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Balmoral. Loquillo, por un instante, la eternidad (Javier Escorzo)
Una de las mejores cosas que me ha permitido conseguir al contar con una web de firma como es RockSesión, que se encamina a lo tonto a por su noveno aniversario en poco más de mes y medio (la inauguración ‘oficial’ se realizó a comienzos de marzo de 2012), es conocer y compartir opiniones con colegas de profesión y compañeros de pasión en el mundo del rock en su más amplia expresión. Sin fronteras ni limitaciones. El valor de la música más allá de opiniones tendenciosas o inquinas pueriles. Dejarse descubrir y empapar por las intenciones creativas de uno u otro autor, de cualquier banda. Desde lo más conservador a los más arriesgado. De lo más íntimo a lo más popular. Del culto al oculto. Uno de ellos es mi tocayo Javier Escorzo que, a su vez, junto a una de las dos editoriales más recomendables para el mundo del rock español, Efe Eme (la otra es Desacorde Ediciones, ya saben) ha gestado dentro de la Colección Elepé este Balmoral. Loquillo, por un instante, la eternidad, un libro en torno al punto de inflexión que supuso en la carrera del Loco su ‘verdadero’ primera álbum en solitario. El primero sin el peso de Los Trogloditas. Con el que se jugaba el todo o nada después de “deambular por estudios con presupuestos ciertamente irritantes”. Una colección que poco a poco se torna imprescindible, gracias a que ya lo hicieron (entre otros, puesto que cito los que he leído) Juan Puchades con 19 Días y 500 Noches de Joaquín Sabina, Josemi Valle con Rock & Ríos de Miguel Ríos o Luis García Gil con Mediterráneo de Joan Manuel Serrat. (No negaré que en ocasiones me ensueño haciendo lo propio con alguno… Nunca se sabe). Eso sí, para enfrentarse a su lectura es necesario dejarse de inquinas, tener ganas de situarse en el punto vital y artístico del protagonista y leer sin prejuicios. Porque la vida es de los que arriesgan.
Lee el resto de esta entradaLos Rebeldes y Pike Cavalero. Almería. 22 de diciembre
Con una veintena de discos publicados (entre directos y ediciones especiales), Carlos Segarra y sus Rebeldes son historia viva del rocanrol en España. Y es muy fácil decirlo, pero también lo es olvidarlo. Forma parte de esa corte de grupos que surgieron cuando había muy poco donde mirarse que no fuese extranjero. Y tienen el valor de no haber sucumbido nunca ni a modas ni al tiempo. Hay algo en su paso asociado a rutina y, en la música, a veces se asocia a la fina capa de olvido que dejan algunos. Por eso, desde aquí no nos cansaremos de reconocer los méritos a grupos como ellos. Cuatro décadas de rock tamizado de blues, de swing, de rockabilly, de estilo clásico. De grandes baladas y sensaciones de juventud primeriza. Ese sueño del que se ve con una banda de rocanrol. Segarra tiene la suya y tenemos la suerte de que la lleva compartiendo con los demás toda una vida. Anoche volví a verles después de casi 15 años… Y mereció la pena. A partir de este momento os dejo mi crónica de agencia realizada para el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería. Salud. Crearse altas expectativas es la vía más fácil para ir directos a la decepción. Pero cuando los galones y la música entran en acción con la maestría de una amplia gama de certeros ejecutores la jugada es ganadora incluso antes de repartir las cartas. Así ocurrió anoche con el arrasador paso de Los Rebeldes por Almería, en el marco de su gira de 40º aniversario sobre los escenarios. La cita se desarrolló en el Mesón Gitano de la capital, de carácter gratuito y con invitaciones agotadas, con la banda de Pike Cavalero como invitados y todo ello dentro de la programación especial de Navidad puesta en marcha por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería.
Lee el resto de esta entradaLos Rebeldes – Rock Ola Blues
Con una veintena de discos publicados (entre directos y ediciones especiales), Carlos Segarra y sus Rebeldes son historia viva del rocanrol en España. Y es muy fácil decirlo, pero también lo es olvidarlo. Forma parte de esa corte de grupos que surgieron cuando había muy poco donde mirarse que no fuese extranjero. Y tienen el valor de no haber sucumbido nunca ni a modas ni al tiempo. Hay algo en el paso del tiempo asociado a rutina y, en la música, a veces se asocia a la fina capa de olvido que ponen algunos. Por eso, desde aquí no nos cansaremos de reconocer los méritos a grupos como Celtas Cortos, como La Frontera o como Los Rebeldes. Gente con más de 30 años de carrera. Y, en el caso de Segarra y los suyos, nos cantan las cuarenta en este 2019. Cuatro décadas de rock tamizado de blues, de swing, de rockabilly, de estilo clásico. De grandes baladas y sensaciones de juventud primeriza. Todavía, cuatro décadas más tarde, las canciones de este Rock Ola Blues transmiten ese sueño del que se ve con una banda de rocanrol. Segarra tiene la suya y tenemos la suerte de que la lleva compartiendo con los demás toda una vida. Está lejos de ser su mejor disco, pero es el más reciente y eso merece el reconocimiento.
Loquillo – La Nave De Los Locos
Es cierto que nunca le ha importado demasiado el qué dirán pero, ahora más que nunca, Loquillo ha llegado a un punto de su carrera artística que se puede permitir hacer lo que quiera, lo que le pida el cuerpo. Que si una compilación doble en directo con ‘Hermanos de Sangre’, un disco como ‘Balmoral’, clásico con solo nacer y con una canción bailable como ‘Sol’, musicar poemas incorrectos en ‘Su Nombre Era El De Todas Las Mujeres’ y hacer una gira de teatros atípica con todo lo incomprendido de su vasto repertorio. Ahora, para cerrar un año prolífico presenta ‘La Nave De Los Locos’, un disco con diez canciones escritas por Sabino Méndez en las últimas tres décadas, cerrando así cualquier atisbo de polémica pasada.
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