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La M.O.D.A. – Nuevo Cancionero Burgalés
Hay bandas que emergen en su efectismo inicial y se convierten en un fenómeno de temporada y en un nombre que te encuentras por todas partes y cada vez en mayor medida, ejemplificado en la proliferación de presencias en la temporada festivalera. Al combo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol le ocurrió eso con su debut en ¿Quién Nos Va a Salvar? y se reforzó con La Primavera Del Invierno. Hubiese sido fácil para cualquiera acomodarse a favor de la corriente y explotar la fórmula como suele ser lo habitual, pero La MODA demostró claramente que el triunfo y el aplauso no les iba a hacer perder el norte y que su integridad e inquietud artística estaba muy por encima que convertirse en una pieza fácilmente encajable en el engranaje. Ellos no rechazan participar en el sistema, pero que sea el sistema el que se acomode a las aristas y particularidades genuinas y auténticas de la pieza que representan. Así, comenzaron a bucear y a romper los moldes de la previsibilidad con un Salvavida (De Las Balas Perdidas) mucho más complejo y rico en matices y con una vuelta de tuerca en la poética. Pero es que, por si fuera poco, tras un EP enjundioso (Ni Un Minuto Más) llegaría el excepcional Ninguna Ola con el que, del todo, reafirmaron que están aquí para crecer y explorar sin directrices ni guías. Con este espíritu, el grupo recluta a todo un símbolo del rock, metal, punk y canción de autor como Gorka Urbizu (Berri Txarrak) para la producción y se lanza a musicar poemas y canciones de la tradición popular de su Burgos natal. Una impresionante vuelta de tuerca que descerraja ocho temas impresionantes, que equilibran la urgencia distorsionada con el poso de la historia del pueblo.
Lee el resto de esta entradaLa M.O.D.A. – Ninguna Ola
La Maravillosa Orquesta del Alcohol se despedía en 2019 con el reconocimiento unánime de público, crítica y colegas de profesión, además de una cifra de kilómetros y conciertos casi impensable hoy, para hacer de 2020 un año, como el buen tequila, reposado. La intención original era realizar tres o cuatro conciertos y a trabajar en disco nuevo. Pero, claro, las reglas del juego se cambiaron al compás de contagios y restricciones y los planes cambiaron levemente. Así que lo que era un año para desintoxicarse ha servido para crear un disco sorprendente, arriesgado, maduro (pese a lo manido del adjetivo en las críticas) y terapéutico desde una crudeza que a más de un oyente cogerá a contrapié. Porque poco queda de las canciones tabernarias y festivas del estreno y con el paso de los discos y la confianza en los textos y en la libertad creativa que otorga un público que ha sabido ir recibiendo los nuevos estímulos, la cosa se ha ido haciendo más densa y críptica. En esta entrega, que se hizo merecedora de medalla en Los Discos del Año de esta casa, a las letras afiladas de David Ruiz se le suma la producción de Raül Refree, del que hemos hablado mucho de sus virtudes y de su pulcritud y quirúrgica precisión a la hora de exprimir desde el minimalismo (Miedo de Albert Pla, Los Ángeles de Rosalía, Firmamento de Rocío Márquez, María Rodés, Sílvia Pérez Cruz, Josele Santiago…). Hace unos días lo decía de Bunbury, si Curso De Levitación Intensivo es un álbum hijo de este año pandémico, Ninguna Ola es su exorcismo final y la apertura de una libertad conceptual mucho más arriesgada. Deambula mucho más por el alambre, haciendo del funambulismo un arte, que lo ya apuntado el en sobresaliente Salvavida (De Las Balas Perdidas). La música como ejercicio valiente. Salvemos a los creadores, los de verdad, los que están en peligro de extinción.
Lee el resto de esta entradaViña Rock 2019. Viernes, 3 de mayo
Después de la siempre complicada primera jornada, necesaria para coger ritmo, Viña Rock 2019 amanecía con ese envidiable tiempo que ha habido este año (al menos, exceptuando la fiesta de bienvenida), con sol y nubes sin riesgo de lluvia. Una jornada programada como la vida, unos que vienen tras muchos tiempo, otros que se van, otros que iban a aprovechar su oportunidad, otros que no tenían nada que demostrar. Nuestro rutómetro ofrecía una combinación de todo ello (siempre en los tres escenarios ‘de abajo’), espíritu ‘tutti frutti’ que nos caracteriza, sacrificando alguna dolorosa coincidencia, que nos hizo descartar a Saratoga o Rat-Zinger. Contando que la ubicuidad es imposible y los descansos necesarios, el plan para el segundo día fue, por orden de intervención, Sínkope, Crisix, Kaótiko, Mojinos Escozíos, El Reno Renardo, Gatillazo, Berri Txarrak y La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.). Las fotos, un año más, son de Marina Ginés para RockSesión. (Se pueden usar libremente citando al medio y a la autora).
Cooltural Fest. Sábado, 18 de agosto
Sabéis que aquí tenemos pocas etiquetas y que, ante todo, respetamos la música hecha con un mínimo afán de trascendencia. Por eso, reconozco que tras tanto rock duro, metal, punk y demás, eventos como este oxigenan oídos y también ayudan a ver el espectro musical con más perspectiva. Ejercicio sano y necesario para los oídos. Va, porque no me da tiempo a entrar en mayores diferenciaciones (quien me conoce sabe cómo tengo yo estos días), la crónica que he hecho para la agencia del Cooltural Fest. Salud. (FOTOS: José Antonio Holgado).
La M.O.D.A. – Salvavida (de las Balas Perdidas)
La Maravillosa Orquesta del Alcohol nos sorprendió a todos en 2013 con ¿Quién Nos Va A Salvar? Un disco que supuso su paso definitivo al castellano tras dos EP’s en inglés y al que le hinqué el diente lo bastante tarde como para traerlo como crítica de novedad en su día y demasiado pronto, claro está, como para que fuera crítica remember de los viernes. Escuchar un folk rock con banjo y acordeón en el idioma de Cervantes y que no sonora impostado era algo digno de elogio, como así recibieron el reconocimiento del público y crítica. Dos años más tarde llegaría su segunda entrega, La Primavera Del Invierno. No me pregunten por qué, porque todavía ni yo sé el motivo, ese disco de alguna manera ‘me desconectó’ de la banda. Quizá esperaba algo más, quizá me pareció demasiado heterogéneo o algo acomodaticio. El caso es que, pese a varias magníficas canciones que, a buen seguro, estarán en un futuro #Mis10de, les perdí un tanto la atención. También hay algo de rebelión estúpida en la actitud del crítico a mostrarse duro frente a modas o ante crecimientos de seguidores apabullantes. Con ese escepticismo propio del que no está consumido por el ‘fenómeno-fan’, me acerqué a la tercera entrega, este Salvavida (de las Balas Perdidas) y, ahora sí, el corazón vuelve a latir.