Archivo del sitio

Minicríticas de discos y singles: del 17 al 23 de noviembre (2025-45)

Cada lunes llega la compilación de las minicríticas de discos y singles compartidas en las distintas redes sociales (elchayi) durante la semana anterior. Cualquier música, cualquier estilo.

Protagonistas de esta semana: La Perra Blanco (en la imagen), Caballo Moldavo, Isma Romero & El Twanguero, Adventus, Ramdel, Lepanto, Javier Corcobado & Andrés Calamaro y Palabras Necias. Salud.

Lee el resto de esta entrada

Pignoise – 20 Aniversario

Toda la intro que realicé en la crítica remember de Esto No Es Un Disco De Punk (2005) me vale de carta de presentación. Siempre ha habido en la escena rockera de nuestro país algunas tendencias de difícil corrección. Una de ellas es el habituarse a ‘darle palos’ a una banda cuando su éxito le hace trascender más allá del público ‘sectorial’, como si todo lo que fuera ser conocidos y celebrados por gente más diversa y menos circunscrita a un género fuese una afrenta grave. (Ya lo ironizaba Evaristo Páramos en “Vendido”… «Tú nunca serás un vendido, tú nunca te venderás. Eso es porque a ti, so cretino, nadie te quiere comprar»). Cualquier grupo de rock que empezara como algo minoritario y acabara siendo mainstream llevará el sambenito. También existe otro, más específico del mundo del punk, que es que si abusas de la melodía y no descerrajas insultos está mal visto que disfrutes de ellos por más que la velocidad de la base rítmica o que las guitarras rujan con notable notoriedad. Algo así le ocurrió en su momento a Pignoise que, tras el ensayo de Melodías Desafinadas (2003) y su primer disco Esto No Es Un Disco De Punk (2005) fueron automáticamente apartados del mundillo de la supuesta autenticidad cuando les llegó el éxito con Anunciado En Televisión (2006). Y aunque es cierto que la cosa se volvió más aperturista en Cuestión De Gustos (2007)… recopilando todo dos años después en el disco en vivo Cuestión En Directo (2009), quien tuvo retuvo y, vuelvo a lo de siempre, ojalá todo ‘lo comercial’ pase por ser canciones y discos como los que han firmado a lo largo de su carrera. Ahora, con motivo del vigésimo aniversario de su fundación vienen con un álbum de celebración donde se acompañan de otras bandas, a veces coetáneas, otras de ascendencia similar, otras algo más sorprendentes, y reactualizan un sonido que, fuera de prejuicios y de más pretensiones, se me sigue haciendo muy disfrutable.

Lee el resto de esta entrada

Andrés Calamaro – Razzmatazz

Con una promoción previa casi testimonial, el pasado 2 de junio vio la luz un nuevo directo de Andrés Calamaro. Este Razzmatazz pertenece al concierto registrado en la sala barcelonesa en una parada de lo que fue la gira de presentación del disco On The Rock (2009-2010). Un álbum que sólo se ha publicado en formato digital, lo que viene a ser un fervoroso regalo para los completistas más enconados pero también para quienes añoran algunos temas del repertorio de entonces o para quienes vieron a Andrés en aquellos tiempos y aquí encontrarán esos terrenos recorridos al calor de una de esas magníficas alineaciones de las que ha sabido rodearse siempre. En este caso, a Andres (guitarra y voz) le acompañan Diego García, Geny Avello y Julián Kanevsky a las guitarras, Tito Dávila a los teclados, el gran Candy Caramelo al bajo y el no menos gigante Niño Bruno en la batería. Este directo en Razzmatazz ha sido producido por el propio Calamaro y su mano derecha Germán Wiedemer, ha sido mezclado por Guido y Dan Nisenson, y ha sido masterizado por Denis Blackman. La grabación de un directo siempre ha tenido unas connotaciones poderosas, habitualmente asociado a un anuncio previo, a una gala con invitados, a preparar una fiesta ex profeso. Es lógico y tiene su innegable interés, pero también es una gozada que los seguidores puedan tener acceso a un concierto ‘random’ de una gira, porque de alguna manera transmiten ‘más verdad’ que los que son preparados a conciencia. Además, en el caso de Calamaro, que siempre remoza las canciones a su antojo según su apetencia en cada gira y con el objetivo de maximizar las facultades de sus músicos en cada caso, enriquecen sin duda su discografía, por la cantidad de matices distintos que pueden tener canciones otras veces ya registradas. Siempre irresistible, Calamaro.

Lee el resto de esta entrada

Andrés Calamaro – Honestidad Brutal Extra Brut

«La honestidad no es una virtud, es una obligación». Incluida en la portada interior del disco, pocas veces una frase me ha golpeado con tanta virulencia como esa, cuando se publicó el doble Honestidad Brutal en 1999. Lo peor de todo es que no sería la única asociada a este álbum que lo hiciera. Es un álbum repleto de textos y giros musicales que me marcaron de por vida. Por lo dicho, por lo cantado, por el estilo, por la pulsión, porque era el momento y un punto de inflexión vital que posteriormente se aumentaría con la locura quíntuple de El Salmón y que cambiaría mi forma de ver el mundo para siempre. Después de un disco poderoso como Alta Suciedad, que tenía una capa de efectismo popular muy acusado, lo de Honestidad Brutal era otra cosa. Menos ropaje, más víscera. Una dulzura hiriente de 37 cortes con enjundia. Uno de los mejores discos de ‘rocanlove’ escritos en castellano. Hace diez años escribía sobre él que su vigencia continuaba siendo plena y tal es así que hace pocas semanas ha visto la luz una edición extraordinaria que, además de remasterizar el doble original, añade un tercer disco de demos y versiones iniciales de una quincena de temas, además de tres cedés más con sesiones alternativas, colaboraciones, distintas mezclas, algunas versiones… Material añadido, que no sobrante, porque estamos ante un momento histórico para el artista y quizá también el canto de cisne de una forma de entender álbumes antes de que lo digital empezara a cambiar las maneras, los tiempos… la reflexión.

Lee el resto de esta entrada

Andrés Calamaro. El Ejido. 14 de mayo

Después del regreso a los escenarios en México hace unas semanas, primeros asaltos de una gira que se prevé cuantiosa, movida y heterogénea, Andrés Calamaro inició el pasado sábado su periplo en España en el Teatro Auditorio de El Ejido. Una plaza ‘extraña’, toda vez que se trata de la tercera ciudad de la provincia almeriense, pero que vino a engordar un tanto la solera estelar del municipio, que presume, como bien sabe y referenció el propio Andrés, de haber traído a The Rolling Stones (y hacerles tomar gazpacho para loa de las hortalizas de la zona) o haber celebrado un festival que reunió a nombres propios tan poderosos como Guns N’ Roses, Placebo, Pretenders, Deftones o Fun Lovin’ Criminals, además del propio Calamaro con Ariel Rot, allá por 2006. Tantas ganas como interrogantes, que se disolvieron pronto, para un concierto que acabó siendo una pura celebración de vida gracias a un especialmente feliz y comunicativo artista, por momentos pletórico, pues, como a Sabina, le sobraban los motivos. Se reencontraba al fin con los escenarios de nuestro país, al día siguiente recibía la Medalla de la ciudad de Madrid con motivo de la festividad de San Isidro, la nueva crew de sonido cumplió con creces (salvo una mínima incidencia en el segundo tercio de concierto) y además se encontró con un público bastante caliente, con presencia argentina, que elevó el nivel de los coros cuando era preciso y necesario. Tal era la sensación de comodidad que hasta compartió muchas de sus opiniones asalmonadas (es decir, contracorriente) a veces con más tino que otras, pero siempre con su particular Honestidad Brutal de sinceridad, sin que sea necesario estar de acuerdo en todo con él para disfrutar de una propuesta musical fantástica. Andrés inicia gira en España en un momento de dulce. Si pueden no se lo pierdan. (FOTOS: Jesús Amat, cedidas por cortesía a RockSesión).

Lee el resto de esta entrada

Ilegales – La Lucha Por La Vida

Que Ilegales, con Jorge Martínez al frente, ha sido siempre un grupo indómito es de sobra conocido desde que su frontman andaba repartiendo mandobles (quizá la mayoría sin quererlo) o se paseaba con gabardina y stick de hockey por las calles. Después la cosa se remendó de manera socialmente aceptable, aunque eso no impidió que el bueno de Jorge demostrara en televisión que no se cortaba ni un pelo en sus opiniones incendiarias y con algo de natural aristocracia intelectual frente a la inmundicia generalizada. El caso es que para todo lo que se ha jugado la boca a lo largo de cuarenta años, Jorge sigue siendo capaz de reunir a una impresionante corte de rockeros, artistas más o menos coetáneos en el tiempo o cercanos en espíritu y hasta algún que otro opuesto a poco que descuelga el teléfono o menea el árbol. A falta de giras ‘en condiciones’, es lo que ha hecho para celebrar el cuadragésimo aniversario de su banda. Pero lejos de querer plantear un testamento apócrifo de grandes éxitos con figuras del momento, Ilegales ha querido retarse a sí mismo y a sus invitados a la mesa para grabar canciones inéditas (la mitad) o de muy reciente creación (la otra mitad), con solo una excepción, como veremos más abajo. Un disco que valdría la pena por sí mismo pero que se multiplica gracias a un compromiso palpable en cada una de las colaboraciones reunidas en La Lucha Por La Vida, que son, por orden de aparición: Loquillo, Josele Santiago, Coque Malla, Andrés Calamaro, Los Auténticos Decadentes, Iván Ferreiro, M-Clan, los dos guitarristas de Vetusta Morla, El Niño de Elche, Evaristo Páramos, Bunbury, Cycle con León Benavente, Carlangas de Novedades Carminha, Dani Martín, Luz Casal y Kutxi Romero. Con título inspirado en una trilogía de Pío Baroja… Ni tan mal, ¿no?

Lee el resto de esta entrada

C Tangana – El Madrileño

Sabéis que en esta casa, con frecuencia, nos tomamos licencias más allá del nombre de la cabecera, porque no entendemos la música como una guerra de clanes y terrenos vallados sino como algo de lo que disfrutar, aprender y conocer sin demasiados prejuicios. (Ya lo dijo El Drogas, “los compartimentos estancos dicen mucho de la capacidad intelectual de quien los maneja”). Nos gustan las guitarras y la distorsión, sí, pero eso no impide que la gama se reduzca a eso. Por eso me gusta traer cosas ajenas, sobre todo cuando encuentro que el objeto en cuestión lo merece y necesito compartir impresiones. Hay decenas de ejemplos y, hoy, C Tangana y su disco El Madrileño entran a formar parte de ese grupo de anotaciones aparte. También reconozco que, como el salmón, me puede el ir contracorriente o, quizá, el sacar la espada de madera ante causas imposibles. Mis muros (rockeros de pro, incorruptibles) se llenan de numerosas críticas sin sustancia, de ese golpeo tendencioso que provoca cualquier artista cuando se le atribuyen todos los méritos a la sobreexposición en los medios de comunicación, al marketing y un largo etcétera y empieza esa rueda contraria de desprecio por el simple hecho de tener éxito. Una mezcla resultante del síndrome de Solomon y de la frustración que sienten por el triunfo de los demás. ¿Pensamos en nuestro rock? Mägo de Oz, Ska-P, Extremoduro, Héroes del Silencio, Pereza-Leiva,… Cualquiera que triunfa de manera ‘masiva’ se merece aquel famoso calificativo de ‘vendido’. Porque se tolera la victoria siempre y cuando no se salga de su ‘círculo de acción’ o ‘público potencial’. Por eso, cuando C Tangana se movía, de forma cronológica, en mundos de rap, trap y reguetón, era un personaje circunscrito a un cubículo determinado que no molestaba demasiado. Los problemas llegan cuando se rompen las fronteras. Y aquí, no nos gustan.

Lee el resto de esta entrada

Los Rodríguez – En Las Ventas, 7 Septiembre 1993

Como casi todo en la vida, el mundo del rock tiene casuísticas de todo tipo que vienen a concluir que nunca hay reglas ni patrones fijos para determinar el éxito, vida y longevidad, continuidad, ascenso o caída de una banda. Tenemos grupos que no han roto su senda durante más de cuarenta años (Medina Azahara, Asfalto…), casi Obús, Barón (aunque sea con los Castro como continuidad), Ñu con Molina… Ejemplos de constancia que las han visto de todos los colores, crisis o menos crisis, años de bonanza, otros más crudos. Luego los hay que duran poco, desanimados porque la cosa ‘no tira’. Y los hay que firman una espectacular discografía en pocos años de trayectoria, con una influencia descomunal en su género. En ese grupo encontramos a Leño (sólo cinco años), Triana (sólo 8) o Los Rodríguez (sólo 6). Con solo tres discos de estudio (Buena Suerte 1991, Sin Documentos 1993 y Palabras Más, Palabras Menos 1995) y un directo con algún tema inédito (Disco Pirata 1992) su leyenda es gigantesca, como el dream team que los conformaba: Ariel Rot y Julián Infante se reunían de nuevo tras el furor de Tequila (también vida acelerada e intensa, con Alejo Stivel al frente), reclutando a un desconocido Andrés Calamaro desde Argentina y con Germán Vilella a la batería. En la coctelera, el descaro rocanrolero mantenido de la juventud pero con poso de madurez  y desencanto noctámbulo, desengaños y afrentas por tapices de crooner, de balada, de sones latinos o de rumba. Elegancia de teclas y riffs, una potente base rítmica y el alma en brindis constantes.

Lee el resto de esta entrada

#Mis10de Andrés Calamaro

 

Incontinencia es una buena palabra para definir a Andrés Calamaro. No hablamos de la que asociamos casi de manera automática con el anuncio publicitario de Concha Velasco, sino que nos referimos a la que tiene que ver con la creatividad y, de un tiempo a esta parte, también con la verbal. Tiempos difíciles para la discordancia, para muchos la libertad de expresión solo es válida siempre y cuando lo que digas coincida plenamente con la opinión del que condena o aprueba. Porca miseria, cómo hemos acabado. Nos desviamos, una vez más, de lo que importa, que es la música y las canciones. Y de eso Andrés Calamaro la tiene y las tiene, mucha y de muchas formas. Del tango clásico al rock, del crooner al experimental, del salvaje al que viste frac. Del latigazo distorsionado a los arreglos de cuerda y tecla. Tenemos la suerte, a los que nos gusta, de que ha recuperado además su mejor forma, continuando de manera estajanovista un ritmo de publicación de lo más alto. Y con giras. Y en buena forma. Tras la tanda de Los Rodríguez de ayer no podía evitar incluir a Andrelo en esta lista de reediciones especiales del mes de julio. Por todo lo que me ha hecho sentir y vibrar esta lista de temas… y otros 50 o 60. Yo soy de los que se escuchaba el quíntuple Salmón de principio a fin. Así hemos acabado. Porca miseria, de nuevo. ¡Salud!

Lee el resto de esta entrada

Andrés Calamaro – Cargar La Suerte

No hace falta que regrese porque nunca se fue. Andrés Calamaro tiene nuevo disco y eso para quienes hemos recorrido mucha parte de vida con canciones de su autoría es como recibir en casa la visita de un viejo amigo. Una dosis medicinal para el alma, que alcanza un rincón olvidado en el momento que le damos al play por primera vez al nuevo material que osa toser los tótems de Alta Suciedad, Honestidad Brutal o El Salmón. Luego lo que escuchamos nos puede saciar (El Cantante, El Palacio de las Flores, Tinta Roja, Bohemio, Romaphonic Session, sobre todos, La Lengua Popular) o no (On The Rock, Volumen 11) pero siempre es un gusto comprobar que la llama sigue encendida. Aficionado a la tauromaquia y al boxeo, Andrelo (permítaseme la licencia) lidia y brega consigo mismo, con su imponente nivel alcanzado en entregas pretéritas. Lo bueno es que nunca engaña, siempre, cada uno de esos discos, incluidos los directos, han reflejado su momento vital. De los excesos llenos de insomnio al insomnio constructivo. En Cargar La Suerte encontramos a un artista sereno, seguro y en paz. No dispara ráfagas al aire ni se adorna en su porte porteño. Afina los tiros a pocas balas y se siente armado con una reclutada banda de altura. Doce temas entre los que hay poco de faena de aliño y donde refulgen nuevos destellos de maestría.

Lee el resto de esta entrada