío se hizo demasiado presente como para seguir adelante. Alfredo ya tiene un par de proyectos en marcha, uno de ellos junto con su hijo Iker y Agnes de Lilith. De Boni pronto tendremos noticias también y veremos dónde acaba Ibi. El Drogas mientras tanto le da un lavado de cara a su repertorio, eliminando bastantes canciones barriqueras… El tiempo dirá si algún día…
Y es que lo peor de este disco es que no viene acompañado de una gira de presentación.
Tracklist:
CD 1:
- Esta Es Una Noche De Rock&Roll
- Písale
- Objetivo A Rendir
- Pasión Por El Ruido
- Lentejuelas
- Contra La Pared
- Abrir Y Cerrar
- Quiero Perderme
- Todos Mirando
- Por La Libertad
- Juegos Ocultos
- Oveja Negra
- El Trompo
- Callejón Sin Salida
- Pon Esa Música De Nuevo
- Rugir Y Morder
- Cierra Los Ojos
- Mañana Será Igual
- Aguardiente
- Por Salir Corriendo
CD 2:
- A Toda Velocidad
- Deja Que Esto No Acabe Nunca
- Okupación
- Rojo
- Animal Caliente
- En Blanco Y Negro
- Aún Queda Un Sitio
- No Hay Tregua
- Esta Noche
- Flechas Cardinales
- Pídemelo Otra Vez
- Esperando En Un Billlar
- Barrio Conflictivo
- No Sé Qué Hacer Contigo
- En La Silla Eléctrica
Barricada – Barrio Conflictivo (1985)
Barricada – Quedan Caminos Por Recorrer
Barricada – Flechas Cardinales
Barricada – Aupa Lumbreiras 2013
Publicado el marzo 3, 2014 en Críticas Discos y etiquetado en Agnes Lilith, Agur, Alfredo Piedrafita, Barricada, Boni, El Drogas, Ibi, Ibi Sagarna, Iker Piedrafita, Javier Hernandez Boni, Latidos y Mordiscos, Lilith. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
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Noche mágica ,inolvidable, demasiada emoción acumulada ,yo he de reconocer que salí del concierto pensando que habían tocado «todas».Aún sin ver el DVD si que me pareció que iban volados los primeros temas,pero todo se perdonaba esa noche,se nos iban los Barricada!!!
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