#CachitosJevi, el día que La 2 recuperó las cuerdas de acero

Cachitos ExtremoduroA la tercera temporada fue la vencida. Cachitos de Hierro y Cromo, el programa de La 2 de Televisión Española que llena de música las noches de los domingos al fin se decidió a realizar un monográfico dedicado al Rock, con mayúsculas. Aunque quizá hubo algo de despiste entre el hashtag y el nombre, #CachitosJevi y ‘Buscando Rock’. El caso es que desde su nacimiento y tras cada programa, no son pocos los tuiteros que reclaman o recuerdan tal o cual canción rockera ausente en cada programa temático. Sea de versiones, Eurovisión, terror, onomasticanciones, poplitics, locura o incluso cocina. Parecía ser el género más olvidado, casi usado a cuenta gotas. Grupos indies de tercera fila entrando en algunos programas mientras grandes nombres del Rock o el Heavy quedaban en el tintero o, cuando estaban, como algo meramente anecdótico. El agravio comparativo llegó a su fin el domingo, 8 de noviembre. #CachitosJevi, bien asesorado por Juan Manuel Sánchez de El Vuelo del Fénix de Radio 3, desempolvó las guitarras más duras, afinó gorgoritos y sacó las melenas a relucir. Así fue y así lo vimos.

Aunque Virginia Díaz y sus guionistas suelen emplear un tono más bien humorístico y jocoso, llamó la atención poderosamente el carácter pedagógico de la continuidad del programa. Un intento patente de que el espectador neófito en la materia no se perdiera demasiado. Desde las lecciones iniciáticas del blues-rock acelerado para llegar al heavy, hasta la evolución posterior hacia el grunge y nu-metal o el goticismo… Algún chascarrillo cayó pero, como digo, la información dada fue más extensa de lo habitual.
El programa se dividió en nueve bloques entre los que se intercaló el típico Torp 5, que también merece comentario aparte. Como decía, el carácter pedagógico fue muy acusado y el inicio lo hubiese firmado cualquier buen heavy de pro. Sonaron Black Sabbath con ‘A Hard Road’, Led Zeppelin con ‘Whola Lotta Love’ (especialmente meritoria su inclusión, si tenemos en cuenta que se usó un videoclip. Es decir, sabían que no podía faltar aunque no hubiera imágenes de archivo en RTVE), AC/DC con ‘Girls Got Rhythm’ (impagables imágenes con Bon Scott aún en filas y Young haciendo las mismas travesuras que hoy), Queen y ‘We Will Rock You’, Judas Priest con ‘Living After Midnight’ con un Rob Halford de rubio añejo (si bien relacionar su homosexualidad por el interés por la moda estuvo de más), Def Leppard con ‘Let’s Get Rocked’, Kiss y ‘Love It Loud’, WASP con ’95 Nasty’ y Alice Cooper con ‘Under My Wheels’, estos dos últimos los más sorprendentes de la lista, aunque las imágenes eran poderosas.

Intachable inicio, como también fue sobresaliente su trasposición a los orígenes en España y encuadrándolo como un movimiento paralelo con la misma o mayor fuerza que La Movida, no en vano alguno de los nombres aparecidos comenzaron bastante antes. Aparecieron Asfalto y su ‘Capitán Trueno’ (gran coincidencia con mi crítica remember de los viernes de la pasada semana, dos días antes), Coz y ‘Más Sexy’, ‘Marea Negra’ de Topo, con un Laina desatado, ‘Tu Frialdad’ de Triana (demasiado blanda la elección si tenemos en cuenta que es una canción pop de su disco más ‘modernista’), ‘Provocar’ de Smash, Medina Azahara con ‘Necesito Respirar’ con un Manuel Martinez por domesticar, excepcional aparición de Ñu con ‘No Hay Ningún Loco’ y su medievalismo flautero, Leño con ‘Sorprendente’ (brillante el subtítulo que puso en su lugar su importancia) y ‘Resistiré’ de Barón Rojo, con un Armando que ya apuntaba maneras teatrales.

El tercer bloque de la escaleta fue el más bizarro de todos. Una especie de cajón de sastre de otros grupos coetáneos menos conocidos para el gran público como Tigres y ‘No Me Rindo’ (de nuevo buen rótulo detallando a Pedro Bruque), Van Halen y ‘Unchained’ (solo justificado por las mismas piruetas que su antecesor), Banzai con ‘No Quiero Esperar’, la maravillosa Azucena derrochando garra con Santa y un Jero a la guitarra que ya tenía galones, no faltó el dúo Ángeles del InfiernoPanzer (nombres indisolubles en cierta forma aunque no tengan tantas similitudes) con ‘Con Las Botas Puestas’ y ‘Perro Viejo’, Bon Jovi (¿por qué?) con Lay Your Hands on Me’, y dos derivados del glam y de la búsqueda comercial del género en los ochenta como Sangre Azul con ‘Todo Mi Mundo Eres Tú’ y Bella Bestia con la salvaje ‘Un Puntapié En El Trasero’. (Buenísimas las declaraciones de la banda sobre los modernos de peseta).

Si bizarro resultó el tercero, el cuarto bloque fue el que más abrió la mano, dando entrada con calzador a nombres fundamentales del rock partiendo de lo que denominaron el legado de Leño, con permiso del punk. El caso es que de punk solo tuvo la entrada de Eskorbuto con ‘Anti-Todo’ en una actuación primorosa. Así, desfilaron Rosendo y su ‘Pan De Higo’, Barricada con ‘No Hay Tregua’ (otras imágenes de oro), Reincidentes con ‘Grana y Oro’, Platero y Tú y ‘Somos Los Platero’ (buena referencia a Fito en el rótulo, ninguna a Uoho), Porretas con ‘Aún Arde Madrid’ con el ausente Rober Mira aún en las voces (sin referencia a su pérdida), Los Suaves y ‘Maldita Sea Mi Suerte’ y Boikot con ‘Sexo, Drogas y Rocanrol’, con una de las pifias más grandes al denominarlo ‘punk reivindicativo’.

Del quinto bloque destacó la buena intención. El heavy no se entiende sin baladas y merecía un apartado, pero la selección no fue igual de brillante que en otros apartados. Para empezar, Scorpions, por supuesto, pero no con ‘Still Loving You’, ni ‘Holiday’, ni ‘Wind of Change’, con ‘Moment of Glory’. Sobresaliente Meat Loaf con su ‘I’d Do Anything For Love’, repitió Def Leppard con ‘When Love & Hate Collide’ (poco justificada repetición de grupo, ya que ni ellos brillan por sus baladas, ni el tema es una excepción, Whitesnake cogido con pinzas con ‘Here I Go Again’, Los Suaves con ‘Si Pudiera’ y Zenobia con ‘Vuelve’. Mis respetos para los riojanos, de los que siempre he dicho que junto a Dunedain son los mejores valores de futuro del heavy, pero su presencia infería que no había mucho más donde elegir. Todo ello salpimentado con ‘Carrie’ de Europe, claro.

Buena continuación en la escaleta del programa derivando hacia la épica, la mitología y la fantasía del power metal y su derivación sinfónica. Aunque se comenzó con la sorpresa de Easy Rider y ‘Stronger’. Combinación de producto local y foráneo, brillaron Gamma Ray, Nightwish y Stratovarious con ‘Salvation’s Calling’, Nemo’ y ‘Hunting High and Low’. En el producto nacional, además de Rider, cayeron Saratoga con ‘El Vuelo del Halcón’ (increíble que aparecieran en una gala de Nochevieja), Leo Jiménez y ‘Tu Destino’ (quizá poco apropiado para el bloque en sí, mejor representado el tema hubiese estado con Tierra Santa) aunque bien interrelacionado con Saratoga, igual que la conexión Warcry y Avalanch explicada mediante los temas ‘Quiero Oírte’ (qué mal día tuvo Víctor en esa grabación) y ‘Lucero’, que sigue emocionando como el primer día.

Atropellado y algo inconexo el séptimo bloque, presentado como el lanzamiento de estilos derivados del heavy, que aligeraron el vestuario. Nirvana con ‘Come As You Are’, Clawfinger y ‘Do What I Say’, brutal, O’Funk’Illo y un irreconocible Andreas Lutz en ‘Dinero En Los Bolsillos’, un Molly de Hamlet con pelo a cazo y pantalones anchos y ‘Dementes Cobardes’ (gran inclusión) y Sôber con ‘Arrepentido’, con buena referencia a su estética. Pero ojo, entre las dos bandas madrileñas… ¡Héroes del Silencio! Bunbury pelirrojo con Isabel Gemio es una imagen digna de recuperar, pero fue metido con calzador en una sección que no era la suya, ni de lejos. ¿Quizá mejor en la última?

Lo siniestro y gótico protagonizó el último de los apartados, si bien la última parte del bloque resultó un ‘cajón de sastre’ donde meter bandas que no habían entrado en las anteriores. Buena relación entre las tres bellas foráneas de Lacuna Coil, Evanescence (serían comerciales, pero menudo discazo se marcaron en ‘Fallen’) y Within Temptation con ‘Unspoken’, ‘Bring To My Life’ y ‘Stand My Ground’. Relevo natural con Stravaganzza y Leo y la puesta en escena de ‘Hijo De La Luna’, así como sorprendente el tema de Lordi y su ‘Hard Rock Aleluya’ un tema que ‘se descartó’ en el programa sobre Eurovisión (“Lordi sólo se podía poner si se paga x los derechos de emisión a la UER”, me dijeron) pero que sí se incluyó en este, siendo menos cantoso no haberlo hecho. Los aguerridos Angelus Apatrida como (únicos) exponentes del thrash (‘You Are Next’) y Saurom y Mägo de Oz como juglaresca folk con ‘La Batalla de los Cueros de Vino’ y ‘El Atrapasueños’, dos temas ‘del montón’ de ambas bandas, aunque especialmente sangrante fueron las imágenes seleccionadas de Mägo de Oz, en los años más pintorescos, que no los de mayor calidad. Quedó algo frívolo para quien hizo que los pijos escucharan heavy metal aunque solo fuera por una temporada.

Y en cuanto a los TORP 5, cuatro luces y una sombra. Excepcional acierto la puesta en valor de los sevillanos Storm con ‘It’s All Right’. Algo frívolo darle el cuarto puesto a Europe por su ‘The Final Countdown’, pero en cualquier caso, es lícito. Lo que me sorprendió poderosamente (y lo vi venir al no estar presente en el segundo bloque) es el tercer puesto para Obús. Rivales eternos de Barón Rojo en popularidad, fue una decantación dudosa, quizá auspiciada por los derroteros televisivos de Fortu (a los que se hizo referencia, claro). Puesto dos para el maravilloso documento de Roberto Iniesta (que no Robe Iniesta, como se dijo, que detesta) en Plastic en 1990, con Extremoduro con un Salo abrumador, tricornio incluido, en el bajo y el desaparecido Luis Von Fanta en la batería, dándole fuego a ‘Jesucristo García’. Difícilmente el grupo hubiese encajado en ningún apartado si no es metiéndolo en un Torp. Y como número uno, justo, Iron Maiden. Aunque ahí se mostró la devoción conocida de Juanma Sánchez por la dama de hierro (¡Lo malo que es conocerse!) y, por otro lado, se hizo patente la ausencia de Metallica, a los que se citó en algún rótulo, pero que se antojó insuficiente.

En definitiva y pese a los apuntes esgrimidos, un sobresaliente programa si tenemos en cuenta que hablamos de menos de una hora de duración, que sirvió para paliar un poco ‘la deuda histórica’ pero que, claro, a nosotros desde RockSesión nos parece insuficiente. Queremos segunda parte, cuanto menos.

Y recuerda, si te molesta el volumen es que estás viejo.

Vuelve a verlo, a la carta.

 

Publicado el noviembre 9, 2015 en Actualidad y etiquetado en , , , , . Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.

  1. Muy buen artículo, como siempre da gusto leerte. Un único apunte: el tema de Rosendo que apareció en el cuarto bloque no fue «Pan de higo», sino «Loco por incordiar». Un detalle sin importancia, temazo por temazo. Salud!!

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