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The Juergas Rock Festival 2025. Sábado, 2 de agosto
Y me tocó. A las exigencias del maratón se vino a sumar una complicada madrugada de viernes que derivó en una señora fiebre de sábado que prácticamente no me ha dejado tranquilo del todo hasta casi que ayer. Con todo, haciendo de tripas corazón y de corazón pundonor echamos el resto el sábado con la última y cuarta de las jornadas de The Juergas Rock Festival en su triunfal decimosegunda edición. El día daba algún margen para el reposo y centramos el tiro especialmente en Reincidentes, La Raíz y Riot Propaganda. Una sesión de sábado en la que también pasaron por el Agustico de mediodía del paseo marítimo Hermana Furia y Catalina Grande Piñón Pequeño (os debo una porque tenía ganas de veros) y Sara Socas, Lágrimas de Sangre, La Élite y Me Fritos &The Gimme Cheetos. ¿Estaremos en 2026? En honor a la verdad, el domingo me cruzó por la mente que no. Poco después, en un momento de lucidez, recordé que uno no puede escapar de lo que es. Así que, como dice la banda de Gandía, “nos volveremos a ver”. Al turrón. (FOTOS: The Juergas Rock Festival – Daniel Cruz).
Lee el resto de esta entradaLa Raíz vuelve a The Juergas Rock en lo que será su único festival en Andalucía en 2025
Si el viernes pasado os ofrecíamos casi al minuto la primera tanda de confirmaciones de The Juergas Rock Festival, este mañana se ha desvelado la guinda de un pastel todavía por completar. El conocido festival de rock de la ciudad de Adra, Almería, desvela unos días después de su primer avance, el que será su cabeza de cartel para su duodécima edición. Tras el reciente y esperado anuncio de la vuelta a los escenarios del renombrado grupo La Raíz, el festival Juergas Rock se desmarca del resto de festivales anunciando su confirmación con un teaser que sigue el hilo de la pieza audiovisual que usó el grupo para su regreso. No podía faltar The Juergas, donde los juerguistas vivieron su crecimiento imparable en los años 2014, 2016, 2017 y 2018. Con una botella como protagonista, se desvela la gran apuesta juerguista que se suma a siete bandas más, anunciadas el pasado viernes junto con la primera tanda de abonos ya agotada ante la gran expectación de la que será la décimo segunda edición. Os recuerdo por aquí la entrevista que les hice a La Raíz meses antes de que ofrecieran su concierto de despedida.
Lee el resto de esta entradaLa Raíz: «A los haters les pedimos que adjunten sus canciones y discos a la vomitada virtual y entonces estaremos en igualdad de condiciones» (Hemeroteca Rock Estatal, 2018)
El Sonido de una Generación. Así subtitulé en su día la entrevista que fue portada del número 34 de la revista Rock Estatal. Faltaban muy pocas semanas para el adiós definitivo de la banda. He escrito en muchas ocasiones que el triunfo de La Raíz fue uno de esos hitos que reconcilia con el esfuerzo y el trabajo. Desde la autogestión y el punto asambleario que presiden las decisiones de la banda, La Raíz y aquellas 10.000 personas en el Palacio de Vistalegre se ganaron por méritos propios eso a lo que yo llamo ‘grupo generacional’. El rock independiente (tomados ambos sustantivos en concepción amplia) siempre ha tenido tótems, referentes que se han venido sucediendo (y evolucionando cada uno con mayor o menor acierto). Desde Leño a Rosendo, Barón y Obús, Héroes del Silencio, Extremoduro, Marea y Dover, Mägo de Oz y Ska-P… La Raíz entra ahí… si no fuera porque las radios comerciales no programan a una banda si no es previo paso por caja… Una fisura que antes sí estaba permitida y que facilitó aquellos éxitos masivos. ¿Alguien duda que La Raíz reventaría el doble o el triple, si cabe, si hubiese sonado en estas emisoras? Su capacidad de movilizar a sus seguidores, y la pasión que despertaban en sus conciertos está a niveles de aquella vieja usanza. En esta sección sin periodicidad que inauguré la pasada semana con Aurora Beltrán, os recupero hoy la entrevista que les hice antes de su adiós. Allá va. (Las fotos son de crónicas publicadas en Rock Estatal, fotos de Marina Ginés y Juan Jesús Sánchez Santos)
Lee el resto de esta entradaCiudad Jara – Cinema
No está teniendo ninguna prisa Pablo Sánchez en forjar su camino fuera de La Raíz porque, prisas nunca fueron buenas consejeras, está prestando un mimo y dedicación que se aleja de los estándares del rock al uso, más urgente, más impulsivo. No lo tuvo para dar a conocer su proyecto mientras que sus antiguos compañeros se alinearon rápidamente con nuevas cabeceras (Valira, Nativa…), tampoco para su lanzamiento, que acabaría llegando quince meses después del concierto de despedida en Valencia y más de dos años del directo registrado en Vistalegre en Nos Volveremos a Ver. A Ciudad Jara le cogió el arranque de la pandemia justo en la primavera y el verano que tenía firmadas numerosas fechas y festivales donde presentar su nueva propuesta, a caballo entre la clásica canción de autor reivindicativo y con esencia de folclor latinoamericano y esa épica más rockera de la banda que dejaba atrás. Su carta de presentación, Donde Nace El Infarto, era tan híbrida que lo mismo confirmaba festivales de corte ‘indie’ como Cooltural Fest o Sonorama, que de mestizaje como Rabolagartija y a buen seguro pintaba a ser incluido aquel ‘interrumpido’ Viña Rock (está para este año). En 2021 salió de gira en formato íntimo, con conciertos adaptados a las circunstancias, despachó la nada despreciable cantidad de más de treinta actuaciones bajo el nombre de Solo Nos Queda Una Espina, y en otoño decidió recluirse para dar forma a su segundo trabajo. Un debut permite ubicar el punto situacional, el segundo es el que empieza a dibujar la trayectoria, de ahí su importancia. Y en esta entrega Pablo refrenda su camino alejado de viejas fórmulas, buscando ya sin ambages el ambiente intimista y de autor que combina la nostalgia de niñez con la mirada más madura. Lejos de proclamas y más de la reflexión. Sin duda un paso que cogerá a más de una persona de sorpresa aunque lo cierto es que se veía venir. Con un halo conceptual, Cinema es la entrada definitiva de Pablo en un circuito que busca confidentes que escuchen más que seguidores que griten.
Lee el resto de esta entradaValira – Supernova
Si conocemos decenas de ejemplos en los que la convivencia acaba minando la pervivencia de los grupos, incluso en casos de formato trío o el arquetípico de cuarteto (voz, guitarra, bajo, batería) más mérito tiene en los combos numerosos como era La Raíz, con once personas en el barco. Si ya en la convivencia tiene mérito, imaginen a la hora de escribir letras y músicas… Las caras más visibles y reconocibles eran sus cuatro vocalistas y, confieso, recibí con gran alegría que el primero en asomar la cabeza con un proyecto propio fuera el guitarrista, Juan Zanza. Y no solo eso, sino que además no se limitaba a tocar la guitarra, sino que cogía el protagonismo como vocalista y, para terminar de sorprender, se encargaba de todos los textos y músicas de su Ecos De Aventura, publicado en la primavera de 2019. Un disco que bien le valió (aunque hay que reconocer que le soplaba el viento a favor) presencia en festivales tan dispares como el Viña Rock o Cooltural Fest (de predominancia indie) y que, en cualquier caso, demostró las buenas sensaciones que ofrecía un disco fresco, sin miedo a la melodía y al poder de los sintetizadores que, como todo, usados con gusto e inteligencia no tienen porque lastrar el resultado final. Las fronteras, por lo general, tienen poco de constructivo. Solo sirve para compartimentar y reducir la capacidad de pensamiento o discernimiento hasta el punto de excluir, rechazar o violentar a lo que no está dentro de nuestro perímetro. Es aplicable a todo, también a la música. Valira juega en ese ejercicio libre que sobrevuela por encima de ellas. Hay accesibilidad pop, ánimo bailable del indie, pero está latente esa ascendencia de la distorsión de la banda anterior que empaca más el conjunto. Todo a beneficio de la canción sea cual sea la etiqueta que le queramos pegar y aquí yendo al universo de lo esencia.
Lee el resto de esta entradaNativa – Nativa
Cuando entrevisté a Pablo Sánchez para el tema de portada de la revista Rock Estatal, con motivo de la despedida de La Raíz, antes de su parón indefinido, le pregunté si ese parón significaba una retirada total de ‘la música y la creación’. Su respuesta ya dejó entrever cuál sería el futuro a medio plazo: ¿el parón descarta que, a partir de 2019, alguno de los componentes de La Raíz, si lo desea, pueda embarcarse en un proyecto musical en solitario o diferente?: “El parón no descarta nada. Es imposible que estos once componentes dejen de hacer ruido. Es imposible que dejemos la música, ya se ha convertido en nuestra vida y no podemos elegirlo. Desde la mañana a la noche muchos de nosotros tenemos ganas de hacer música, lo hemos hecho durante La Raíz y lo seguiremos haciendo, lo que no somos capaces de responder es hasta qué punto se convertirá eso en un proyecto al margen o seguirá canalizándose hacia la banda. Dejamos todas las puertas abiertas”. Y por esas puertas, el primero en aparecer fue el guitarrista Juan Zanza con Valira. Después supimos que Julio Maloa se embarcaba en Boikot. Y que Felipe Torres hacia lo propio en Fukushima. Los últimos en dar noticias son Nativa, que reúne a buena parte del conjunto original. Adri Baus (bajista), Xavi Banyuls (trombón), Edu Soldevilla (guitarra) y Sen-K y, de nuevo, Julio Maloa en las voces. Nos faltan todavía algunos, entre ellos los vocalistas ‘Pancho’ y Pablo Sánchez… Aunque del segundo pronto tendremos noticias. Por el momento, vamos con Nativa.
Valira – Ecos de Aventura
No debe ser fácil desengancharse de la adrenalina, del veneno, del gusanillo del escenario, del mostrar canciones, de sentir a la gente vibrar con canciones que nacen de tardes de ensayo, de borrones en una libreta y de dedos cambiando de posición en busca del acorde idóneo. Tras el descomunal éxito creciente de La Raíz (la banda con mayor evolución popular dentro de la escena del rock independiente de la última década), el numeroso combo apostó por dedicarse unos años al barbecho. Pero dejar ‘dormir’ a la cabecera no tenía porqué significar que los distintos componentes de la banda se pudieran dedicar a otros proyectos. Así me lo confirmó Pablo en la entrevista de portada que hice al grupo para la revista Rock Estatal. “El parón no descarta nada. Es imposible que estos once componentes dejen de hacer ruido. Es imposible que dejemos la música, ya se ha convertido en nuestra vida y no podemos elegirlo. Desde la mañana a la noche muchos de nosotros tenemos ganas de hacer música, lo hemos hecho durante La Raíz y lo seguiremos haciendo, lo que no somos capaces de responder es hasta qué punto se convertirá eso en un proyecto al margen o seguirá canalizándose hacia la banda. Dejamos todas las puertas abiertas”. Por el momento tenemos a Julio Maloa, uno de los cuatro vocalistas, en Boikot y, aquí, en Valira, al guitarrista Juan Zanza (que aquí también canta) y al baterista Pipe Torres que, junto a Carlos Benavent al bajo y Gabi Pellicer a la guitarra y teclados se estrenan con Ecos de Aventura.
The Juergas Rock Festival 2018. Sábado, 4 de agosto
Y después de horas y horas de música, recuerden, casi 19 horas diarias de programación, la juergas del Juergas llegó a su fin en la jornada del sábado, 4 de agosto. El día, casi con toda seguridad, con más asistencia al festival como se apreciaba solo con ver la carpa del escenario acústico desde la distancia. Cartel más lírico para la triple oferta de este último día en los conciertos matutinos: Técanela, Pedro Pastor y El Niño de la Hipoteca junto a Ferrán Exceso, un dúo más que trabajado ya. Por la tarde, en la sobremesa, la oferta de La Hora Emergente sería para La Regadera, mientras que ‘mi’ EntrevistARTE lo protagonizaría el baterista de Marea y Ciclonautas, y director de El Dromedario Records y… tantas cosas, Alén Ayerdi. Ya en el escenario principal nos recibiría a primera hora el rock sentido de Los De Marras, el contrapunto saleroso de Juanito Makandé y Rozalén y una escalada final hacia la explosión con La Raíz, Soziedad Alkohólika, Segismundo Toxicómano, Narco y Trashtucada. El Juergas despedía su sexta edición a lo grande, rozando los 40.000 asistentes en la suma de los cuatro días. Cada vez más sordo. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez, Marina Ginés, Nuria Faz).
Viña Rock 2018. Lunes, 30 de abril
Y paso a paso, como los grandes viajes, llegamos a la última de las jornadas de la edición del Viña Rock de este año, la vigesimotercera en la cuenta general, la décima consecutiva cubriendo para Rock Estatal y RockSesión. No se han marchitado todavía las flores del muerto cuando ya la organización dio a conocer que la próxima edición se celebrará ‘tardía’, post festivo del 1 de mayo, del 2 al día 4 (jueves a sábado). El calendario es caprichoso así que, en este caso, parecía más efectivo hacerlo post- que pre-. ¿Estaremos? Casi seguro. A modo de conclusión ya, sí que parece necesario que la organización se plantee seriamente el tema del escenario Villarrobledo, el tradicionalmente destinado a grupos metaleros (metan ahí metal a secas o con otros aderezos, heavy, folk, nu, etcétera). Y digo tradicionalmente porque este año ahí ha habido más ‘ajenos’ que nunca (véase Cazafunktasmas, Mala Reputación, Konsumo Respeto, Exceso, Parabellum y, si me apuran, hasta Toundra…). Si a esto sumamos los enormes problemas técnicos que ha padecido esta pequeña ‘aldea gala’, uno tiene la sensación de que casi es mejor mandarlo arriba y que el Smoking (copado este año a más del 50% por grupos de ska-reggae-rock-mestizaje de influencias levantinas) pase abajo. Lo que está claro es que hay grupos como Saurom o Stravaganzza que, solo por lo padecido, se merecen estar en una edición sin problemas). Vamos allá. (FOTOS: Marina Ginés para RockSesión). Crónica del sábado 28. Crónica del domingo 29.
La Raíz – Nos Volveremos a Ver
Diversas vicisitudes profesionales están haciendo que la acumulación de discos de los que quiero escribir sea ya lo bastante extensa como para llegar al mes de mayo, pero hoy tenía que sacar un rato para concluir sobre este DVD y doble CD en directo de los de Gandía, La Raíz. Y digo hoy porque, hoy, hemos vuelto a recibir otra noticia que pone en peligro una libertad tan elemental como la libertad de expresión, ya que el Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia de tres años y seis meses de cárcel al rapero Valtonyc por la letra de varias canciones. Creo que no es ni necesario explicar que no hace falta estar de acuerdo con las aseveraciones que puedan hacer artistas, actores, ciudadanos… personas… sobre cualquier asunto, para defender el derecho a que puedan decirlo. Pero es más preocupante si cabe cuando se encuentra además un palpable doble rasero entre quienes son castigados y quienes son despachados con una palmadita en la espalda. La Raíz ha compartido una de las frases de las canciones que conforman este directo histórico (que refleja el ‘no hay entradas’ del todopoderoso Palacio de Vistalegre): “seremos el preso libre entre rejas y no callaremos hasta que ruede su corona”. Lee el resto de esta entrada








