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Discordia – Con El Filo De La Lengua (2008)
Alguna que otra vez he tirado de hemeroteca física para la crítica remember de los viernes, recuperando de uno de los armarios archivadores la colección de revistas físicas, impresas, a todo color y llenas de ilusión, de la extinta Rock Estatal, donde colaboré desde sus inicios en 2007 hasta su defunción. Así, de memoria, recuerdo haber compartido la entrevista que le hice a Dakidarría, también la que le hice a Shinova cuando debutaron con un disco más cercano al metal de Sôber, que al rock alternativo de corte indie y poético que hacen en los últimos años (y muy bien, por cierto). También Gran Banda Mandinga, o Discípulos de Otilia… Y los que tengan que venir. También recuerdo que alguna otra joya también vino de los 7 y 8 años que colaboré cuando solo era web… Como CubodeRubik y otros incunables. Tirando de ese recurso, nos vamos al número cinco de la revista, cuya portada era, nada menos, que Roberto Iniesta en formato Yo, Minoría Absoluta. Tremendo reportaje extenso el que hay que dentro. Algún día os lo comparto también. Hojeando y ojeando páginas, llego a la entrevista que hice a los murcianos de Totana Discordia con motivo del lanzamiento de su cuarto disco en apenas siete años. Un ritmo endiablo que tuvo continuidad con Fiebre menos de dos años después, en 2010. Tres más adelante, en 2013, caería Basado En Hechos Reales… (¡no recordaba que había hecho crítica de este disco en RockSesión!) y, tras un largo receso publicaron disco en 2019 e hicieron varios conciertos para celebrar su vigésimo aniversario. Os dejo con el recuerdo.
Lee el resto de esta entradaCarlos Ann, Bunbury… – Leopoldo María Panero (2004)
En una semana en la que he escrito del poderoso y encantador disco de Quique González a partir de textos creados ex profeso por el escritor y poeta granadino Luis García Montero; en la que he abordado el regreso de 091 después de 25 años sin nuevas canciones, con la pluma siempre voraz y certera de José Ignacio Lapido; y en la que nos zambullimos en el quíntuple disco de El Drogas, donde se inspira en uno de ellos en el escritor peruano Julio Ramón Ribeyro y donde hay referencias veladas a Eduardo Galeano, además del elevado tono propio, estaba claro que la crítica remember de este viernes tenía que tener un fuerte componente literario. Precisamente, al tomar consciencia de que el disco de Enrique Villarreal muta un verso de Leopoldo María Panero (Solo quiero musas en esta noche sin compañía) recordé que le tenía ganas a este proyecto liderado por Carlos Ann (artista candidato a aparecer por esta sección cualquier semana), al que se sumó sin pensarlo demasiado Enrique Bunbury (recordemos que eran 2 de los 4 de Bushido), y que contó con las cavernosas voces de del productor, director y guionista del porno José María y el escritor Bruno Galindo, que reforzó desde entonces su vinculación con el mundo de la música. Pusieron delirio electrónico a más de una treintena de poemas, casi los más peligrosos, tóxicos y enfermizos de Leopoldo, que ya de por sí merece también mención aparte.