Los Discos del Año 2024 de RockSesión

Tómese esta selección como una guía para acercarse a lo que no se conozca. O a darle otra oportunidad a un disco que no te llamó en la primera escucha. Es complicado emplearse a hacer listas así, porque siempre te queda la sensación de dejarte fuera gente que merece estar dentro, por supuesto. Tampoco ayuda el hecho de que por mis oídos pasen trabajos de cualquier género y que esta casa nos vayamos tomando cada vez más licencias… Pese a todo, si escribiera de todo lo que escucho… se nos iría de las manos. Esa apertura hace más difícil seleccionar, ya que no es lo mismo elegir discos de un formato muy reducido y específico que de un prisma que incluye desde la canción de autor al metal. Lo que sí os aseguro es que pocas web de listas pueden decir haber escuchado el 100% de los más de 100 discos que habéis votado, más otros tantos que ni aparecen. Empiezo con las exclusiones. Como siempre, no hay EP’s (Bellotaris Fallecidos, Doctor Deseo, NoProcede, Novio Caballo…) ni directos (Ciclonautas, El Drogas, Rulo y La Contrabanda, Nat Simons, Drugos…). Tampoco he querido incluir una serie de discos que, aunque nuevos, son regrabaciones de grandes canciones originales de antaño, como los de Killus y Leize -crítica completa en enero-, el remaster de Marea, La Gossa Sorda y Triana, la colección de Reincidentes, las versiones de Revólver y las autoversiones de Zenobia o Pignoise… Quiero hacer mención especial a una hornada de bandas rockeras incipientes, de esas que están nacidas a conservar la llama, si es que no se cansan antes de darse contra un muro (sobre todo el estreno en solitario de Carlos Álvarez (de Dry River, hablaremos en enero) Baja California, Escandallo, Chicle –nueva banda de Álvaro Pignoise-, Oeste, Mala Hierba, Ramper, Terror Milk, Versoix, Markfeel, Toldos Verdes, Venturi…). Hay gente curtida a la que es difícil llegar a sus propios cénits conocidos, pero que se han aplicado a un muy buen nivel este año y una vez más (el regreso de Los Toreros Muertos, el maravilloso disco de Javier Sólo, Porco Bravo, El Último Ke Zierre, Depedro, Tierra Santa, Koma, Vetusta Morla, Celtas Cortos…). Mención personal en los internacionales para Judas Priest y WolfWolf -inmensa diversidad oscura en Totentanz-. La música y su disfrute son tan subjetivos que se puede hacer otra selección de 24 con los que he citado, de lo más recomendables. Y eso sin salirnos del ‘rock’. La lista intenta equilibrar la amplitud de géneros que tocamos y entre lo previsible y lo meritorio. Intentando valorar especialmente a algunos discos que han podido pasar desapercibido para públicos no específicos, pero que creo que por calidad trascienden su propio círculo de actuación. Dicho esto, ahora sí, vamos, por decimosegundo año: estos son los ochos oros, platas y bronces de RockSesión. Disparen al pianista.

Están ordenados alfabéticamente dentro de cada una de las medallas, no por escala de preferencia. Puedes ir a la crítica completa pinchando en el vínculo (El texto es la introducción de cada uno de ellas. El disco que no tiene la crítica completa la tendrá la próxima semana).


ORO

Brava – Fina Estampa

La cantautora peruana Chabuca Granda escribió a mitad de los cincuenta del pasado siglo la canción “Fina Estampa”. Un tema que su propia autora no grabó hasta más de quince años después y que se convirtió en una de las canciones folclóricas peruanas más conocidas, junto a «La Flor De La Canela», ambas popularizadas y convertidas en leyenda gracias a la inimitable María Dolores Pradera. Un vals peruano estiloso y estilizado cuyo título se convirtió en expresión popular como símbolo de distinción, gallardía y buenas maneras. Y esa impronta de autenticidad es la que destila Brava, esta formación madrileña que, aunque nacida en 2017, acaba de publicar su primer larga duración. El grupo está liderado por Nerea Moreno Santotomás a la voz y siendo la principal compositora junto a Jorge Montero a la guitarra. Un estreno en el que ofrecen una visión barrial (desde Aluche) y contemporánea de influencias setenteras que van desde el rock anglosajón al cañí y de raigambre del caño roto, Las Grecas y todo el resto de imaginario quinqui, incluida cierta pose folclórica en la actitud. Pero incluso, hay más, se pueden ver rudezas del ‘rock urbano’ al uso, también ramalazos de disco funk, alguna progresión jazzística, giros vocales casi que más propios del soul o de referentes femeninos del punk y todo con una ausencia de pretensiones impostadas. Diez temas que han sido autoeditados, grabados en El Búnker de San Crispín y producidos, mezclados y masterizados por David Baldo (Aiko El Grupo, Los Nastys, Leone… ). La foto es de Teresa Sánchez y el diseño de Aixa de Pepa Peligros. Después de escribir ayer de otra ‘brava’ como Mari Trini, no podíamos tener mejor continuidad para hoy.

Carolina Durante – Elige Tu Propia Aventura

Una de las muchas cosas apasionantes de dedicarse a esto del periodismo musical es ‘acompañar’ a una banda desde sus primeros pasos discográficos, viendo su evolución y trabajo disco a disco, haciendo que la instantánea o fotografía que pueda dejar un lanzamiento concreto vaya cogiendo matices y desarrollo argumental más completo con el paso del tiempo y las publicaciones. Tras el archiconocido pelotazo iniciático de “Cayetano” (al que hasta Lendakaris Muertos le han hecho doble guiño en su último ¿disco? Mucho Asco (Casi) Todo) se sobrepusieron con indisimulada indiferencia en su buen primer larga duración de 2019. Mantenido el nivel y el hype… Dieron un paso (quizá demasiado presuroso visto en perspectiva, dadas las edades) a una cierta circunspección y solemnidad en Cuatro Chavales (2022), con puede que demasiada prisa para que ‘les tomaran en serio’ (le dimos un plata en los Discos del Año de entonces). Pasados otro par de años es precisamente ahora cuando, sin pensarlo ni pretenderlo, consiguen ese efecto, con un disco mucho más naturalizado, estilizado. Los códigos fundacionales siguen siendo los mismos, eso sin duda. La capa nihilista, la humorística, entre la desgana de quien pasa de opiniones y la certeza de que lo que hacen es objetivamente bueno. Elige Tu Propia Aventura es la secuencia lógica de siete años de carrera y de un buscar no encasillarse pero tampoco por ello ocupar territorios que no son los suyos, por formas y por edad. Todo llegará. Los hitos van haciendo la guía del dibujo (como aquellos de puntos con números) y el de Carolina Durante promete más satisfacciones en el futuro.

Gorka Urbizu – Hasiera Bat

Ikusi Arte Tour fue el título de la gira de 2019 de Berri Txarrak. La banda de Lekunberri liderada por el compositor, vocalista, letrista y guitarrista Gorka Urbizu, escoltado a la perfección en la última década de vida del grupo por David González en el bajo y Galder Izagirre en la batería, se despedía con una setentena de conciertos por todo el mundo. Con la misma humildad de siempre y con el mismo compromiso y dedicación por su oficio. Viviendo con la misma capacidad de aprendizaje el ser la primera formación vasca en llenar a solas el Wizink Center de Madrid, o ser la primera vasca que llena las 20.000 del Kobetamendi de Bilbao, hacer doblete de entradas agotadas en el Navarra Arena en apenas minutos, tocar por primera vez en Almería después de 25 años de trayectoria o ante centenares de personas en Alemania, Holanda, México… o en Kofu-Yamanashi. Sí, ya conocéis la historia, también tocaron ante un solo espectador en Nantes. Nada de suspender. Una banda incuestionable, intachable, ejemplar tanto en su compromiso como en su evolución e inquietud musical. Un grupo forjado de dentro a fuera, para después recoger el triunfo en un país que le dio la espalda en primera instancia por (sencillamente) cantar en euskera, mientras que el mundo y quien los conoce se rinde a sus pies por la intensidad de su música, que trasciende idiomas. En aquel Juergas le preguntaba a David que qué iba a pasar a partir del cierre de BTx y fue claro… ¿Tú crees que Gorka es capaz de dejar la música?, me inquiría. Ha pasado tiempo de aquello pero ya está aquí de nuevo, tras producir a La M.O.D.A. o colaborar con Cala Vento. Debuta bajo su nombre con Hasiera Bat. Un disco publicado por sorpresa, sin adelantos, sin anunciar fecha de lanzamiento, sin pistas. Con minimalismo orgánico ni nada más que lo necesario para sostener la canción, los principios siguen siendo los mismos e incluso se potencian muchas de las virtudes. Bienvenido de nuevo.

La Perra Blanco – Get It Out

En unos tiempos en los que la cantidad de oferta audiovisual, musical o editorial es tan prolífica es importante, más allá de la intuición o dedicación personal de cada uno, tener a publicaciones o personas guía que ejerzan la labor de prescripción. Desde la modestia, eso es lo que he intentado siempre desde esta casa desde que levantamos la persiana hace un poquito menos de doce años. Hay que tener claro que es imposible estar de acuerdo siempre y coincidir al cien por cien con esa guía, pero poco a poco encontramos aquellas que nos valen con gran fiabilidad. He de confesar que uno de mis prescriptores favoritos en libros y música es un artista inconfundible y muy querido de esta casa como es Enrique Villarreal, El Drogas. A través de sus redes es frecuente verle recomendar un libro o alguna banda… y fue así como llegué hace un tiempo a La Perra Blanco que fue precisamente la encargada de cerrar el fin de gira de Enrique en el Navarra Arena en junio del pasado 2023. Así que me pilló con en guardia el anuncio de la publicación de este Get It Out, que además se presentó en sociedad con adelantos de los más disfrutables, uno de ellos con la colaboración del también infalible Carlos Tarque. Con estos escoltas estaba claro que algo tenía el agua bendecida y la escucha del disco al completo (directo y al mentón, con doce trallazos en poco más de veintiocho minutos) dan la razón a la recomendación. Compruébalo.

Malaputa – De Raíz

Nos tiene bien acostumbrados la gente de El Dromedario Records cerrando el año con el lanzamiento de un álbum que se convierta en la estrella de las fechas navideñas en el mundo del rock en castellano. Lo hicieron en 2022 con Los Potros Del Tiempo de Marea, lo repitieron en 2023 con Se Nos Lleva El Aire de Robe y, dado que ambas formaciones andan de receso y descanso merecido, este año hacen lo propio con un punta de lanza como Malaputa. O, lo que es lo mismo, el trío donde ubicamos a la voz y al bajo a El Piñas y a la guitarra a Kolibrí Díaz, ambos de Marea, junto con Eugenio Ubasos, ‘Euken’ a la batería. De Raíz, como sabéis las personas más puestas, es el segundo álbum de esta formación que publicó su debut hace ya diez años, en primavera de 2014, bajo el nombre de Subió El Telón. Una década que, sin embargo, no parece haber alterado los principios fundacionales de un grupo que, ni entonces ni ahora, entiende de medianías. A su afán y espíritu de salir a morder con una base rítmica poderosa (motorheadiana en ocasiones) se suma la alta graduación de voz y textos que da el paso del tiempo y también la maestría que da contar con la versatilidad y capacidad guitarrística de Kolibrí, que se hace cargo de las seis cuerdas supliendo a Óscar SánchezMalaputa alegra el final de año y apunta, desde ya, a ser uno de los favoritos en la lista de discos del año que podréis empezar a votar desde mañana, como cada 17 de diciembre hasta el 1 de enero, inclusive. Vuestra lista se compartirá el día 2 de enero y la lista editorial de esta casa (con sus oros, platas y bronces) será, como siempre en ambos casos, el 5 de enero. Vamos al lío.

Pablo Senator – La Mano En El Fuego

Cuando una banda se escinde y sus componentes emprenden trayectorias paralelas siempre suele pasar algo similar. Hay una parte que acaba haciendo algo similar a lo que se venía realizando el ‘grupo madre’, mientras que hay otra que emprende un camino a partir de un punto situacional bien distinto. Y es lógico. Es el inicio del porqué uno de los compositores principales no empieza a sentirse del todo identificado con lo que está defendiendo en un escenario o grabando en un estudio y esa mancha se va extendiendo hasta convertirse en necesidad de liberación. Ante esa situación, hay quienes estiran el chicle porque es lo más rentable y los hay que, pese a ser un paso atrás de inicio, prefieren ‘recomenzar’ y sentir los nervios y magia de las nuevas canciones, las nuevas texturas, la libertad probada y consumada. Pablo Martínez nos hizo volar y cantar las partes melódicas de las canciones de Desakato, que ofrecían un contrapunto de equilibrio perfecto para la rudeza de su hermano Pepo y hay que aplaudir la valentía mostrada en este primer larga duración en solitario. Porque quien busque en Pablo Senator sonidos similares a los de Desakato se puede ir olvidando. Generalmente, una banda no se suele romper para seguir haciendo lo mismo (ya se palpó en Senador Onza, los dos spin off surgidos de Desakato cuando todavía seguían juntos) y Pablo ha buscado sus propias motivaciones que, honestamente, no creo que sorprendan del todo a cualquiera que conozca su inquietud musical, sus producciones y sus influencias. Aquí, que siempre hemos tenido una visión de la música muy libre y abierta, el estreno nos convence y gusta. Dejemos que el camino siga y ver qué nos ofrecerá esta nueva senda.

Sínkope – Creer y Luchar

Hacía tiempo que no había que esperar tanto para tener un nuevo larga duración de los extremeños Sínkope. La banda de Vito Íñiguez y los suyos venían con un ritmo imparable desde la entrada del tercer milenio con doce discos en diecinueve años. Un legado de incuestionable calidad, siempre con las bases bien definidas de guitarras poderosas, un armazón flexible pero férreo y una poética que huye de barroquismos para vivir apegada a la tierra, al agua, a los fuegos y vientos. La cicatriz de la pandemia quizá tenga algo que ver y este Creer y Luchar ha sido cocinado con el fogón suave, sin prisa, cambiando esta vez la urgencia por la alta graduación. Dice Kutxi Romero cuando habla de Marea que «llevamos haciendo el mismo disco toda la vida» y aunque Sínkope tiene una identidad igual de poderosa que le hace fácilmente reconocible en apenas tres compases, resulta meritorio que casi 35 años después de su nacimiento, con tremenda colección de canciones, el grupo todavía siga buscando cosas nuevas dentro de sus cánones inmutables. No se inventan ni se reinventan ni dan piruetas, pero sí que destaca que el nivel de exigencia exige siempre algo, sean nuevos veros que laceran el costado, estribillos asombrosamente pegadizos o formas en los riffs y en los arreglos que mantienen frescos los temas y la impronta que transmite escucharles. Sí, con todo eso es normal que a Sínkope siempre le hayamos tenido ley en esta casa. No se rinden, no, siguen en Creer y Luchar.

Viva Belgrado – Cancionero De Los Cielos

Impresionante salto de valentía el que se han marcado los cordobeses Viva Belgrado en este Cancionero De Los Cielos, de coplero título, que viene a ser su cuarto larga duración en una carrera en la que no han dejado de ofrecer discos sorprendentes (ya saben, canciones casi que sin estribillo, desarrollos progresivos, un screamo visceral, pero una manera muy inteligente de equilibrar los pasajes tranquilos con sucintas melodías) y directos epatantes (con su habitual puesta en escena en la que el sonido está por encima de la pose -el bajista toca en la vieja forma de dar la espalda al público, su vocalista y su guitarrista lo hacen de perfil-). 31 países, conciertos en rascacielos de Tokio, dentro del Círculo Polar Ártico o en el Wizink Center de Madrid son algunos de sus hitos más destacados. Quizá sabiendo que la huida hacia delante (es decir, con más potencia y caña burra desmedida) podría ser demasiado predecible, Viva Belgrado ofrece un nuevo requiebro a su público con una inimaginable apertura sonora a territorios más abiertos, reposados más extensos, más luminosidad en las líneas vocales y en los teclados y hasta en las formas, a veces rayano lo popero o con formas de ranchera. Y lo más difícil de todo es que no pierden por ello ni un ápice de esa actitud beligerante ni militante. Todo suena en el filo del peligro, del compromiso, de la poética más crudaViva Belgrado vuelve a romper el molde.


PLATA

Alcalá Norte – Alcalá Norte

Si veinte días después de la salida a la calle del primer larga duración de los madrileños Alcalá Norte todavía no has oído hablar de ellos debes andar muy desconectado de los medios de comunicación musicales. Pocas veces hay una cierta unanimidad a la hora de valorar la irrupción de una formación novel, tantos elogios generalizados a su primer álbum (apenas tenían una demo de octubre de 2020) y una confianza tanto en la independencia de la propuesta como en la autenticidad de los protagonistas. Haciendo un ejercicio superficial de memoria, creo que el último caso medianamente similar en todo ello (que no en lo musical, claro está) es con Derby Motoreta’s Burrito Kachimba… O incluso Califato ¾. Fueron fogonazos instantáneos. Y es realmente maravilloso que en unos tiempos de sobreexposición, donde parece que todo está resabiado e inventado todavía queden bandas capaces de conseguir esos chispazos. Y a pulmón y riñón, sin influjos de inversión publicitaria detrás. También es cierto que en muchas ocasiones los medios actúan como estímulo-respuesta, corriendo ante quien despierta el interés de unos cuantos para no ser los únicos que se queden atrás y parezcan superados por las tendencias. Aquí, que sabéis que vamos un poco (bastante) por libre, podéis confiar siempre en que si están aquí y os los recomiendo es siguiendo un único criterio artístico. Sin inventar nada Alcalá Norte suena con una frescura y solidez apabullante, con un alcance adictivo sorprendente para ser su primera referencia y con, parece que se lee por ahí, la cabeza muy bien amueblada. Les seguiremos de cerca.

Bala – Besta

Por unas cosas u otras siempre llegaba a destiempo a hacer crítica de un nuevo disco de Bala y ahora, por fin, a la cuarta, cumplo con la cuenta pendiente y eso que Maleza, su anterior entrega, me tuvo atrapado un par de semanas el pasado año… Pero, lo dicho, tarde para llegar a la crítica como ‘novedad’. El dúo gallego formado por Anxela Baltar (guitarra y voz) y Violeta Mosquera (batería y voz) sale como siempre a morder desde el primer golpeo de campana, atronando en distorsión entre el rock alternativo, el punk, el grunge, el rock, el hardcore, el stoner… Sin medianías. Doce cortes en media hora que las devuelve furiosas a la primera línea y las reafirma en una manera de hacer que no tiene parangón en nuestra escena. Diferenciales y definitivas. Un poco de bio: Tras formar parte de otros proyectos musicales del underground gallego, empiezan como Bala poco antes del verano de 2014. Human Flesh fue su estreno en 2015, con la energía intacta pero todavía sin la propuesta bien definida, cantando entonces en inglés. En 2017 llegaría el segundo largo bajo el título de Lume, que fue con el que las conocí, al seguirles la pista desde la gestión de contenidos de la web de Rock Estatal. Aquella ‘pedrada’ sí que tuvo largo alcance, porque se libró del lapsus pandémico. Fue tras él, en la primavera de 2021, hace justo tres años, cuando se publicaba el tercero, Maleza. La consolidación absoluta. Posiblemente, conscientes de que el techo para esta música en nuestro país es el que es, no hacen concesiones y celebran su identidad y madurez (aunque sea un tópico, se nota) en este Besta.

Biznaga – ¡Ahora!

Algo menos de dos años y medio han pasado desde que la banda medio malagueña y medio madrileña pegaran ese golpe de realidad social en la mesa con su Bremen No Existe… Lo siento amigos animales músicos… Todo es una mentira. Y pasado este tiempo, y dado que las cosas de alrededor no han cambiado demasiado, Biznaga vuelve y lo hace continuando su pequeña gran demolición desde unas letras que rezuman originalidad aunque vengan a decir lo mismo que decenas de grupos punks. Lo hacen con un juventud descarada que les hace ser valientes y que les lleva a creer que no vale la pena escribir ni cantar a otra cosa, rompiendo así el mito de que las bandas que suelen entrar en festivales de música ‘indie’ (por resumir, ya sabéis nuestra opinión sobre el fondo de este asunto) no se mojan ni se posicionan. Biznaga sigue su búsqueda de la perfección de un álbum coral, de eterno retorno, siempre circular y conceptual, continuando la descarga de bilis en ese punto de no retorno en el que uno asume que el optimismo sin sentido es una forma de ignorancia, pero que se resiste a que creer que no hay otro futuro posible. Para esta corrosión caída como fruta madura, como acumulación de gotas chinas, el grupo formado de nuevo Álvaro García a la voz y guitarra, Jorge Ignacio Navarro al bajo y a los coros, Jorge Martínez ‘Milky’ en la batería, y con la más reciente incorporación de ‘Torete’ Casado a la guitarra en remplazo de Pablo Garnelo (ya en gira pasada), ofrece otra colección de desencanto pero esta vez con cariz constructivo. Quizá el momento sea ¡Ahora!

Estopa – Estopía

Con portada a lo El Bosco, obra de David Salvador ‘Jandi’ que a sus virtudes habituales sumó técnicas de IA, Estopía vio la luz en su totalidad el pasado 15 de marzo, en lo que viene a ser su noveno trabajo discográfico de nuevas canciones (esto es, exceptuando maqueta, directos y recopilatorios), celebrando con ello el vigesimoquinto aniversario de su salto con el mágico debut homónimo, Estopa. Cuatro años y medio han pasado de su anterior Fuego que confirmaba la suerte de ‘resurrección’ (término muy apropiado para esta semana) que ya habían mostrado en Rumba A Lo Desconocido tras ese tránsito irregular de década entre Allenrok y, sobre todo, con aquel Estopa 2.0. Y si en Fuego nuestros queridos hermanos Muñoz levantaron el pie del acelerador, ofreciendo un disco de sofá y vino en copa, ahora han vuelto a las andadas de su soniquete más celebrado, de sus melismas de dientes apretados y ojos cerrados y de sus estribillos que van servidos con azufre y mechero. Lo hacen además desplegando más que nunca todas sus alas e influencias. Por haber hay hasta formas y hechuras muy cercanas a su querido Roberto Iniesta (ya sea como Robe o como Extremoduro), se cuela un homenaje de rompe y rasga al propulsor de la rumba catalana como fue el Pescaílla, hay hasta un explícito para Iron Maiden y muchas ganas de hacer vibrar al personal. Es un disco que no se come la cabeza en falsas apariencias ni trampantojos. Ante un mundo perverso, Estopa sigue rezumando honestidad sin dobleces. Y lo hacen mientras se siguen subiendo a escenarios cuando se encuentran a una banda que les está versionando, o cantando en el tren y en el metro o colaborando allá donde se les pide (Ni siquiera me pusieron reparo alguno para hacerse una foto con el libro sobre Extrechinato y Tú. Eternamente agradecido, como Rosendo). Currarían en una fábrica de piezas en serie pero ellos rompieron su propio molde.

Love of Lesbian – Ejército De Salvación

Dice la hoja de promoción (cuando están bien hechas suele ser útil para saber el punto de partida inspirador de un disco cuando tiene un concepto propio, que tampoco es algo frecuente) de lo nuevo de Love of Lesbian que este nuevo Ejército De Salvación es un disco en el que sobrevuela la amistad. Es cierto, para ese viaje no hacían falta alforjas. Lo es desde el aspecto formal de haber contado con hasta cinco colaboraciones estelares (por orden de aparición: Amaral, Rigoberta Bandini, Zahara, Leiva y Jorge Drexler), han contado su equipo de producción habitual de los últimos años (Ricky Falkner, Santos –Berrocal- & Fluren –Ferrer-), grabando en las respectivas La Casamurada y Blind Records (donde se mezcla y edita), masterización en AM Mastering con Ángel Medina, y vuelven a trabajar los cuatro de manera colectiva una colección de canciones que profesan una poética práctica en la que prima la inmediatez de un mensaje claro y unas formas musicales siempre impolutas, melódicas e inteligentes… Cognición emocional lejos de la arquitectura cognitiva maquinal. Y sí, resulta que Santi Balmes y sus letras vuelven a conseguir ofrecer distintos arropes de la complejidad del ser humano en su punto más frágil hacia el cambio de dirección o la quiebra, identificando constantes, arrepintiéndose de errores, mostrando tanta convicción como dudas. La pura contradicción sustancial que tan bien han manejado a lo largo de una discografía que sin mucha prisa (7 discos en castellano en 20 años) va construyendo un edificio de lo más hermoso.

Rozalén – El Abrazo

Apenas un mes después de que se haya cumplido el undécimo aniversario del lanzamiento de su debut, Con Derecho A…Rozalén publicaba hace diez días su sexto trabajo discográfico de estudio. Su novena referencia si contamos también su disco y deuvedé en directo y el doble recopilatorio que coincidió con la salida de su primer libro. Si a toda esa inmensidad de trabajo que se agrupa en cuatro líneas sumamos el casi medio centenar de colaboraciones, la edición de singles individuales, las giras kilométricas y enlazando salas con festivales, teatros con aforos al aire libre y una ya nutrida colección de premios podemos concluir ‘al peso’ que estamos ante una de las artistas más importantes y destacadas de la última década. Pero lo más importante no son ni todos esos guarismos, ni los streamings, ni ‘las views’, ni nada que pueda ser medido a través de un patrón acotado. Lo verdaderamente significativo con Rozalén es cómo ha hecho todo ese camino. Con una humanidad que trasciende ‘el disfraz’ de artista para tener siempre la persona por delante. Emociones, sentimientos, la sabiduría de saber parar cuando toca sanar, de gritar alto cuando la mordaza intenta silenciar, la de no perder nunca la capacidad para discernir entre lo que se quiere y no se quiere hacer. El tomar decisiones ‘contra mercado’ como hizo con su anterior Matriz (quizá incomprendido por una parte de su público). Saber pedir Un Abrazo cuando hace falta y distancia cuando toca. Por eso esta nueva colección de trece canciones, donde hay más familia que nunca (que ya la había siempre), sigue sonando creíble, hermosa, sincera. Que nos pueda gustar más o menos que otros discos no importa, cuando uno escucha y celebra que la transparencia sigue siendo la brújula.

Soziedad Alkohólika – Confrontación

Escasas horas faltan para que vea la luz el nuevo disco de estudio de Soziedad Alkohólika que llega, como vaticinamos al hablar del directo digital Medizorrotza 2022, en este 2024, siete años después de su anterior Sistema Antisocial. Es cierto que se echa de menos que los de Vitoria nos regalen mandanga nueva con mayor frecuencia pero lo cierto es que nunca les ha hecho demasiada falta desde que con la entrada del milenio se convirtieran en un tótem indiscutible de la escena alternativa y circuitos festivaleros contestatarios. Pocos grupos despiertan tanta unanimidad entre sus seguidores como ellos. Los de Gasteiz acumulan ya nada menos que los 36 años de experiencia repartiendo brea en diferentes formas, haciendo de sus directos una sucesión de trallazos que dan pocas concesiones a medias tintas. Una apisonadora que cuando arranca no hay quien la pare. Sus veintipocos temas (antes estaban instalados en los 21, casi a perpetuidad), su hora y diez, su inicio esperado, su traca final casi fija. A nadie le ha importado nunca porque sigue siendo uno de los momentos de mayor afluencia, sino el que más, en todos y cada uno de los festivales en los que están presentes. Es como un ejercicio ritual, de descarga de potencia, de velocidad, de baterías imposibles de hardcore punk y guitarras musculosas en lo metalero, afiladas en lo thrasher. Pese a que durante años hubiera un inmovilismo que poco a poco se ha empezado a airear (curiosamente recuperando temas añejos, cuya temática por desgracia no caduca), nunca les ha tosido nadie. Ni aunque lancen tres discos de estudio en un intervalo de quince años. Confrontación viene con doce trallazos en los que oscilan entre sus capacidades conocidas, reconocidas y reconocibles. ¿Importará que lleven más o menos temas del álbum a los directos de este año? No. Es S.A. y todos sabemos que juegan en otra liga…

Tropa Do Carallo – Habrá Que Verlo

Dos años y medio después de ¡Qué Hostias Andáis! y con bastante menos ruido mediático que la ocasión anterior llega el segundo disco de Tropa Do Carallo, el nuevo nombre de guerra con el que Evaristo Páramos puede seguir dando la susodicha desde que cerrara ciclos en Gatillazo, The Meas, The Kagas, La Polla y La Polla Records… en orden cronológico inverso. Tal es así que me enteré de la salida de este álbum estando ya en la calle y gracias a una petición en X – Twitter (nunca mejor dicho). Lo más cachondo del asunto es que ellos mismos parecen tomarse un tanto a chufla el tema, dado lo que apuntan en su propia página web: «en general el discóbolo está generando un respetuoso silencio en espera de que el primer valiente de una opinión aparente para tirarse todo el mundo como locos a opinar lo mismo, mientras tanto la peña del grupo se sonríe cuando las toca en los entrenamientos lo cual tiene bastante desconcertados a los servicios de inteligencia en general». Más por compromiso con la causa que por valentía, aquí llega RockSesión para echarse unos bailes con las veinte nuevas coplas (y van ya tropecientas y pico) que se firma Evaristo con su troupe, su consorte Iker Igeltz ‘Tripi’ a la batería (puesto que atesora a su lado desde el último disco de La Polla hasta hoy), con el renacido para los escenarios Abel Murua en el bajo (bajista del mismo grupo desde 1985), el cuarteto se completaba en primer instancia con Alberto Salgado a la guitarra, instrumento que se duplicó después con la entrada de Iñaki Orobengoa. Una nueva entrega que viene producida por el siempre activo Javier San Martín desde los estudios Sonido XXI de Esparza de Galar.


BRONCE

Aphonnic – Crema

Desde que “Ahora Que Tengo 33” me dejara noqueado allá por 2013, Aphonnic ha sido una banda a la que he seguido con bastante fe y medido entusiasmo al comprobar que aquel álbum (Héroes) era enorme, y certificar que cada paso discográfico no hacía sino confirmar las impresiones y expectativas que me habían generado. Venían avisando con sus anteriores Silencio (2003), Infalible (2006) y 6 Bajo Par (2009), Pero lo corroboraron sobre todo con Indomables en 2016. Aquel fue un disco sorprendente, valiente y arriesgado, puesto que apostaron por regar de melodías y coros entre la épica y lo “The Wall”, unas canciones todavía más poderosas. Más adelante (2020) vendría La Reina. Donde la sobriedad y algo más de oscuridad y mala leche les confirmaron como un grupo de rock alternativo con trazas de metal de lo más inquebrantable. Un álbum que ‘pagó’ haber salido justo antes de la pandemia pero que quedará como piedra sólida de una firme y convencida trayectoria. Ahora, tras superar con creces un crowdfunding, llega este Crema. De nuevo con su número fetiche de canciones (11), más directo (menos metraje que los dos anteriores), al grano, con mensajes claros, con teclas y sintes coloristas que tan bien casan con la portada pero que no evitan los rebatos de guitarra y voz. Nostalgias de infancia, inseguridades, señalamientos a fascismo y religión, integridad musical y una visión completamente abierta de las formas musicales hasta el punto de rezumar frescura sin tener que inventar nada. Aphonnic sigue siendo una pequeña gran joya a la que seguir y que, ojalá, tenga mucho más que ofrecernos en el futuro.

Celtian – Secretos De Amor y Muerte

Después de hablar ayer de Celtas Cortos me parecía una buena continuidad seguir hoy con esta novedad, que vio la luz el pasado 5 de abril. Dos años y medio después de su notable Sendas De LeyendaCeltian vuelve a la carga con su cuarta referencia discográfica, la tercera con voz, la de Xana Lavey, que se confirma como una referente del género que poco tendría que envidiar a las figuras femeninas de las formación europeas que a todos se nos vienen a la mente. Y ese es uno de los primeros puntos a destacar. Poco a poco Celtian va encontrando una identidad más definida, se abren a cosas nuevas dentro de su heavy-folk celta al uso (hay algún destello de death metal melódico y guturales) intentando salir de lo irremediablemente previsible del género, están mejorando sus letras que se balancean entre el canto de optimismo y las historias más sentimentales y ofreciendo trabajos cada vez más rotundos. En román paladino, si fuesen de un país nórdico estaríamos hablando de un superventas, pero en España tendrán que convivir con ciertas limitaciones ‘de base’ en cuanto al apoyo de medios masivos y demás cosas grises de la industria. Todo el álbum gira en torno al cuento homónimo que ha escrito Xana y que se incluye en los libretos del cedé y el vinilo, nacido a partir de una idea propia inspirándose en el cuento popular irlandés “El Rey Con Orejas De Caballo”. Cuenta la historia de un pueblo maldito (esto recuerda a aquel añejo tema de WarCry) a causa de la ira y el despecho de una poderosa Meiga y un amor infiel, y del viaje de un joven trovador que, junto a su peculiar instrumento, es el elegido para acabar con la maldición.

Def Con Dos – Cuarto Asalto

Venía Def Con Dos soltando peso y aligerando sus formas metaleras dentro de su longeva trayectoria volviendo a una suerte de ‘old school’ que ya se dejaba sentir en algunos temas nuevos de su #trending_distopic (2017) y Gilipollas no tiene traducción (2020), quizá auspiciados de la buena acogida del proyecto Dos tenores (2015), que a su vez fue el cierre de una etapa, como sabemos. Siguiendo en esa senda, Cuarto Asalto es la evidencia explícita de dicha evolución ya que conecta, en un salto temporal que ríete tú de Regreso Al Futuro, con la numeración del Primer Asalto (maqueta) de 1988, Segundo Asalto de 1989 y Tercer Asalto de 1991. Además de las hechuras musicales, también en las puramente formales, buscando trallazos en torno a los dos minutos. Sin perder mordacidad en los enfoques y trabajando el juego de tres voces mucho mejor que en otras entregas. Un álbum disfrutón de nueve cortes en 17 minutos entre los que, contagiados de su propio divertimento, se auto-regalan una versión de “Ayatolah!” de Siniestro Total, uno de los temas insignia de la época punk de los gallegos, de Julián Hernández, como sabemos Padre Damián J Karras, gurú estrechamente vinculado con los comienzos de Def Con Dos. Todo ello lo hacen estrenando sello discográfico con Calaverita Records, que diversifica así su corte estilístico.

Derby Motoreta’s Burrito Kachimba – Bolsa Amarilla y Piedra Potente

‘Lo malo’ de seguir a una banda desde sus comienzos es que jamás podremos escribir una crítica remember de viernes pero sin duda que se ve compensando cuando, con el paso de los discos y de los años, la evolución y el crecimiento sigue firme y a muy buen nivel, como es el caso de los sevillanos (más un emeritense) Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Y es especialmente meritorio si tenemos en cuenta que en este caso hubo cierto revuelo mediático en los inicios por el deslumbramiento que generó su debut DMBK. Sobre todo en los medios generalistas que hacen de cualquier chispazo una moda hasta que se vuelven a otra cosa. Como si el ‘rock andaluz’ no hubiese seguido existiendo toda la vida. (Algo similar pasó con Califato ¾, ¿recuerdan?). Los Derby han conseguido superar esa dentellada con nota. Porque a aquellas altas expectativas le dieron puerta con su notable Hilo Negro y, ahora, parecen haberse limpiado de todo cualquier tipo de injerencia (más a lo bestia, me recuerda en eso a la evolución correcta, lógica y reposada de Greta Van Fleet)  con este Bolsa Amarilla y Piedra Potente que se presenta al público como una suerte de doble cara. Una poderosa, donde el hard, el stoner, la kinkidelia de calle con pasajes de adrenalina y potencia son los habituales. Y una segunda en la que se baja el pistón (tampoco todo el rato, no se confundan) y se deja flotar la mente con unos arreglos más difuminados, melodías reposadas y una búsqueda de la meditación interior que logran sin imposturas. Derby Motoreta’s Burrito Kachimba se confirman (para quienes tuvieran duda) en una banda de largo recorrido que (no siempre pasa) hace entrever que lo mejor será siempre el siguiente paso.

León Benavente – Nueva Sinfonía Sobre El Caos

Aunque ironizaran sobre ello en su anterior larga duración (EraWarner Music, febrero 2022), sabía que León Benavente no iba a dejar de crear en la idea del disco como concepto y, una vez prolongada la gira de presentación del álbum a costa de un décimo aniversario que vino con single y alguna rareza bajo el brazo, el cuarteto regresa sin perder confianza ni fiereza con su quinta entrega como elepé, con bonita portada de Emilio Lorente. Una fantástica y maravillosa Nueva Sinfonía Sobre El Caos. Con diez canciones en poquito más de media hora, con más de electrónica pero con más de guitarras en comparación con Era, de la mano de la sabia visión externa que ha aportado Martí Perarnau IV (Mucho, _juno…). Un álbum que también coincide con su vuelta ‘a la independencia’ (entiéndanse las comillas) y tirando de autoedición bajo el nuevo sello Laventura. Lo que no ha cambiado es ni su alineación (Abraham Boba -voz y teclados-, Eduardo Baos -bajo y sintetizadores-, Luis Rodríguez –guitarra- y César Verdú –batería-), ni su capacidad para ofrecer textos inteligentes de mirada crítica y analítica, con mayor o menor dosis de fóbica retranca o de filia entrega, ni tampoco su capacidad para rubricar armazones robustos de una capacidad enérgica muy superior a la de otras formaciones coetáneas con más de veinte años menos de vida y experiencia. León Benavente nunca desfallece (no se hunde como el Titanic, como cantarán) y, podemos ir concluyendo ya (si es que no lo sabíamos) que nunca harán un disco malo.

Maika Makovski – Bunker Rococo

La crítica completa de este disco estará la próxima semana. En este reparto de preseas os dejo lo comentado por la artista en las notas promocionales del lanzamiento: «Para este disco me he exigido mucho y he descartado mucho. Creo que dentro de cada canción y, sobre todo, con las canciones del disco en conjunto, hay un trabajo de equilibrio importante: la crudeza convive con la riqueza, la sencillez con una cierta épica, el clasicismo con la ruptura. Quería que lo sintético y lo orgánico, lo contemporáneo y lo clásico, funcionaran juntos, y que las canciones no se vieran azuzadas por la manera impaciente de consumir música que tenemos -me interesaba más bien que alcanzaran su potencial y fueran a donde querían ir sin mirar el reloj. He podido finalmente incorporar ritmos étnicos macedonios en mi música de una manera natural y personal, algo que deseaba desde que entré en contacto con la música del país de mi padre. La idea de encerrarme para crear es de la que nace el título. El búnker es ese espacio de protección frente al enorme ruido de fuera que a veces parece no dejarte ni oír tu propia voz. La música es el rococó: lo vivo, loco, fantasioso y juguetón, a veces extravagante, que nace de ese encierro. El título tiene otras connotaciones para mí, ¡pero ya habrá tiempo de hablar de ello!». Actualizado. Crítica completa aquí.

Shinova – El Presente

La formación vizcaína Shinova publicaba a comienzos de mes El Presente. Un álbum que viene con otros doce temas que nacen de una torrencial y aparente facilidad por la composición de canciones y que les permite mantener una velocidad de crucero, sin prisa pero sin pausa, que hace que cada dos años y medio, pocas veces tres años, tengamos nuevo disco. Si somos puntillosos habría que decir que es su séptimo álbum de estudio pero, siendo lógicos, digamos que es el quinto desde que el quinteto atravesara un replanteamiento que le hizo repensar su dirección artística tras un par de primeros discos de metal melódico (Latidos, 2009 – La Ceremonia De La Confusión, 2011). Lo he escrito en más de una ocasión, tanto en mis redes personales como en esta web y también escribiendo paraCooltural Fest o el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, puede que aquellos dos discos metaleros, seguramente del todo ignorados por su público actual (de hecho, no están en ninguna plataforma de streaming y deduzco que tampoco a la venta física) me hicieron sentir una conexión más férrea con su propuesta. Porque el supuesto ‘viraje’ de aquel Ana y El Artista Temerario (2014) me parecía coherente y muy identificable con lo que ya conocía de ellos. Y es que pueden cambiar los ropajes, las capas sonoras, los matices y los arreglos (toda canción se puede llevar a cualquier parte con los arreglos pero, en esencia, todo es mucho más sencillo, de ahí que muchos podamos disfrutar géneros tan dispares –por suerte-) pero el propósito siempre ha estado ahí: crear canciones de elegancia natural, de unas melodías y desarrollos que jamás buscan el truco fácil, de unos textos que (en distinto grado) buscan estar en un plano superior a la media pero sin barroquismos sin alma.

Stafas – Talento y Locura

Nunca había tardado tanto Michel Molinera en publicar un disco de canciones nuevas (incluidos los tiempos de Canallas y, más atrás, los Johnny Juerga y Los Que Remontan El Pisuerga) como el que pasó entre Hotel Esperanza (2014) y Melodías Para Un Mundo De Locos (2021) por eso uno tiene la impresión de que este nuevo asalto auspiciado en proporciones alícuotas de Talento y Locura, viene a avivar un estado de gracia que también parece trasladarse en cantidad de conciertos y oyentes en las plataformas de streaming (que hoy tristemente se ha convertido en un factor diferencial a la hora de convencer a un promotor… ¡viva el arte!). El nuevo álbum de Stafas, donde mi viejo amigo (nunca amigo viejo) se acompaña de la alineación habitual y explican así el concepto en la contraportada del libreto: «En este disco hemos mezclado la Locura de la inmediatez, de las prisas, del “ya mismo”, de la improvisación, con el Talento de la gente que ha arrimado el hombro para poder realizar este trabajo», con las colaboraciones de Óscar Linares “Rucho” (de Rienda Suelta), Juan Carlos Fuguet (de la banda de Ana Mena) y Pablo Domínguez (ex de La Quinta Estación), «todos ellos aportando su talento musical, su experiencia y su amistad a esta locura»Ricardo Clemente (Rik) «es el responsable de todas las ilustraciones que acompañan a este trabajo, plagadas de detalles y guiños» (muchos de ellos del mundo Beatles). ¿Y cómo suena Talento y Locura? Pues viendo el dibujo de la evolución en perspectiva, estos ocho temas más una versión –casi todos los discos de Stafas la tienen- son la secuencia lógica de camino hacia un poso más reposado, plenamente adaptado, seguro, al estado vital y necesidades expresivas de sus creadores… y qué bonito se hace seguir acompañándoles.

Historial de todas las ediciones editoriales:

Los Discos del Año 2023 de RockSesión

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Publicado el enero 5, 2025 en Actualidad, Discos del año y etiquetado en , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 9 comentarios.

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