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Nacho Vegas – Mundos Inmóviles Derrumbándose
Que Nacho Vegas es un tipo frágil y con una sensibilidad artística casi extrema es algo que viene demostrando en sus canciones desde que hace ya algo más de veinte años tomara un camino en solitario dejando atrás sus iniciáticos comienzos en Eliminator Jr y Manta Ray. Parece increíble que alguien tan tímido haya sido capaz de contar experiencias biográficas de todo tipo, como vino realizando de manera brutal en su primera década como solista, hasta que con el EP Cómo Hacer Crac sus textos viraron hacia un mundo exterior que analiza con una mirada crítica y activista. En esos márgenes llegarían todavía los álbumes Resituación y Violética o el EP Canciones Populistas. Lo turbio de sus canciones pasó de ser la historias de perdedores en constante transpiración por los excesos y delirios a cantar sobre los, también excesos, de los poderosos frente ‘a la calle’ como concepto amplio y, sobre todo, hastiado. En estas lides, de por medio con un romance fácilmente reprochable entre uno y otro bando (“siempre hay dos bandos”, ya lo cantaba el propio Vegas) el asturiano se vio afectado mentalmente por las idas y venidas de la pandemia casi un año después de su inicio y decidió solucionar ese bloqueo marchándose de Gijón a un pueblo costero del cantábrico con su mejor amigo. Es entonces cuando encontró la mejor de las maneras de las que un creador puede ver la luz, que es entonando la creatividad y cosechando y recolectando la gran mayoría de canciones que forman parte de esta nueva entrega, cuatro años después del anterior de inéditas, aunque ya el recopilatorio Oro, Salitre y Carbón. Diez Años De Marxophonismo incluía media docena.
Lee el resto de esta entradaLos Hermanos Cubero – Errantes Telúricos / Proyecto Toribio
Una guitarra, una mandolina y dos cabezas llenas de cosas. Esa es la autodefinición que realizan los hermanos Roberto y Enrique Ruiz Cubero de su propuesta artística, reconocida bajo esa cabecera desde 2010. Si bien sus inicios musicales se remontan a 1998, cuando, junto a con su hermano Ernesto, dieron vida a un grupo de bluegrass llamada RC Brothers. Desde la Alcarria de Guadalajara para el mundo, su universo musical se mueve en esos terrenos de folk, tradición, desnudez y árida propuesta sonora para, sin cerrarse en un purismo estéril, abrirse a sonoridades de pop y esencia rock como han hecho en su última entrega. O, al menos, en uno de los dos capítulos de este disco doble, en el que se han rodeado, al más puro estilo C Tangana (es ironía) de una decena de colaboraciones que demuestran una riqueza musical y estilística inusual y, en su medida, valiente. Christina Rosenvinge, Grupo De Expertos Sol y Nieve, Amaia, Rodrigo Cuevas, Carmen París, Rocío Márquez, Hendrik Röver y Los Míticos Gt’s, Ara Malikian, Nacho Vegas y Josele Santiago es la selecta nómina invitada en Errantes Telúricos. Un disco que, de alguna manera, viene a terminar de sacudir ese corazón frágil y abierto que supuso Quique Dibuja La Tristeza. Un álbum el que Enrique cantaba a su mujer ausente, fallecida, a modo de desahogo de la aflicción y catarsis. Un disco terriblemente difícil que les hizo trascender los círculos de los amantes del ‘tradicionalismo’ (sin por ello variar su estilo) para conquistar a un público que cayó rendido ante tan brutal ejercicio de honestidad y humanidad. Por eso, después de aquello y a modo de fiesta colectiva, Errantes Telúricos se presenta como la vida plena. La luz tras el trance del duelo. Un disco esplendoroso donde los cameos han puesto todo de su parte para sumergirse y engrandecer el universo Cubero.
Lee el resto de esta entradaNacho Vegas – El Manifiesto Desastre (2008)
Decía un viejo amigo (tan viejo amigo que, de tan antiguo, posiblemente ya ni lo sea) que era un amante de defender causas perdidas. No diría yo tanto o quizá el carácter me ha vuelto más condescendiente con algunas cosas, pero el caso es que algo de eso marca muchas semanas mi elección de las críticas remember de los viernes. Sin pensar demasiado (agenda apremia) traje a Triana en el inicio de la polémica de Eduardo Rodríguez Rodway con el grupo tributo (hace un año, aunque algunos medios especializados han parecido enterarse ahora), hablé del Minage de doña Mónica tras la vengativa crónica de El País, hablé de Ramoncín en pleno juicio, hice la remember de Albert Pla en plena cancelación masiva de conciertos… Vamos, que si hay un fuego igual voy con azufre en lugar de con manguera. De un tiempo a esta parte a Nacho Vegas se le está repartiendo por los titulares que distintos medios van salpicando por ahí. Que si la derrota de clase obrera enciende a la izquierda premium, que si declararse antimadridista porque de niño recordaba la testiculina patriota de Juanito… El caso es que lo que más me enerva es ver comentarios a su música cuando, en la inmensa mayoría de los casos, ni siquiera han escuchado un disco suyo. España, país de tertulia de bar, hoguera de Twitter y de opinólogos que no son capaces de leer un párrafo, como para leer entre líneas. Hoy hablo de El Manifiesto Desastre, porque es un terrible y absoluto discazo. Tanto, que me inspiró una novela que ya casi doy por imposible.
Belo y Los Susodichos – Pan y Circo
Siete años después me reencuentro de nuevo con Belo. El artista asturiano me conquistó en 2007 con su debut, Pisando Lo Fregao. Aires de cantautor pero con un aporte extra de rock. Un álbum que fue editado por la todopoderosa EMI, que vio su potencial. Fue un arranque fuerte a una carrera a la que el paso de los años ha ido quitando brío popular, pero no calidad. De la nominación a los Grammy a mejor disco de Rock junto a Rosendo y Ariel Rot, a la autoedición, al duro anonimato y a pelear cada paso. Por motivos que ni sé explicar cayó en el olvido de mis reproductores, pero Pan y Circo ha revivido la llama de un artista que ha dejado la introspección de Diario De Un Espantapájaros, su anterior referencia, para abrirse a temas sociales, a historias personales con menos nostalgia y sí más viveza. Una accesibilidad bien entendida y grandes estribillos para una gran voz y notable texto.
Bunbury – Palosanto
Cada lanzamiento discográfico de Bunbury va acompañado, casi sin excepción, de un gran halo de misterio y expectación, ya que el maño nos tiene acostumbrados a hacer discos muy diferentes entre sí, a no acomodarse en el territorio explorado con anterioridad. Con el mérito indiscutible de ser siempre del todo reconocible. Son canciones compuestas en un periodo muy extenso (2010-2013) ya que Bunbury tuvo que afrontar el robo de su portátil y por tanto tuvo que reconstruir algunas canciones. Como no hay mal que por bien no venga, el desencanto le hizo embarcarse en otro proyecto que tenía aparcado, Licenciado Cantinas, su reconocimiento poderoso y sangrante a las influencias latinas y su gira agotadora. Después de todo eso y con una prolongada estabilidad personal, desde esa calma interior, nace Palosanto que se ha presentado como un álbum casi conceptual dividido en dos partes, en las que se incita a la revolución social y a los pequeños cambios y revoluciones personales. Un álbum que pretendía ser para todos…
Coque Malla – Mujeres
Pasados los excesos de juventud y actitud de cuando Los Ronaldos se convirtieron en un grupo ‘incorrecto’ de masas, el artista madrileño ha destacado siempre por una vivaz inteligencia. Consciente de que los grandes tiempos del pasado ya no volverán, Coque Malla ha sabido adaptarse a las circunstancias y se ha creado un espacio en el terreno de los artistas no alineados. Coque ha ido bajando la distorsión y la velocidad progresivamente en sus entregas en solitario, La Hora De Los Gigantes y Termonuclear. Hasta así llegar a Mujeres. Un disco donde reinterpreta canciones de su repertorio con la colaboración de una voz femenina en cada uno de los temas. El resultado es bueno, tanto por ellas como por él.
Los Enemigos – Nada
Ahora que en 2012 se celebra la vuelta Enemiga, recuperemos en la remember de hoy el que, por el momento, es su último trabajo en estudio. Dejémonos del debate de si es el mejor disco de la banda o no. No nos pondremos de acuerdo porque ‘La Vida Mata’ es enorme, ‘Gas’ grande… Y este, también. Como ellos. En 1999 sale a la calle ‘Nada’ y con él el anuncio de la retirada, en aquel momento tomada por definitiva.
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