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Inconscientes – No Somos Viento
Pleno rendimiento y alto nivel de producción el que le está dando Iñaki Antón a sus Inconscientes desde que el parón de Extremoduro comenzara. Un disco doble en Quimeras y Otras Realidades, una gira por salas, temporada de festivales, disco en vivo con Directo En La Penélope y apenas un año y medio después, otro álbum de estudio con este No Somos Viento. Claro, nos choca de frente si medimos los tiempos que solía promediar en su unión con Robe. En este tiempo he podido entrevistar a Iñaki en tres ocasiones y ya desde la primera me aseguraba que ya tenían material avanzado para otra nueva entrega. En este tercero de estudio se reúnen nueve temas que dan continuidad a un proyecto que a cada paso demuestra que ha vuelto para quedarse por un largo tiempo. O, al menos, más de lo que se podría haber presupuesto en primera instancia. Además, lo hace con las colaboraciones estelares de Fito Cabrales, Carlos Tarque y Kutxi Romero, al que cada vez se siente más unido. Además también hay otros viejos conocidos con los que ha trabajado tanto en Extremo, como Platero, como Extrechinato: Gino Pavone, Sara Íñiguez ‘Rubia’, María Martín, Alen…, incluso a Aitor Ariño, un habitual en los mandos de sus discos de los noventa.
Inconscientes – Quimeras y Otras Realidades
Las comparaciones son necesarias por contextualizar o como referencia, pero nunca como argumento para el ataque. El hecho de que los discos de Robe e Iñaki en sus proyectos paralelos a Extremoduro hayan coincidido en el tiempo no debe ser óbice para que los reaccionarios usen este doble disco de Inconscientes como arma arrojadiza. Es absurdo plantear límites a la creación. Al que le guste todo ‘ordenadito’ dentro de unos cánones rockeros y sus oídos no le lleven más allá, está claro qué álbum preferirá. Pero quienes tienen más registros y una mentalidad más abierta deben estar retozando como cerdos que hozan, como en el ‘Desarraigo’ de Extremoduro. Y como los propios protagonistas de este asunto circunstancial, que son el Antón e Iniesta, con los que he tenido la suerte de hablar en las últimas semanas, quienes más están disfrutando de este asunto. La cosa está muy clara, no le busquemos más sentidos y disfrutemos de la música en su amplia concepción. Inconscientes regresa nueve años más tarde con ganas de rocanrol, de contacto directo, de sudor y lubricación. Quimeras y Otras Realidades ayuda a ello y con miras mucho más trascendentales.
Extremoduro. Crónica Granada. 3 de octubre 2014
Cuando se dieron a conocer las fechas de la gira de Extremoduro correspondientes a la presentación de su último disco, ‘Para Todos Los Públicos’, barrunté a bote pronto que era muy posible que los viera en tres ocasiones. Muchos se preguntaban si era necesario tanto despliegue, pero tiene su explicación lógica. La primera de ellas en Murcia, porque me pillaba cerca y porque era la parte inicial de la gira, ganas de verlos antes de que las redes se inundaran de información y cuando aún hay mucho que ajustar y el rodaje no ha limado todavía los desajustes. La segunda, a finales de agosto, en Almería y en pabellón, con la gira ya muy rodada pintaba aún mejor (el propio Uoho me reconocía que es a partir del concierto quince cuando una gira empieza a estar rodada y perfeccionada). Y la tercera, cerca del final, en Granada, por ser una plaza especial para Robe. No hay que olvidar que vivió allí desde mitad de los noventa hasta principios de milenio. Y tanto que se notó que era una cita marcada en rojo para la banda. Fue esa misma semana cuando decidí asistir así que me planté allí sin fotógrafo ni acreditación siquiera. A lo loco. Así fue el concierto de Granada.
Extremoduro. Palacio de los Juegos Mediterráneos. 24 de agosto
Extremoduro tenía una deuda pendiente con Almería. En 2008, una mala tarde de viento hizo que los técnicos consideraran que había que suspender el concierto. Por entonces, aquellos conciertos de la Feria almeriense se celebraban al aire libre, a la espalda del Auditorio de la ciudad. La mala suerte hizo que justo a la hora del concierto el viento amainase a unos niveles tan bajos que los seguidores del grupo, entrada en mano, no comprendieran el motivo de la suspensión, cuando todo estaba ya en fase de desmonte. La anterior visita del grupo fue en 2004 (aquella gira bruta en la que caía la ‘Pedrá’ de principio a fin, así que 10 años habían pasado desde la última vez. Había ganas de Extremoduro y por lo visto el grupo entendió cuál debía ser su papel en el concierto. (Fotos: Juan Jesús Sánchez Santos).