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BSO La Bola de Cristal – ¿Qué Tiene Esta Bola? (2003)
No es la primera vez que ocurre, ni será la última. Las peticiones de las tuitcríticas que suelo pedir los jueves en Twitter suelen servir en ocasiones de fuente de inspiración a la hora de elegir la crítica remember completa que propongo, más amplia, en la web. Es el caso de esta semana, motivado por el reciente fallecimiento de Lolo Rico, su directora, está en el ambiente (si es que alguna vez se fue de entre los más acérrimos y/o nostálgicos) el recuerdo al programa infantil La Bola de Cristal, emitido desde 1984 a 1988. Aquel formato televisivo convertido en un símbolo de muchas cosas, posiblemente muchas de ellas excesivas para su pretensión inicial. Modernidad pseudo—electrónica y tecnológica y tintes de terror para divertir a la infancia de la época, con un toque irónico muy acusado y un libre pensamiento que no fue bien tolerado por todo el mundo. Especialmente, cuando Pilar Miró llegó al mando de RTVE en 1987 y decidió meter tijera. Aquello indignó a Rico, junto a la supresión de algunos gags, lo que llevó al fin de La Bola en 1988. Después llegaría el Cajón Desastre de Miriam Díaz Aroca y, a continuación, No Te Lo Pierdas, con Leticia Sabater. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? En algunos casos, la respuesta es clara.
Manolo García – Geometría del Rayo
Sobre la subjetividad del tiempo ya habían hecho grandes aportaciones Cortázar o Proust pero, llevado a la empírica relacionada con la música, este último disco de Manolo García es un buen ejemplo de ello. Y es que, aunque realmente han pasado tres años y medio desde el lanzamiento de su anterior disco de estudio (Todo Es Ahora), calendario medio frecuentado por el artista catalán, el hecho de que hace apenas siete meses publicara un suculento álbum en directo nos ha hecho sentir que la espera ha sido mucho menor, como una continuidad presente y desordenada, como un monólogo interior de Joyce. Y, siguiendo la trayectoria apuntada en el citado pretérito álbum, García entra en la decena del seis en un estado de forma pletórico. Lo demostró en los directos (que eso ya lo sabíamos desde el principio de su carrera), pero ahora lo confirma en una Geometría del Rayo que tiene en más de la mitad de sus cortes, canciones de hechuras imperecederas, de la grandeza modesta de un artista al que, posiblemente, la crítica más seria de cariz circunspecto y borrachos de americana poser, jamás valorará con la justicia que merece.
Manolo García – Todo Es Ahora (En Directo)
Si tuviera que hacer un leve ejercicio de memoria por los cientos y cientos de conciertos que he tenido la suerte de disfrutar en los últimos veinte años, creo que el de Manolo García en la gira de 2001, la de Nunca El Tiempo Es Perdido, estaría casi con toda seguridad entre los diez mejores que he visto nunca. Hablar de García es hacerlo del artista entregado, de conciertos de más de dos horas y media, de discos de más de una hora de duración, con extras de maquetas u otras mezclas. De la entrega de quien se considera más artesano de la música y de la palabra que artista. Perdido durante unos años en el barroquismo de las letras y la ausencia de golpeo musical, Todo Es Ahora le puso de nuevo fino y en forma en eso de desplegar una retórica por encima de la media, pero inteligible. De despachar un rock de pies en el suelo, preferiblemente sin asfalto. Ahí queda ese platino y esas más de 100.000 copias vendidas que, para los tiempos que corren, es como si fuesen 400.000 de hace una década. Sabiendo que El Último De La Fila nunca tuvo un directo grabado con plena consciencia para su edición y aunque Manolo García ya tenía algunas canciones en directo registradas en varias ‘rarezas’, me parece lógico y plausible que haya decidido marcarse un doble (con DVD) bien cargado de minutaje y temas. Con 62 años, el triunfo de Manolo es el triunfo de la anti-estrella.
El Último De La Fila – Nuevas Mezclas (1987)
La historia de El Último de la Fila es la de un grupo que siempre fue fiel a sus creencias, que tocó la cima en reconocimiento de crítica y público y no por ello se vieron obligados ni a seguir cuando ya no creían en ello, que le dijeron que no a una poderosa firma comercial que les pagaba una millonada por asociar su marca (a cambio se pusieron a colaborar de manera altruista con 18 Ong’s de toda España), que rechazaron un precontrato con Virgin tras ganar un concurso porque ya habían dado su palaba a un pequeño sello independiente llamado PDI (que después les liberaría de manera altruista al ver que era imposible seguir su camino hacia el éxito), que se dijeron adiós en el momento en el que vieron que la unión de Manolo García y Quimi Portet no podía dar más de sí. Banda bien reconocida dentro de la música ‘comercial’ española, El Último De La Fila rezumaba rock y mucho de acidez anárquica y descontrolada en sus directos y en su actitud. Con frecuencia ignorados por los militantes del ‘rock urbano’, ‘combativo’ o más duro, EUDLF es uno de los grandes nombres propios de nuestra música. Y en RockSesión nunca nos hemos olvidado de ellos.
Porretas – Clásicos II
Dentro del carácter entrañable que se ha ganado Porretas, sus seguidores siempre han tratado con cariño aquel Clásicos, lanzado en el apocalíptico año 2000. Tras un irregular Rocanrol (1998), sus versiones de temas de ‘Pongamos Que Hablo de Madrid’ (Sabina), ‘Sí Señor’ (Leño), ‘Esto Es Un Atraco’ (Burning), ‘Juego Sucio’ (Obús), ‘Peligrosa María’ (Los Suaves), ‘Txus’ (La Polla Records), ‘Diga Que Le Debo’ (Siniestro Total) o ‘Saca el Güisqui Cheli’ (Desmadre 75) se hicieron un hueco en el cancionero habitual de la banda, hasta el punto de empacarse en un popurrí que es uno de los momentos álgidos de sus conciertos. (También estaban en aquella ocasión temas de Tequila, La Frontera, Alarma!!!, Ramoncín y Moris). 17 años más tarde, los Porretas se marcan el gustazo personal de hacerse una segunda edición, esta vez con canciones algo más lejanas del rock, de sus influencias directas, y dejan espacio para terrenos pop-rock (Nacha Pop, Gabinete Caligari, El Último De La Fila, Dúo Dinámico), cancionero crooner (Julio Iglesias, Nino Bravo, José Luis Perales), temas de rock más reposado (Asfalto, Loquillo, Miguel Ríos) y hasta referentes generacionales como Jarcha. La batidora Porretas al final siempre deja sabor propio.
Viñarock, impagos y otros males
Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana. Es el título de uno de los primeros álbumes de El Último de la Fila y sirve de punto de partida. Cambiemos pobreza por ‘falta de liquidez’ y amor por ‘rock’, y encontraremos el fiel reflejo de lo que está ocurriendo por todo el Estado con los festivales de rock estatal, sea cual sea su tamaño. Si hasta uno de los más importantes y de mayor volumen de asistencia, como el Viñarock, acumula impagos de 300.000 euros con las bandas, y hasta 1,8 millones en total contando las deudas a proveedores de materiales, según la nueva corporación municipal, el tema pinta mal y es para preocuparse.