Archivos Mensuales: marzo 2022

Ciudad Jara – Cinema

No está teniendo ninguna prisa Pablo Sánchez en forjar su camino fuera de La Raíz porque, prisas nunca fueron buenas consejeras, está prestando un mimo y dedicación que se aleja de los estándares del rock al uso, más urgente, más impulsivo. No lo tuvo para dar a conocer su proyecto mientras que sus antiguos compañeros se alinearon rápidamente con nuevas cabeceras (Valira, Nativa…), tampoco para su lanzamiento, que acabaría llegando quince meses después del concierto de despedida en Valencia y más de dos años del directo registrado en Vistalegre en Nos Volveremos a Ver. A Ciudad Jara le cogió el arranque de la pandemia justo en la primavera y el verano que tenía firmadas numerosas fechas y festivales donde presentar su nueva propuesta, a caballo entre la clásica canción de autor reivindicativo y con esencia de folclor latinoamericano y esa épica más rockera de la banda que dejaba atrás. Su carta de presentación, Donde Nace El Infarto, era tan híbrida que lo mismo confirmaba festivales de corte ‘indie’ como Cooltural Fest o Sonorama, que de mestizaje como Rabolagartija y a buen seguro pintaba a ser incluido aquel ‘interrumpido’ Viña Rock (está para este año). En 2021 salió de gira en formato íntimo, con conciertos adaptados a las circunstancias, despachó la nada despreciable cantidad de más de treinta actuaciones bajo el nombre de Solo Nos Queda Una Espina, y en otoño decidió recluirse para dar forma a su segundo trabajo. Un debut permite ubicar el punto situacional, el segundo es el que empieza a dibujar la trayectoria, de ahí su importancia. Y en esta entrega Pablo refrenda su camino alejado de viejas fórmulas, buscando ya sin ambages el ambiente intimista y de autor que combina la nostalgia de niñez con la mirada más madura. Lejos de proclamas y más de la reflexión. Sin duda un paso que cogerá a más de una persona de sorpresa aunque lo cierto es que se veía venir. Con un halo conceptual, Cinema es la entrada definitiva de Pablo en un circuito que busca confidentes que escuchen más que seguidores que griten.

Lee el resto de esta entrada

RockSesión cumple diez años de pasión y compromiso: bendita música

Soy una de esas personas a las que les encanta celebrar los cumpleaños. Y no hablo del propio (que también) sino de todas las personas que me rodean y me importan, que quiero. Teniendo en cuenta que RockSesión es un ente que forma parte de mí, hasta casi ser más yo que lo que soy capaz de trasladar en múltiples ocasiones, me emociona pensar que este fin de semana ha cumplido su décimo aniversario. Son ya diez años de empecinamiento y de dedicación casi estajanovista, pese a que el tiempo para dedicarle no siempre es el idóneo dado que es la última de las obligaciones. Acerté cuando bauticé a la web. Era la manera de reflejar mi obsesión por el Rock (en la amplia concepción que es ya elemento diferenciador de esta casa) y ‘donde el RnR es vida’, parafraseando a Drácula de Bram Stoker, que dice lo mismo, pero con la sangre. Mi sangre es música, aunque no sepa dar tres acordes seguidos. Nunca tuve ni el tiempo, ni la dedicación, ni la paciencia, seguramente tampoco el talento, para desarrollar una habilitad musical y, ante ello, creo que mi yo adolescente vio claro que la manera más ‘sencilla’ de sentirme como un músico era, “al camino recto por el más torcido”, dedicarme a escribir de ello, a intentar trasladar las emociones que me genera a palabras y más palabras. Creo que, de alguna manera, piedra a piedra, lo he ido consiguiendo. Así lo he sentido en más de una ocasión al compartir textos en los que he dejado trozos del alma. Lo he notado en el cariño que en este tiempo me habéis trasladado al coincidir en tantos y tantos conciertos o festivales, en vuestros mensajes, también en el respeto que muchos grupos y artistas, que jamás pensaba ni conocer cuando les escuchaba en mis viajes, me han trasladado a lo largo de los años, hasta el punto de ser buenos amigos muchos de ellos. A todas esas personas y a cualquier que ha dedicado un momento a leer, a comentar, a saludar. Mi más profunda y sincera gratitud por ello. Diez años. (FOTO: Juan Jesús Sánchez Santos. En la imagen, un servidor y, de fondo, Alén Ayerdi e Iñaki Antón).

Lee el resto de esta entrada

En Clave de Soul. Teatro Apolo. 5 de marzo

Como vengo contando desde el comienzo del año, casi en una línea o sección temática paralela, las últimas semanas, entre unas cosas y otras, han sido las más prolíficas en cuanto a la concentración de entradas dedicadas a bandas, grupos y solistas de mi Almería natal. Esos héroes alejados de los grandes focos que se mueven, se curten y se trabajan todo el circuito local y provincial, con algunas esporádicas salidas, con la misma ilusión de quien llena el Wizink Center. No son los únicos. En cada una de las capitales de provincia, en cada región, hay bandas que valen mucho la pena y que merecen ser vistos y escuchados aunque ellos no protagonicen grandes lanzamientos. Y por eso aprovecho la enésima oportunidad para pediros que no les deis la espalda. Desde que abrimos RockSesión hace justo diez años (mañana lo celebramos con un artículo específico) hasta hoy he ido aumentando ese ‘cariño’ y esa atención a estas bandas. No me importa que tenga menos visitas. Lo merecen. Como lo merecen todos esos grupos de notables propuestas que se le pegan una y otra vez con el desprecio de las salas y la callada por respuesta de los festivales (no hay nada que haga más daño que la indiferencia ante una ilusión o alusión interpelada). Me pasa también con ‘bandas menores’ de las que aquí escribo con igual atención que las grandes consolidadas: la sensación de gratitud y hasta de sorpresa que después transmiten es más que suficiente. Por eso, si desde el 30 de diciembre hasta hoy, han pasado por aquí Brasi, JJ Fuentes (por partida doble), Antonio Álvarez (por partida doble), Lepanto, Los Ruina, El Lunático, Juan Trece, El Bombo o The River Band… Hoy es el turno para En Clave de Soul, y aunque es cierto que el género se nos va un poco de mano, el cuarto concierto ‘almeriense’ en el Teatro Apolo del mes también merecía estar. Os dejo a partir de este momento la crónica que he realizado para el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería. Sea.

Lee el resto de esta entrada

Alén Ayerdi (Ciclonautas, Marea, Dromedario…): “Me da mucho miedo que el Rock que hemos visto crecer no tenga relevo”

Hace escasos días que los tres Ciclonautas, (Mariano, Txo y Alén) han aterrizado de su segunda visita a Argentina en apenas tres meses y ya están con los motores a punto para embarcarse en una gira por salas por España a la vieja usanza. Hechos de otra pasta, el baterista de la banda (además de otras muchísimas cosas más de las que también hablamos) sigue peleando con el jet lag a escasas 24 horas de volver a subirse en el escenario en la sala Peter Rok Club de Valencia. Será el inicio de un periplo que continuará por Barcelona (11 de marzo), Zaragoza (12 de marzo), Salamanca (25 de marzo), Donosti (27 de marzo), Madrid (6 de mayo), Almazán (13 de mayo), Valladolid (14 de mayo), Vigo (20 de mayo), A Coruña (21 de mayo) y Tarragona (27 de mayo), con los festivales confirmados en Viña Rock de Villarrobledo (28 de abril), Rockfest de Barcelona (2 de julio) y Resurrection Fest (3 de julio). Una quincena de fechas que, sumadas a la quincena Argentina y a las ofrecidas el pasado año nos llevan a cerca de 50 fechas. Nada mal para tiempos pandémicos. En esa lucha por recuperar los horarios, hablo con Alén de ese corazón incandescente que es Ciclonautas. Otros tempos, otras texturas, otras hechuras… Puro pundonor que se deja la piel en cada escenario. También habrá tiempo para hablar del futuro de El Dromedario Records, el sello que, más allá de la cantidad sin filtro de otros, se ha convertido en un sinónimo de calidad garantizada en el mundo de nuestro rock. No falta tampoco los nuevos proyectos de Marea, ni de Robe, ni pinceladas a sus referencias musicales o de, simplemente, la actitud vital y las ganas de seguir viviendo el rock and roll de sus múltiples maneras.

Lee el resto de esta entrada

Duncan Dhu – Canciones (1986)

Día lluvioso, helor de humedad, pre astenia primaveral, nostalgia… y Canciones. Y un vinilo. Repasando la amplísima galería de nombres que todavía no han pasado por la crítica remember de los viernes (por suerte, nuestra música es infinita por más que nos acerquemos a las trescientas) siempre se me clava la espina de no haber dedicado unas líneas a Duncan Dhu. Uno de esos grupos que ‘me encaminaron’ desde niño ya que mi hermano y mi hermana, mayores que yo, tenían en vinilo tanto el que nos ocupa como el posterior El Grito Del Tiempo. Hasta hace relativamente poco todavía discutían sobre de quién era este Canciones. Un debate que se cerró, ¿adivinan?, con el vinilo en mis estanterías. Mejor que una resolución salomónica que lo partiera en dos. El caso es que hasta hoy mismo he dudado sobre de cuál escribir porque para mí son casi como uno. Y quizá también para la banda, ya que, sin ir más lejos, la edición internacional de este álbum llevaba temas del posterior, que llegaría apenas un año después. Mentalmente también he identificado siempre más este Canciones a mi hermana y El Grito Del Tiempo a mi hermano así que, como por circunstancias personales me apetece darle un impulso de ánimo a ella. El trío formado por Mikel Erentxun, Diego Vasallo y Juan Ramón Viles es uno de los más indiscutibles legados y referentes que ha dado el pop-rock estiloso de nuestro país en los años ochenta y noventa. No hay debate posible. No se les puede discutir la grandeza de su pop rock intimista en los primeros años, el protagonismo de la base rítmica con ligeros aires de rockabilly, su capacidad para crear melodías de guitarra y voces adictivas, sugerentes y cálidas. Hoy nos quitamos la espina (del jardín de rosas) de Duncan Dhu.

Lee el resto de esta entrada

Los Vinagres – Buen Clima

Habla Nacho Vigalondo en una entrevista publicada ayer en Vanity Fair, al hilo de la ‘polémica’ reaccionaria sobre la bondad o no de las nuevas canciones de Rosalía, que cuando se reniega de formas musicales que van dirigidas a un público generacional más joven la reacción es la misma que los padres de los primeros seguidores del punk o del rap, años más tarde. Que uno puede tener sus propios gustos es innegable, pero de ahí a regodeo o cachondeo hay un nivel fóbico que, en su extremo patológico, puede rozar hasta la mala educación. Que si sacamos hemeroteca qué decir de las declaraciones de Frank Sinatra sobre el rock and roll: “La música rock la hacen deficientes que cantan letras maliciosas, lascivas. Es la forma de expresión más brutal, nauseabunda, desesperada y viciosa que he tenido la desgracia de escuchar. Yo a esa mierda de música llamada rock and roll no le doy ni cinco años de vida”. Como la paloma, el tío Frankie se equivocaba. Pero al final ejemplifica un tanto el movimiento cíclico. Si dilapidamos corremos el riesgo de ser dilapidados y todo es mucho más sencillo. Con reconocer que hay códigos que se nos escapan y hace que algo ‘no nos guste’ es suficiente. Más allá de eso se alcanzan los límites de la ofensa gratuita y perniciosa.  Digo toda esta introducción al hilo de la crítica del nuevo disco de Los Vinagres porque cualquier ‘rockero fundamentalista’ que lo escuche considerará que esto no es rock, en su opinión más suave, y muchos de ellos quizá hasta acompañen la bravuconada con el algún exabrupto. La verdad es que vi a estos jóvenes partirse la cara en un escenario en mitad de una ciudad mediterránea, a las cuatro de la tarde  y en pleno mes de agosto, en la segunda edición de Cooltural Fest, y os aseguro que con más o menos ingredientes añadidos, su actitud y su propuesta es tan rock como el que viste de cuero y se acompaña de todos los tópicos. Y está bien que existan bandas así, que mantengan la constante, pero también que haya valientes como este trío de La Palma que añade ritmos urbanos y sonoridades más bailables al armazón clásico.

Lee el resto de esta entrada

Ilegales – La Lucha Por La Vida

Que Ilegales, con Jorge Martínez al frente, ha sido siempre un grupo indómito es de sobra conocido desde que su frontman andaba repartiendo mandobles (quizá la mayoría sin quererlo) o se paseaba con gabardina y stick de hockey por las calles. Después la cosa se remendó de manera socialmente aceptable, aunque eso no impidió que el bueno de Jorge demostrara en televisión que no se cortaba ni un pelo en sus opiniones incendiarias y con algo de natural aristocracia intelectual frente a la inmundicia generalizada. El caso es que para todo lo que se ha jugado la boca a lo largo de cuarenta años, Jorge sigue siendo capaz de reunir a una impresionante corte de rockeros, artistas más o menos coetáneos en el tiempo o cercanos en espíritu y hasta algún que otro opuesto a poco que descuelga el teléfono o menea el árbol. A falta de giras ‘en condiciones’, es lo que ha hecho para celebrar el cuadragésimo aniversario de su banda. Pero lejos de querer plantear un testamento apócrifo de grandes éxitos con figuras del momento, Ilegales ha querido retarse a sí mismo y a sus invitados a la mesa para grabar canciones inéditas (la mitad) o de muy reciente creación (la otra mitad), con solo una excepción, como veremos más abajo. Un disco que valdría la pena por sí mismo pero que se multiplica gracias a un compromiso palpable en cada una de las colaboraciones reunidas en La Lucha Por La Vida, que son, por orden de aparición: Loquillo, Josele Santiago, Coque Malla, Andrés Calamaro, Los Auténticos Decadentes, Iván Ferreiro, M-Clan, los dos guitarristas de Vetusta Morla, El Niño de Elche, Evaristo Páramos, Bunbury, Cycle con León Benavente, Carlangas de Novedades Carminha, Dani Martín, Luz Casal y Kutxi Romero. Con título inspirado en una trilogía de Pío Baroja… Ni tan mal, ¿no?

Lee el resto de esta entrada