Entrevista a Robe: «Me hace más ilusión lo que hizo el Museo del Prado con ‘El Poder del Arte’ que llegar a ser Disco de Oro»

Publicado por elchayi

Hace cinco días Robe cumplió una nueva vuelta al sol y van 62. Al hilo de ello escribí por redes que, como me comentó Estopa en su momento, mi vida sería distinta (posiblemente, menos vida) si no hubiera conocido sus canciones a lo largo de los ya 35 años de carrera pública desde que en el 89 saliera la primera maqueta de Extremoduro. Con toda su evolución, con toda la incomprensión momentánea, con todo su triunfo popular, con todas y cada una de las fases, de las que es lícito sentirse más o menos identificado, pero en todas intentado ofrecer siempre una canción que retumbe por dentro. Sea desde el humor, desde el amor, la transgresión, la ensoñación o la cruda realidad. Por eso siento que es un honor y un placer absoluto poder entrevistarle por primera vez en 2015, al inicio de su proyecto como Robe y el lanzamiento de Lo Que Aletea… y que, desde entonces, se haya convertido en una bonita rutina a cada paso del camino. Así, hoy, cuatro días antes del concierto de Rivas Vaciamadrid (el primero de los varios que veré y os contaré esta gira), le he entrevistado por sexta vez (cinco aquí y otra para el libro de Extrechinato y Tú) en nueve años. Y esta vez he querido hacerlo como la última con Kutxi, sin un guion demasiado cerrado. Dejando fluir. Este es el resultado. Espero que os guste.

Buenas tardes, Robe. Hablamos por sexta vez, esta vez a cuenta de la gira Ni Santos Ni Inocentes. Van ya tres fechas, dos ciudades… ¿Qué tal esas primeras sensaciones una vez desprecintada la gira?

Pues muy bien, mucha gente… Contento todo el mundo y disfrutando todos mucho.

Viene avalado por ese respaldo popular de las ‘entradas agotadas’. Se agotaron en Valencia, para uno de los dos días de Cáceres y hace apenas unas horas que se ha anunciado también el ‘no hay papel’ para el de Rivas Vaciamadrid de este sábado. ¿Todavía hay vértigo a la respuesta de la gente o en las giras de ahora ya sabes que esto va a pasar?

Bueno, ahora es más fácil verlo venir, porque ahora las entradas se empiezan a vender mucho tiempo antes y vas viendo cómo van las cosas. Cuando vas haciendo trabajos que le van gustando a la gente, pues se supone que todo va a ir bien. ¿Cómo de bien? Pues eso ya nunca se sabe. La gente va cambiando, va cambiando la manera de oír música, los gustos musicales… Nunca sabes… Pero bueno, mientras pueda estar ahí, haciendo conciertos con un mínimo de medios, de técnicos, de equipo y de todo, las cosas están bien.

Cuando se llevan tantas giras ya sobre las espaldas, ¿se viven igual, se fija uno en las mismas cosas, se disfrutan de manera distinta con el paso de los años? ¿O las sensaciones son las mismas que hace treinta años?

Hombre… (risas), las mismas que hace treinta años no… Pero, siempre van cambiando claro. Y también conforme va avanzando la gira. El principio las disfrutas menos, estás más a tenso, a ver si todo sale bien… A ver si te acuerdas de todo (risas), que salga todo, ver que a la gente le gusta y sobre todo que te salga bien a ti. Ahí no queda mucho tiempo para disfrutar. Luego, cuando vas haciendo conciertos y vas asentándote un poco ya lo vas gozando de otra manera.

Pero que una gira vaya bien y todo esté controlado hace que disfrutes pero, ¿el sabor es el mismo? El mismo buen vino no sabe igual cuando lo tomas con veinte años que con mucha experiencia u otra edad. A eso me refería, si el paso del tiempo hace cambiar también el tipo de disfrute.

Sí, bueno, claro. Es todo distinto, es otra historia. Y bueno, es que hace treinta años es mucho tiempo, ¿eh? Ha habido mucha evolución, los conciertos han cambiado y cada vez vas sabiendo hacer mejor las cosas y vas sabiendo mejor en qué cosas tienes que pensar cuando estás ahí. Poco se ha disfrutado más y de otra manera. La perspectiva también te hace. Siempre podrás echar de menos cuando eras joven y estabas pegando brincos todo el rato, pero (risas) es otra historia.

Esto del cambio de percepción al vivir un concierto tú desde arriba, empecé a notarlo a raíz de la primera gira de La Ley Innata, cuando todavía no había salido el disco pero tocabais un trozo grande (después llegaría una siguiente gira en la que se interpretaba íntegramente). Lo escribí alguna vez, fue la primera vez en la que te vi más cariñoso que nunca con el público, en los saludos, en los gestos, en la despedida, en los besos incluso. Antes… Pues no sé, a lo mejor es que íbamos todos a lo que íbamos…

Era un poco punki (risas).

Un poco eso. A ver, que siempre has podido ser agradecido, pero plasmarlo desde el escenario, más sereno…

(Más risas) Claro… Porque hay que evolucionar. Si no evolucionas, malo. Va siendo diferente. Supongo que al final es diferente punto. ¡Eh!, aunque tampoco creo que es que antes fuese un cabrón todo el rato. ¡De todo habría! (Risas).

Que, por cierto, menuda la que liasteis en el último de Cáceres, no solo sacáis a Manolo Chinato, sino que además ¡contratasteis a un meteorito! (FOTO-MONTAJE: David Corbacho)

Pues mira, te voy a decir justamente cuando pasó ‘el bicho’. Yo no lo vi porque estaba de espaldas, porque estaba mirando a Alber. Le vi a él la cara que puso… que yo pensé que se había caído un foco o algo así. «Madre de mi alma, algo ha pasado por ahí detrás» (risas). Y fue, estábamos haciendo un trozo de Mayéutica que hacemos ahora, estábamos pasando del Segundo Movimiento al Tercero, a ‘Un Instante De Luz’. Justo pasábamos por allí y pasó ‘el bicho’ y las primeras frases que canté, que me tocaba cantar fue «nada después de tu mirada, nada después de este instante de luz», así que fíjate.

Medido…

¡Medido!

Tanto mencionar a los astros en las canciones que al final se alinearon para que fuese más explosivo ese concierto.

Parecía parte del show.

Pues en Rivas como no lleves un OVNI, eso ya es insuperable…

(Risas). En Rivas habrá mucha marcha con tanta gente allí.

Igual que Cataluña en los primeros tiempos, cuando en Extremadura no te hacían mucho caso, Madrid ha sido siempre plaza importante. ¿Sientes una responsabilidad especial en función del lugar donde estás o pasado tanto tiempo esa sensación se nivela y se va perdiendo con los años?

Bueno… Una responsabilidad especial no. A ver, cuando ves que hay más gente pues claro te da… piensas que tiene que salir mejor, te da un poco más de responsabilidad y cuando hay menos… Pues. Al final, cuando empiezas y con los focos no ves tampoco mucho la cantidad que hay, después de los primeros ya no ves nada. Ya da igual. Eres consciente de que cuando vas a unos sitios o a otros sabes que hay sitios más moviditos y otros en los que la gente es más ‘tranqui’. De eso sí eres consciente, pero tampoco tiene que ver con disfrutarlos más o menos. Simplemente, diferentes maneras de ver los bolos. ¿Pero responsabilidad especial? No, qué va. Al contrario, cuando vas a un sitio como Madrid que, como tú dices, ha sido siempre muy importante pues sabes que le gustas a mucha gente y te da mucha fuerza.

El disco ha funcionado como un tiro. Aunque quizá ha tenido que afrontar una primera fase de incomprensión, quizá por falta de escuchas, porque parecía que después de una obra maestra tan poderosa y conceptual, como Mayéutica, diez canciones eran como una cosa menor… ¿Tenías esa percepción o ese ‘temor’ inicial?

No, no. Porque las canciones me gustaban mucho. Son cosas diferentes. (Piensa). Claro, y tampoco te puedes meter en la cabeza he hecho una obra de puta madre y la siguiente tiene que ser igual o mejor. No puedes meterte a ti mismo esa presión. No, no. Unas veces te saldrán cosas mejores… Y según para quien. A veces puede darse el caso de que lo que menos le gusta a la gente es lo que más te gusta a ti. Entonces… Al final las canciones me gustaban mucho, he tenido mucho tiempo para hacerlas y cuando tenía el disco más o menos completo me quedó un tiempo antes de empezar a ir al local de ensayo. Luego en el local también tuvimos tiempo para jugar con ellas… Y me gustaban mucho. He tenido tiempo para darle una vueltita y otra y a toda la banda le gustaba mucho el disco. Que sí, que Mayéutica está de puta madre pero… no tiene que ver, son cosas diferentes.

Personalmente, el disco me parece una pasada y con muchas capas, de lo más profundo como ‘El Poder Del Arte’, a lo más gamberro con ‘Esto No Está Pasando’… Es un disco en el que casi cualquier estado de ánimo tiene una canción ahí esperándole… Por cómo te conozco sé que premeditado no es, pero no sé si cuando salió el dibujo completo al juntar todas las piezas lo viste así…

No, bueno. Lo que pasa es que hay discos como Mayéutica que son conceptuales, con un hilo. Pero luego cuando tú haces canciones separadas, aunque cada una hable de lo suyo pues si lo haces en un tiempo no muy extenso en la cabeza te rondan las mismas cosas y tienes un poco el mismo punto. Es normal que eso se vea reflejado en el disco pero lo que notaba es que eran canciones diferentes unas de otras que luego no sabíamos ni cómo ordenarlas, cada una de una manera. De eso sí que fui consciente y eso me gustaba. Si además de ser distintas tiene ese algo que las une pues estupendo.

Aunque las cifras necesarias ya no son las de antes, el álbum fue Disco de Oro a la sexta o séptima semana de salir a la calle, que es un éxito indiscutible para como están las cosas. Pero, ¿a qué le das más valor o te hace más ilusión? ¿A este hecho numérico o a que una institución como el Museo del Prado tuviera ese gesto con una canción tuya (‘El Poder del Arte’)?

Hooombre. No hay color, claro. No hay color. Claro que me hizo más ilusión lo del Prado. Porque Disco de Oro… No tiene nada que ver. Igual que ser el ‘número 1’, porque si esa semana sale otro más potente y la siguiente otro de pop… o música más mayoritaria pues no tienes nada que hacer. El Rock en España es una música para minorías. Cualquier te lo puede chafar. Y los Discos de Oro es verdad que llevamos mucho tiempo que está cambiando la manera de oír música y lo de los discos físicos cada vez… Hay menos gente que compra cedé, parece que vinilos sí… Pero la gente oye la música en las plataformas. Entonces son datos que, bueno, te da igual… Lo que te importa es que el disco haya gustado a la gente. Llegar a Disco de Oro o no… Pues tampoco es tan importante, además ¡ya no sé dónde ponerlos!

Bendito problema… Lo del Prado es un intangible inimaginable, como cuando aquello que hablamos en su día de hacer un estreno de cine con el concierto del deuvedé, sin duda. He intentado al máximo evitar los spoilers y creo que el único importante que me he comido ha sido los dos temas que inician el concierto y alguna otra canción que, de todas formas, sabía que iba a estar, pero hay una cosa que te quiero preguntar directamente y si me llevo spoiler asumo la culpa. ¿Creo que esta es la segunda vez en toda tu carrera que en la gira no se incluye ningún tema inédito? –La anterior fue precisamente, la de teatros-).

(Se lo piensa mucho). Pues no, no hay ningún tema inédito. Bueeno. Eso es un poco cosa de los tiempos que vayas manejando. Ahora realmente tampoco he tenido mucho tiempo ni la cabeza como para componer. Estuvimos haciendo el disco y sí que sobraron trozos de cosas, ¿no? Pero no como para hacer un tema y luego ya nos pusimos con el disco y he tenido la cabeza ahí y ahora, cuando ya está la gira en marcha y ya está todo ensayado y hecho, es cuando estoy empezando otra vez a hacer cositas. Y bueno, si me saliera algo pues lo mismo nos empeñamos y la hacemos. Pero es que no ha habido tiempo después del disco y empezar con la gira, todo el tiempo ha sido con esas canciones en la cabeza, no era un buen momento. Ahora que se relaja un poco más todo… Puede ser.

Claro, eso me enlaza con lo siguiente. Las musas se van y vienen cuando quieren, por eso, cuando estás en gira, un lunes o un martes, como hoy, que estás de descanso de un concierto a otro, si de repente te viene algo… ¿Lo paras porque estas en gira…?

(Interrumpe) No, no, no.

¿O dejas que fluya?

Hombre, ¡te diré! Si sale algo… esté donde esté. Los poetas trabajamos 24 horas al día.

Eso es.

Estamos de guardia todo el rato, hasta por la noche. Lo mismo estás dormido, te sueñas una cosa y, mira, te vale. (Risas) No, no, tienes que estar de guardia siempre. Lo que es distinto a ponerse a ello, porque estás con los ensayos, con el disco…, con las canciones que estás haciendo. No echas una tarde a la guitarra, pero si te viene algo… Lo tienes que apuntar en el móvil, cantarlo, con un papel o como sea. Claro, claro.

Entonces… Si te viniera así un disco sin avisar, a lo mejor puede trastocar un poco los planes…

(Rotundo) Sí, sí. Por supuesto.

Anda. Te había leído y escuchado que después de girar en 2017 y sobre todo 2021, 2022 y la de ahora de 2024 tan cercanas que tocaba parar más tiempo pero si de repente se cruzara un disco…

Sí, sí. Las ganas te entran en cuanto tengas canciones. Si tienes canciones todo se mueve más deprisa. Luego se trata de respetar los tiempos, tanto necesitas para prepararlo, tanto para grabar… Y todo eso lo puedes controlar, tantos meses para esto y tantos meses para lo otro. Yo lo que no puedo decir es cuántos meses voy a necesitar para tener un disco. Eso no lo he podido decir nunca. Ha habido épocas muy largas que me pase cuatro o cinco años sin hacer nada, pero yo no dejaba de currar. Eso no lo puedes saber. Pero en cuanto tienes ¡eso!, las canciones, todo lo demás se puede calcular. Y si las tienes ya te entran ganas de grabarlas y de salir. Sin canciones va todo más despacio, te esperas y bueno… Siempre he intentado hacerlo así, gira con disco. A veces no se ha podido y hemos tenido que salir, pero lo suyo es hacer siempre una gira con disco nuevo.

Tengo la impresión por lo que te he leído y escuchado que, a diferencia de otras veces que has sido más categórico, no está cerrada la puerta a Latinoamérica. Conociéndote… Eso es casi como un sí, que además vendría muy bien para cubrir esa distancia que habrá con la siguiente gira española, si tocáis allá en 2025… No ando desencaminado ¿verdad?

Pues, te digo la verdad, no hay ningún plan. No hay nada hablado ni plan cerrado. No me niego a ir, ni mucho menos, pero para ir se tienen que dar las condiciones y si se dan sí que podríamos ir… No sé. No creo que en el 2025 siguiéramos tocando, porque yo prefiero agrupar las giras. Me cuesta tanto prepararme un concierto como una gira, entonces… No lo sé. No te puedo decir.

Hace 9 años, la primera vez que nos vimos y te entrevisté te pregunté si te veías con 70 años en un escenario… Y me dijiste: «solo si tengo cosas nuevas que cantar»… Estamos ya a más de medio camino de cumplir el vaticinio, pero sí parece claro que las giras ya no serán tan kilométricas como las últimas, de 6 meses y casi 50 fechas. ¿Nos aproximamos a una fase más ‘selectiva’ que ‘extensiva’?

Bueeno, ya veremos a ver. (Risas) Hay que disfrutar el presente. Ahora tenemos esta gira, vamos a aprovecharla. Y bueno, vas cumpliendo años y cada vez se va haciendo más difícil hacer una gira larga. Tienes que estar mucho tiempo bien, que no te falle nada y se va haciendo cada vez más difícil, pero eso el tiempo lo dirá.

Por eso digo, que no es una cuestión de ‘o so o arre’, entre hacer 50 fechas y no girar nada, quizá el término medio y hacerse unas 20, unas 15…

Sí, bueno. No lo sé. Es difícil saberlo.

Entonces, enfoco dentro de la incertidumbre, ¿te ves jubilado de los escenarios pero sí publicando nuevos discos?

(Silencio largo. Rotundo). Claro. Lo que pasa es que… Claro. Si te salen canciones pues te vas a volver loco por querer salir (risas) aunque sea en camilla.

Si es que no puedes oler una canción nueva, Robe.

Claro, ¡es que ya quieres salir! Y dices «¡Dónde vas, abuelo!». (Risas). Claro, componer es una cosa que no tiene nada que ver. Además es lo más disfrutón y a lo que más sentido le saco. Lo demás viene detrás. Aunque no puedas ir de gira es fácil que puedas seguir haciendo música. Ya la cosa es que te den ganas de salir como sea. Pero lo de hacer canciones claro que se puede disfrutar hasta el final.

Claro, si es que es lo que siempre le he criticado (entre comillas) a Rosendo, que estaba siempre muy firme desde hacía años que estaba deseando llegar a los 65 y jubilarse. Y así lo hizo, gira de despedida a los 65, se acabó y adiós. Digo, joer, pues grábate algún disquillo o algo.

Sí. A mí es que me resulta un poco difícil dejar de hacer canciones. Bueno, lo mismo el tío toca aunque no esté sacando nada.

Bueno, tenemos el caso contrario de Miguel Ríos, que se ha retirado de los escenarios tres o cuatro veces y al final siempre tiene chispa para hacer otra gira y más discos.

Claro, pero porque está hecho un campeón. Ahí sigue el tío.

Por lo que escribes en tus canciones y por los hechos propiamente dichos, siempre has sido más de mirar adelante, al futuro, a lo siguiente, que al pasado, pero, a veces, cuando tienes momentos que te da el punto… ¿En algún momento tienes la sensación de decir, joder Robe, qué viaje nos hemos dado todos estos años?

Hombre, es verdad que intento estar siempre en el presente. Mirar atrás, de vez en cuando puede estar bien. Pero prefiero estar centradito siempre en el presente y si acaso en el futuro próximo, más próximo… No suelo pensar en esas cosas.

¿No? ¿En el bagaje, en lo que llevas?

Bueno. Lo piensas ahora que hemos estado con los repertorios. Ves que tienes ahí un montón y un montón y un montón de canciones y te das cuenta de eso, sí. Las oyes, porque hay muchas que no las escuchas desde hace mucho tiempo y bueno… Así ha sido el proceso de elegirlas para la gira. Haces un viaje por la discografía y sí te das cuenta de que hay muchísimas cosas.

Un poco de ciencia ficción… Dejemos volar la imaginación, ¿qué le diría el Robe de hoy al Robe que vendía papeletas para la primera maqueta, qué consejo o qué advertencia?

(Se lo piensa) Pues le diría… que siguiera ‘palante’. Que no se desanimara… Que, bueno, ¡tampoco hizo falta!

¿Y crees que se llevarían bien el Robe de entonces con el Robe más pausado o más reflexivo de ahora?

(Entre risas) ¿Qué si me aguantaría yo a mí mismo?

Exactamente.

(Muchas risas y entre risas) No lo sé.

¿Te genera duda?

Me genera mucha duda.

¿Pero por el de ahora o por el de antes?

Por el de antes, por el de antes.

Bueno, bueno. Para terminar y por curiosidad, ¿has escuchado la versión última que ha hecho Revólver de ‘La Vereda De La Puerta De Atrás’?

Pues sí, la he escuchado.

Sé que no te gusta escucharte en otras veces pero…

Me ha parecido bastante bien.

Le ha dado su punto.

Me pidió permiso para hacerla y me imaginaba que iba a ser algo más suave y me ha sorprendido. Tiene mucha marcha y está muy bien.

La que no te recomiendo que escuches es una que han colgado con un remix bakala de ‘Salir’.

¿Cómo?

Le han metido una base machacona y a correr. Pero no te la recomiendo.

(Risas) Vale, vale.

Me he dejado para el final la pregunta de la que más temo tu respuesta, porque no hemos podido hablar desde que charlamos para el libro de Extrechinato y Tú… ¿Qué te pareció?

Pues es que… ¿A ti no te da cosa cuando te oyes a ti mismo? ¿O verte en una pantalla?

Sí, mucho, claro.

Pues es eso, tengo que encontrar el momento porque yo eso no lo llevo bien. Verme, oírme, ver cosas antiguas escritas, como que digo… Es que va a haber muchas cosas que no me gusten… Y tengo que encontrar el momento, pero lo voy a leer, seguro. Y en cuanto lo lea, te diré algo.

Hombre, a mucha gente la ha gustado y Manolo se ha quedado encantado…

Sí, sí. Y eso me anima a leerlo. ¡Me lo dijo! Pero me cuesta.

Teniendo en cuenta ‘el pitote’ madrileño, cerramos la conversación quedando en vernos en Almería y en seguir compartiendo impresiones al respecto.

Siempre un placer hablar de música y vida (¿acaso hay diferencia?) con Robe.

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