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Bushido – Bushido (2004)
Algún día tenía que llegar y ha sido hoy. Bushido es uno de esos desvíos momentáneos en la carrera de Enrique Bunbury que, como denominador común de amistad con el resto del componentes de este proyecto, reúne a otras tres fuertes personalidades para crear un disco único (porque no iba a tener vocación de continuidad). Una suerte de trabajo experimental (en el concepto, no en las formas, pues la producción es impecable) en los que reúne a Shuarma (al que ya conocía y que ya había producido y colaborado en Elefantes), a Carlos Ann (personaje del underground barcelonés con quien compartía una devoción absoluta por Leopoldo María Panero) y Morti (el vocalista que había despachado tres discos sobresalientes con El Fantástico Hombre Bala). Son cuatro caracteres muy marcados y casi inamovibles, como se puede ver antes de este disco y por cómo han seguido su camino los más de diez años que han transcurrido. Bushido quedará como una rareza de lo que un día se inventaron. Es un disco venenoso que no siempre entra, pero que nunca conviene dejar de lado.
Elefantes – Nueve Canciones de Amor y una de Esperanza
Pocos grupos hay en nuestro país que puedan despachar un disco monográfico sobre el amor en diferentes estadios y estados, y que no muramos de sobredosis en la escucha. Elefantes siempre se ha caracterizado por la capacidad de generar emociones a base de hermosas melodías vocales y musicales. Por una lado, con la dulce fragilidad de la tesitura de la voz de Shuarma, por otro, con una banda solvente y sensible que, como una esponja mojada en pintura, diluye las emociones con la justa traslación de intenciones a los instrumentos. Hugo Toscano (guitarra y coros), Julio Cascán (bajo) y Jordi Ramiro (batería). Después de ocho años de secano, Elefantes volvieron en 2013 con un disco que, sin quererlo, compendió lo que era el grupo en el pasado, en el presente y en el futuro. Canciones abiertas en muchos casos y otras rotundas y certeras. Tras una merecida y extensa gira acorde a la necesidad que había de ellos, Nueve Canciones de Amor y una de Esperanza, de título Nerudiano, se compone de carretera y de corazón, siempre corazón, porque ellos no entienden nada sin ello.
Elefantes y Cyan. Cabo de Gata 25 de julio
Inmiscuido siempre en la vorágine del calendario festivalero, el concierto del pasado viernes en el Paseo Marítimo de Cabo de Gata era uno de esos contrapuntos necesarios para equilibrar la balanza sonora de la música en directo. Elefantes es una banda amable en las formas, agradable en la ejecución y una pequeña luz dentro del marasmo de la sobreexposición musical. Su regreso nos devuelve a una banda necesaria que transmite rocanrol aunque no alardee en distorsión o en agresividad. Cyan por su parte es de esas formaciones que al calor de los grandes referentes del rock-indie-pop-alternativo está consiguiendo poco a poco diferenciarse del resto y, al menos, resultar mucho más creíble que la media del género. Ambos acudieron a su cita frente al mar y este fue el resultado de aquella noche. (Fotos: Juan Jesús Sanchez Santos)
Entrevista a Shuarma (Elefantes): “Cuando escuchas un disco sabes cuándo ha nacido por la necesidad de ser creado y cuándo es por obligación”
Conocí a Elefantes con ‘Azul’, su disco a la postre más conocido y el que los elevó al gran público con esa mezcla de intensidad y delicadeza que ponen tanto en las melodías vocales como en la música. Aquel álbum (que algún día traerá a la críticas remember de los viernes) se convirtió en una pieza obsesiva para mí en unos años muy intensos. Era un reducto de paz (también de tristeza) para días duros. Jamás se me olvidará que le pedí a mi hermana que me lo regalara por mi cumpleaños. Ella, en su buena fe, pues no los conocía, me compró un disco de… Elefante, el grupo mejicano. Esta semana he tenido la oportunidad de entrevistar a Shuarma, su vocalista y compositor. Es uno de esos círculos que a uno le gusta cerrar porque han significado mucho en tu vida. Esta es la entrevista completa.
Inmune – Ilumíname
Resulta casi ofensivo decir que esto es un debut, cuando los músicos que integran Inmune están más que curtidos en mil batallas. Sobre todo su frontman, ya que el siempre inquieto y lírico Morti (lo recordaréis por ser la voz de Skizoo, el spin-off de Sôber, por participar en Bushido, junto a Bunbury, Carlos Ann y Shuarma, y por liderar El Fantástico Hombre Bala. Un hombre que respira sensibilidad y que la transmite sea cual sea el grupo al que pone voz. Inmune no sorprende por eso, porque sabemos qué podemos esperar de un artista así, sin embargo han conseguido un sonido muy trabajado, las letras escapan de la oscuridad gratuita de antaño (aunque sigue habiéndola) y crean melodías y estribillos adictivos y accesibles. Inmune ya está aquí y parece que ha venido para quedarse.